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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 24/10/2025 16:57
La curiosidad como motor de la creatividad es uno de los conceptos centrales abordados por Estanislao Bachrach durante su exposición Ideas nuevas, soluciones originales y formas frescas de enfrentar desafíos surgen cuando la creatividad se convierte en una herramienta entrenable. La tendencia a buscar innovación ya no se asocia únicamente al talento innato, sino también a prácticas sustentadas en la ciencia. Bajo esta premisa, Estanislao Bachrach, doctor en Biología Molecular, especialista en neurociencias y divulgador científico, protagonizó la charla titulada “Cómo entrenar tu creatividad y activar la innovación: una mirada de la neurociencia”, que fue moderada por Milagros Hadad. Frente a una audiencia atenta, en la sede de la Fundación OSDE, el especialista explicó de qué manera el cerebro puede ejercitarse para generar ideas y soluciones, y cómo estos procesos pueden trasladarse tanto al ámbito personal como profesional. El entrenamiento de la creatividad permite que las personas desarrollen soluciones originales tanto en el trabajo como en la vida cotidiana El encuentro fue abierto por Lorena Mendonça, gerente de Promoción de la Salud y la Cultura de Fundación OSDE, y el cierre lo dio su presidenta, Marina Carranza, quien destacó la importancia de la creatividad como una capacidad accesible para todos y subrayó el valor de conocerse a uno mismo para impulsar cambios positivos en los ámbitos personal y profesional. Asimismo, remarcó el compromiso de la Fundación con el bienestar integral, definido como un estado de plenitud y armonía tanto personal como colectiva, a través de acciones orientadas a la salud, la educación, la cultura, el arte y la innovación. Mendonça abrió el encuentro reconociendo el valor de la creatividad más allá de las disciplinas tradicionalmente vinculadas a ella. “La creatividad tendemos a asociarla con el arte, la publicidad y el diseño; en otras disciplinas parece que no existe. Pero la ciencia nos demuestra que la creatividad se puede entrenar". Entendiendo el proceso creativo La charla buscó derribar la impresión de que las buenas ideas llegan por azar. Al presentar a Bachrach, Hadad planteó: “Todos hemos tenido esos momentos de inspiración donde se enciende algo adentro, pero sabemos que no siempre sucede cuando queremos”. La conversación avanzó hacia las definiciones técnicas del fenómeno. Para Bachrach: “Ser creativo significa que una idea tiene que ser novedosa y, además, agregar valor a alguien. Si no tiene novedad, no es creatividad”. Al ahondar en la diferencia con la innovación, Bachrach detalló: “La creatividad ocurre en las personas, muchas veces en equipos. La innovación se da cuando esa idea creativa se transforma en algo tangible, consumible. Una idea, para ser creativa, debe cumplir con esos dos componentes: novedad y valor”. ¿Nace o se hace? La creatividad como habilidad Milagros Hadad ofició de moderadora durante la charla, guiando el diálogo y las reflexiones sobre creatividad e innovación junto a Estanislao Bachrach El experto citó estudios que analizan si se trata de un talento innato o un aprendizaje posible. “Durante mucho tiempo se pensó que la creatividad era un don reservado a unos pocos. Pero hoy sabemos, gracias a la ciencia, que se puede aprender. Está en el cerebro, quizá adormecida, pero se puede despertar”, explicó Bachrach. “Como aprender a tocar el piano o jugar tenis, la creatividad puede practicarse. La clave es la constancia: hacer ejercicios específicos de manera regular permite desarrollar y habilitar este estado creativo en las personas”, afirmó el especialista. Bachrach compartió ejercicios concretos para incentivar la creatividad. Uno de los métodos consiste en “combinar elementos que parecen no tener relación”. En su experiencia, la curiosidad es fundamental: “La curiosidad es la madre de la creatividad” de manera tal que “cuanto más curioso sos, más chance tenés de tener ideas creativas”. Los ejercicios basados en preguntas frecuentes potencian el surgimiento de ideas innovadoras en diferentes contextos Otra herramienta poderosa es cambiar el foco de las soluciones a las preguntas. “Cuando te preguntas sobre un desafío muchísimas veces, el cerebro irremediablemente busca respuestas. La invitación es hacer cuarenta o cincuenta preguntas, por semana”. Estos ejercicios contribuyen a que el pensamiento se libere del esquema habitual y acceda a caminos poco transitados. El proceso creativo, paso a paso Bachrach y Hadad junto a Marina Carranza y Lorena Mendonça, presidenta y gerenta de Promoción de la Salud y la Cultura de Fundación OSDE Durante el encuentro, Bachrach detalló un proceso creativo clásico, compuesto por etapas secuenciales. Desde la preparación —definir el desafío y recopilar información relevante—, pasando por el brainstorming, hasta la fase de incubación, en la que se aconseja distenderse y dejar que las ideas surjan en momentos de relajación. “La parte en que aparecen más ideas suele ser cuando el cerebro está relajado, al despertar o durante una caminata”, describió. En la última parte, conocida como evaluación, se seleccionan las ideas posibles según criterios reales como presupuesto, tecnología y viabilidad. “El desafío que más cuesta, luego de tener la idea, es implementarla. Hay que tomar riesgos, pasar de la teoría a la acción”, agregó el experto. Durante la charla, el biólogo subrayó que, en los ambientes laborales, “lo que más habilita la creatividad es la productividad. Cuanto más productivos son los equipos, cuantas más ideas generan, más posibilidades hay de que surja una propuesta verdaderamente creativa”. Esta afirmación surgió a partir de investigaciones aplicadas a empresas, donde Bachrach observó