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» El Ciudadano
Fecha: 22/10/2025 09:16
Siendo sumamente cuidadosos y dependiendo del uso que se le da, el celular puede durar tres o cuatro años, fácil, pero, en un contexto donde los dispositivos se renuevan cada año por modelos nuevos con más y mejores funciones, muchas personas buscan alternativas para no generar más residuos tecnológicos ni gastar de más. Por eso, la buena noticia es que, con simples ajustes, un celular viejo puede recuperar velocidad y eficiencia sin necesidad de reemplazarlo. El primer paso para acelerar un equipo es liberar espacio de almacenamiento. Las fotos, videos y archivos acumulados ocupan gran parte de la memoria y ralentizan el sistema. Subirlos a la nube o transferirlos a una computadora ayuda a mejorar el rendimiento general del dispositivo. Otro truco clave es eliminar o desactivar aplicaciones que no se usan. Muchas aplicaciones corren en segundo plano, consumen datos y batería sin que el usuario lo note. Es por eso que, revisar los permisos y desinstalar las que no sean esenciales puede marcar una diferencia inmediata. También es recomendable actualizar el sistema operativo y las aplicaciones. Las versiones más nuevas suelen corregir errores, optimizar procesos y reforzar la seguridad del celular. Aunque algunos equipos antiguos no soporten la última actualización, siempre conviene mantener el software al día. Un cuarto consejo es limpiar la memoria caché y los archivos temporales. Existen herramientas gratuitas que ayudan a eliminar datos innecesarios y a mejorar el arranque del teléfono. Este paso puede hacerse de forma manual o automática, según la configuración del sistema. Además, reducir los efectos visuales y la animación del sistema ayuda a que los recursos se concentren en tareas más importantes. En Android, por ejemplo, es posible ajustar la escala de animación desde las opciones de desarrollador, lo que da una sensación de mayor velocidad. Desde una mirada sustentable, extender la vida útil del celular no solo beneficia al bolsillo, sino también al planeta. Cada dispositivo contiene metales y componentes difíciles de reciclar, por lo que aprovecharlo al máximo reduce la huella ecológica. Por último, si el teléfono sigue funcionando pero necesita un impulso extra, se puede reemplazar la batería o restaurar el equipo a su configuración de fábrica. Con estos cinco pasos, cualquier celular viejo puede volver a rendir como nuevo, combinando tecnología y consumo responsable.
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