22/10/2025 14:01
22/10/2025 14:01
22/10/2025 14:01
22/10/2025 14:00
22/10/2025 14:00
22/10/2025 13:59
22/10/2025 13:59
22/10/2025 13:58
22/10/2025 13:58
22/10/2025 13:58
» Diario Cordoba
Fecha: 22/10/2025 11:26
Isabel Preysler. Isabel Preysler acaba de presentar sus memorias: Mi verdadera historia. La casualidad ha querido que este momento incunable de la industria del libro en España —digo del negocio, no de la literatura, eso ya se verá, no he leído el contenido que sigue después de la portada al nombre de la socialite y ahora escritora, inmortalizado en versalitas superlativas—; ha determinado el azar, decía, que el acontecimiento me coja enfrascado en Ropa de casa, otro libro de memorias, este de la primera juventud de Ignacio Martínez de Pisón. "La mía ha sido una vida pequeña", admite humildemente el autor de Castillos de fuego. En sus memorias o fuera de ellas, jamás Isabel Preysler podrá decir que su vida ha sido pequeña. Tampoco podrá decir que es tan humilde (ni probablemente tan buena escritora) como el bueno de Pisón. A sus 74 años, a María Isabel Preysler Arrastia (Manila, Filipinas), que ha copado más papel cuché que todas las casas reales españolas de la historia y que dos terceras partes de las celebrities de todo el mundo, le llega la hora del papel ahuesado de los libros, el papel neutro y satinado de ochenta gramos procedente de bosques bien manejados y celulosa 100% libre de cloro, ese elemento natural del papel reciclado donde se rompen, asegura su editorial, "los mitos falsos que circulan sobre ella". La edita Espasa, o sea Planeta, de modo que apenas tendrá ya nada que envidiar al difunto Vargas Llosa, que publica ahí en rústica. Al final han acabado juntos… en la misma editorial. Alejo Carpentier, Stephen Hawking, Lorenzo Silva, Mario Vargas Llosa, Isabel Preysler y muchos más. Isabel Preysler es la reina de corazones —el título se le atribuye a Paco Umbral— y ahora también es la reina de Planeta y del planeta Celebrity. El libro de memorias huele a serie en Atresmedia. Isabel y Tamara, que ya tuvo serie en Netflix, se reparten amor, confidencias de madre e hija e ideas para el streaming. En lo literario, habrá que dilucidar en los próximos días qué tipo de memorias ha escrito Isabel. Siguiendo el canon del último premio Planeta, Juan del Val, "se escribe para la gente, no para una supuesta élite intelectual (…). Es muy de España que una supuesta élite intelectual descalifique las novelas que se venden". Qué sabremos nosotros, simples periodistas y escritores de periódicos. Lo escribe Pisón, y lo escribe tan claro que casi dan ganas de recomendarle a Juan del Val que lea Ropa de casa . "(…) Los escritores, seleccionando unas palabras y no otras, combinándolas de una forma y no de otra, podían generar belleza a la manera en que lo hacían los pintores, los escultores o los músicos". Isabel Preysler es de élite y es de masas, y no le hace falta que la élite lea sus memorias porque ella misma es la máxima representación de la élite en este país. Presenta su libro en el Ritz como Tom Wolfe podría hacerlo en el Waldorf, no en la fonda donde comienzan a idear historias muchos letraheridos. La élite y las masas, la autora total. Ungida por Umbral, no le faltará al respeto la élite intelectual. Isabel se ha ganado ese derecho. Sí. Coetánea de abuelos y abuelas de los actuales tiktokeros, fue la primera influencer hace casi cinco décadas. Lo que daría cualquier instagramer por convertirse en la imagen de Porcelanosa, Ferrero Rocher, Suárez o Rabat, joyerías más finas que las del Louvre. High class. No hay quien tosa a la Preysler en ese terreno, que es el suyo y de su invención. Es de la élite y es de las masas. Las masas reconocen a las mujeres de la élite porque les anteponen al apellido el artículo la, como si ello pudiera vulgarizarlas. El artículo es en sí mismo un título nobiliario, la línea roja que separa a los de arriba de los de abajo. Hay mujeres con clase y mujeres que son escuelas. La Preysler, la Thyssen, las Koplowitz, mujeres con casas de 2.000 metros cuadrados y trece cuartos de baño que ahora escriben libros o se los escriben. ¿Acaso importa eso? Las memorias de la Preysler se van a comer en ventas a Krasznahorkai y a Del Val, a la alta literatura y a la novela de supermercado, al Nobel y al Planeta. A la hora de escribir estas líneas, se conoce parte del contenido del libro por la entrevista exclusiva concedida a su revista de cabecera, ¡Hola!: "Lo mejor de Julio [Iglesias], su fuerza de voluntad y su capacidad de trabajo. De Carlos [Falcó], su bondad y su alegría de vivir. De Miguel [Boyer, al que conoció comiendo lentejas, no caviar ni foie] su inteligencia y su sentido de humor británico. De Mario [Vargas Llosa], su genio literario y su gran aportación a la cultura universal". La celebrity desvela en el libro las cartas de amor que le enviaba el nobel de Literatura, cartas de amor en tiempos de WhatsApp. Acostumbrada a tener la última palabra, la última carta se la envió ella a él: "Por favor, manda a alguien a recoger todas tus cosas", esa forma tan frecuente de romper relaciones que une en sacrosanta comunión a las élites y a las masas, al pueblo llano y a las reinas del planeta. Suya es la corona.
Ver noticia original