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» Diario Cordoba
Fecha: 22/10/2025 15:34
El Parlamento Europeo pedirá este jueves, durante un debate en Estrasburgo sobre el tema, explicaciones a la Comisión Europea y al Consejo de la Unión Europea, donde están representados los gobiernos del bloque, por la falta de avances en el proceso legislativo para poner fin al cambio de hora estacional, seis años después de que en 2019 la Eurocámara adoptara su posición de cara a las negociaciones para acabar con esta práctica. En septiembre de 2018, durante un discurso sobre el Estado de la Unión, el entonces presidente de la Comisión Europea —el órgano ejecutivo del bloque—, Jean-Claude Juncker, anunció su intención de poner fin al cambio de hora. "Hay que acabar con el cambio de hora. Los Estados miembros deben decidir por sí mismos si sus ciudadanos viven en horario de verano o de invierno. Es una cuestión de subsidiariedad", aseguró entonces el luxemburgués. En el proceso legislativo en la UE hay tres actores. La Comisión tiene la competencia exclusiva para proponer leyes. Después, son los colegisladores, el Parlamento Europeo —elegido por sufragio universal cada cinco años— y el Consejo, donde están representados los gobiernos, quienes negocian y aprueban el texto final. Si las partes no se ponen de acuerdo, la legislación nunca llega a aplicarse. De hecho, a menudo, algunas de esas propuestas acaban en un cajón. Un cajón que suele estar sobre todo en los despachos del Consejo. Es el caso de la propuesta para poner fin al cambio de hora estacional. El debate de este jueves obligará tanto al Ejecutivo como al Consejo a posicionarse sobre un tema que está en un cajón desde 2019 Para que las negociaciones legislativas tengan lugar, tanto el Parlamento como el Consejo deben acordar internamente una posición de partida. La Eurocámara tardó apenas unos meses en definir la suya. En marzo de 2019, los eurodiputados votaron masivamente a favor de eliminar el cambio de hora estacional. Sin embargo, han pasado seis años y los gobiernos han sido incapaces de ponerse de acuerdo. Para hacerlo, necesitan acordar su postura por mayoría cualificada. El cambio de hora no figura en estos momentos entre las prioridades políticas de Bruselas para 2026 Ahora España ha reavivado ese debate pidiendo relanzar la discusión en el Consejo. Tanto Polonia como Finlandia, que impulsaron la medida durante sus respectivas presidencias, apoyan la petición del Gobierno de Pedro Sánchez, llamando a buscar una salida al bloqueo. También la Comisión Europea respalda la petición. El debate en el seno del Parlamento Europeo este jueves obligará tanto al Ejecutivo como al Consejo a posicionarse. El comisario de Vivienda y Energía, Dan Jorgensen, reconoció el pasado lunes que poner fin al cambio horario dos veces al año es "la vía más lógica para avanzar". La Comisión trabaja en un informe sobre el impacto de la medida para el mercado único Pero este asunto no está entre las prioridades políticas para Bruselas. El programa de trabajo político para 2026 que la Comisión presentó el pasado martes no recoge ninguna medida al respecto. "Aunque este cambio horario estacional continuo puede no ser una prioridad en la agenda política de la UE, es una cuestión que preocupa a millones de ciudadanos de la Unión", reconoció al mismo tiempo Jorgenssen, que advirtió de que mientras no haya un acuerdo para poner fin al cambio estacional de hora, este continuará. . El comisario de Vivienda y Energía se comprometió en cualquier caso a "fomentar el consenso entre los Estados miembros". También aseguró que la Comisión trabaja en un informe sobre el impacto de la medida para el mercado único y el bloque en su conjunto. Fuentes de la presidencia danesa del Consejo han confirmado a EL PERIÓDICO que no avanzarán con el proceso legislativo mientras no haya un análisis sobre la mesa. Diversidad de zonas horarias Una de las grandes dificultades para poner fin al cambio es la diversidad de zonas horarias en el bloque. La mayoría de los países, entre ellos España por decisión de Francisco Franco en 1940, se encuentran en la zona de Europa Central. Irlanda y Portugal se sitúan en la zona horaria de Europa Occidental, y Bulgaria, Chipre, Estonia, Finlandia, Grecia, Letonia, Lituania y Rumanía, en la hora de Europa Oriental. Según la propuesta de la Eurocámara, los gobiernos europeos tenían que decidir si adoptaban el horario de verano o invierno de manera permanente, para evitar posibles disrupciones en el mercado único. El Parlamento planteaba la posibilidad de retrasar la entrada en vigor de la medida en caso de que hubiera riesgos. Al final, todo quedó en suspenso. Demanda social La iniciativa de Juncker en 2018 respondía, ya entonces, a una demanda social extendida por todo el continente. El Ejecutivo comunitario había hecho una encuesta al respecto unos meses antes y la reacción reveló "un fuerte deseo de cambio". La consulta alcanzó un número récord de respuestas, 4,6 millones. La mayoría de ellas venían de ciudadanos y un 84% estaba a favor de poner fin al cambio de hora. En cuestión de meses, la Eurocámara pactó su posición para negociar el texto final de la ley. Sin embargo, la propuesta que permitiría "evitar perturbaciones en el mercado interior y promover el bienestar de los ciudadanos" no fue acogida con la misma ambición por el Consejo de la UE, denuncia el Parlamento. El último cambio al horario de verano tendría que haber sido el 31 de marzo de 2019. Pero seis años después, los europeos siguen teniendo que ajustar el reloj.
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