que la creatividad no depende de ambientes lúdicos o decorados disruptivos, sino de crear condiciones que incentiven la producción y la participación. Bachrach subrayó la importancia de reconocer el esfuerzo y el progreso, e ilustró con ejemplos de innovación cotidiana y grandes referentes internacionales Otra de las constantes halladas en organizaciones innovadoras es el valor de la diversidad. Esta variedad facilita el cruce de disciplinas y enriquece el proceso de generación de ideas. Uno de los puntos que Bachrach destacó como determinante para preparar el cerebro a la creatividad es la curiosidad. “Cuanto más curioso sos, más chance tenés de tener ideas creativas, cuanto más te preguntás las cosas”. En su análisis mencionó también la importancia de exponer desafíos a personas ajenas al propio entorno, práctica conocida como networking, y de observar de manera activa espacios o tiempos poco atendidos en los procesos habituales. “Convertirse en antropólogo de tu industria puede revelar oportunidades de innovación donde otros no miran”. El especialista insistió, además, en la necesidad de fortalecer espacios en los que proponer ideas sin temor a ser juzgado: “La regla número uno en un brainstorming es que vale todo, nadie puede juzgar a nadie. Si existe el temor al ridículo o a la crítica, las ideas no surgen”. La neuroplasticidad hace posible la incorporación de nuevas habilidades creativas en cualquier etapa de la vida, según sostiene Bachrach Para quienes desean ejercer la curiosidad como puerta de entrada a la creatividad, Bachrach propuso un paso a paso accesible: “Transformar cada problema en un desafío y hacerse preguntas insistentes sobre ese desafío. Preguntar y anotar, sin buscar respuestas inmediatas, para agudizar la observación y ejercitar el músculo de la curiosidad”. Sostuvo que este hábito no solo impacta en innovaciones radicales o tecnológicas, sino también en el día a día. El propio Bachrach distinguió tres niveles de creatividad: la creatividad radical, capaz de cambiar paradigmas y ser noticia; la orientada a la incorporación de tecnología para la mejora de procesos; y la creatividad cotidiana o “everyday creativity”, fundamental en el entorno laboral y en la vida personal. De la idea a la práctica Milagros Hadad moderó el encuentro, donde se profundizó en el valor del proceso y la motivación durante el desarrollo creativo El especialista remarcó la importancia de anotar las ideas en cuanto surgen y compartirlas con el equipo. Además, subrayó que la creatividad florece en aquellas personas con ganas de aprender y superarse, no solo en quienes poseen talento natural. “En la ciencia definimos el talento como aquello que no se puede explicar del todo, pero existe”, indicó. Sobre la relación entre edad y capacidad de aprendizaje, Bachrach afirmó que “no está directamente vinculada a las neuronas o la juventud, sino a la motivación. Cuanto más interés personal tengas en aprender, mayor será tu capacidad para ser creativo, sin importar la edad”. El especialista destacó que una de las claves de la creatividad es la capacidad de ver un mismo objeto o situación desde diversas perspectivas. Esta multiplicidad lleva a observar lo que otros pasan por alto y resulta fundamental en grandes casos de innovación. Citó el método de Leonardo da Vinci de imaginarse en la piel de distintos protagonistas para nutrir el desarrollo de una idea: “Hoy soy los adoquines de Florencia; hoy soy la rueda de la bicicleta”. Participantes de distintos sectores siguieron atentos las estrategias propuestas para fomentar la innovación en equipos y organizaciones Otra característica que comparten las personas muy creativas es la autodisciplina. “Suelen ser personas que trabajan mucho, como Picasso, que producía decenas de obras por noche. Cuanta más producción, más posibilidades de que aparezca una idea valiosa”, explicó Bachrach. El clima de confianza resulta esencial durante las dinámicas de generación de ideas. “En una sesión de brainstorming es necesario que el grupo sienta libertad para proponer hasta las ideas más insólitas sin temor al juicio. La confianza no se logra solo desde la estructura, sino también cuando los líderes forman parte del equipo sin jerarquía simbólica”. Bachrach sugirió que la rotación de los roles de coordinación y la participación directa del líder como uno más en la dinámica fortalece este ambiente seguro y favorece la emergencia de ideas disruptivas. En el cierre, Estanislao Bachrach invitó a repensar el valor asignado al proceso y al esfuerzo, frente a una tradición que premia solo los resultados visibles. Destacó que el reconocimiento durante el camino —y no únicamente en la meta— resulta esencial para sostener la motivación y fortalecer equipos creativos. Además, remarcó que, si bien la biología tiende a aferrarse a los hábitos, la evidencia sobre neuroplasticidad demuestra que el cambio y el aprendizaje siguen siendo posibles a cualquier edad, desafiando la creencia de que es imposible modificar conductas arraigadas o incorporar nuevas habilidades. La charla propuso ejercicios prácticos y técnicas para entrenar la creatividad tanto en ámbitos personales como profesionales De esta forma, la presentación de Bachrach en la Fundación OSDE expuso mecanismos y herramientas prácticas para entrenar la creatividad y fomentar la innovación, a partir de experiencias personales, estudios científicos y ejemplos tomados de distintos ámbitos. Desde el valor de la curiosidad y la multiplicidad de perspectivas, hasta la importancia de la motivación personal, la autodisciplina y la construcción de culturas organizacionales basadas en la confianza, el encuentro ofreció recursos y conceptos aplicables tanto al plano individual como al colectivo. Fotos: Jaime Olivos
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