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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 23/10/2025 10:28
El pleno del Senado durante una sesión realizada el corriente año (Maximiliano Luna) Las elecciones de medio término del fin de semana implicarán cierta reconfiguración del Senado que, en realidad, ni siquiera podrá descifrarse del todo durante la noche del domingo. En especial, debido a la gran incógnita que implicará repartir las bancas que ceden y puedan obtener la Unión Cívica Radical (UCR) y el PRO, con gobernadores y legisladores repartidos entre tres posturas: aliarse al Gobierno, quedarse con el nombre de siempre, o peregrinar al espacio en formación -y muy promocionado- Provincias Unidas, con mandatarios que no siempre están en sintonía a la hora de votar leyes delicadas. Veamos primero al centenario partido, que sufrió una interna feroz entre gobernadores y senadores que acompañaron a la Casa Rosada en sus primeros meses, y otros que prefirieron negociar cargos y comisiones jugosas con los soldados más fieles de Cristina Kirchner. Así de amplio. De ahí las inquietudes sobre quiénes conformarán Provincias Unidas. Además, ¿será en un interbloque? A diferencia de Diputados, el último espacio ya existe en la Cámara alta, pero no refleja en absoluto las fotos y discursos en medios de comunicación del mes pasado y del corriente. Pocos mandatarios fueron veloces y pusieron huevos en distintas canastas, algo que podría repetirse el 10 de diciembre. A veces, esos detalles pueden acelerar o reventar una ley. También es cierto que la UCR tiene en su tropa a personas que dejaron de asistir a las reuniones de bloque para despreciar a sus autoridades y sólo lograron quebrar aún más al partido. En definitiva, los múltiples movimientos de las últimas semanas confirman la disponibilidad de “furgón de cola” a la que tanto se acostumbró la UCR. Son 13 los integrantes actuales de la bancada que comanda el correntino Eduardo Vischi (Corrientes), un senador que fue hasta más oficialista que los propios libertarios durante más de un año y que, tras el no acuerdo para los comicios locales, se convirtió en uno de los opositores más efectivos a la hora de abrir el recinto en contra del Gobierno. Claro está que todo esto ocurrió gracias a la torpeza de la Casa Rosada, que pasó de una proyección de ganador -en alianza- a un penoso cuarto lugar. El jefe de la Unión Cívica Radical en el Senado, Eduardo Vischi (Gustavo Gavotti) Quienes renuevan los 24 escaños son la Ciudad de Buenos Aires, Tierra del Fuego, Entre Ríos, Chaco, Salta, Santiago del Estero, Neuquén y Río Negro. En el primero, la UCR pone en juego a Martín Lousteau -se abrazó ni bien pudo a Provincias Unidas-, que intentará pasar a Diputados y estirar su estadía en el Congreso. En la segunda, quien buscará renovar en la Cámara alta es Pablo Blanco. En tanto, en la tercera, se irá Estela Maris Olalla, mientras que en la cuarta lo hará el respetado Víctor Zimmermann. De esta manera, de los 13 vigentes, el sello arriesga más de lo que conseguiría y quedaría con nueve o diez, en el mejor de los casos. Podría considerarse a la chubutense Edith Terenzi, que ya está en Provincias Unidas, como una más. Lo que nadie sabe es cómo se coordinará el nuevo bloque radical, siempre pegoteado a trifulcas a puertas cerradas tendientes al infinito. Otros, más ágiles, prefieren no sentarse más en una mesa si no escuchan un negocio u “oportunidad” primero. El PRO tampoco escapa de las rencillas entre senadores. Días atrás dejó la presidencia -sin pena ni gloria- el entrerriano Alfredo De Ángeli, que se despide con el recuerdo de la 125 como su máximo momento de fama, como hombre del campo. Fue reemplazado por el misionero Martín Goerling, que demostró conocer mejor los hilos y tiempos de la “Casa”. La larretista porteña Guadalupe Tagliaferri -uno de los mejores activos que tuvo el macrismo en el Congreso y que luego desperdició-, es la otra que deja su butaca. De ocho, el partido arriesga dos. Y, como se dijo con anterioridad, habrá que aguardar la decisión de Mauricio Macri con resultados en mano. Ahí también se preguntan qué hará la Casa Rosada y si Provincias Unidas logrará meterse en la puja para quedarse con una porción. O si la gran nebulosa activada para las elecciones termina, al final, con la continuidad de los nombres actuales de las bancadas.
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