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  • Eugenio Malaponte: “El problema de Argentina es la corrupción”

    » El Ciudadano

    Fecha: 22/10/2025 05:59

    El candidato a diputado nacional por la Coalición Cívica Eugenio Malaponte cuestionó la situación política nacional y argumentó que el problema es la corrupción del sistema político actual. Señaló que el alejamiento de la política de las necesidades de las personas y cuestionó a los partidos políticos, al tiempo que mencionó la necesidad de “instalar un troyano” en el Congreso para llevar adelante estos debates. —¿Cómo analizás el escenario político electoral de cara a las elecciones del domingo? —Creo que hay una sensación rara en toda la sociedad y el político no es ajeno a esa sensación. Se nos van escapando las soluciones o se nos van cerrando puertas. Lo de Milei es un fenómeno político bastante interesante porque surge por afuera del sistema y a los dos años te das cuenta que también está robando. Cuando surge como una reacción frente a la casta, frente a la corrupción y a los dos años te das cuenta que el tipo apenas arrancó ya estaba robando, te ponés en un lugar donde decís, «¿para dónde salgo corriendo?». Porque nos robaron los radicales, nos robaron los del PRO, nos robó el kirchnerismo y ahora este tipo. Yo no soy anarcocapitalista, pero alguna esperanza encendió y creo que ha hecho algunas cosas buenas. Pero también roba. Estoy convencido de que el problema de Argentina es la corrupción. La corrupción pudre todo, pudre las instituciones, hace que todo funcione mal, hace que la sociedad cada vez vaya avanzando en un sentido de no respetar reglas, normas, códigos y eso es muy grave porque genera un deterioro en las relaciones que repercute en la economía, en la familia, en la vida social, en la violencia. El tema es que cómo comprobamos quién no chorea, porque éste venía denunciando a los corruptos y la hermana ya se estaba llevando un 3%. Me parece que no está bueno lo que viene pasando en Argentina. —¿Y cómo se combate la corrupción? —Es una cuestión sistémica. Es un problema del sistema político porque es el que quebró la representación entre la sociedad y el gobierno. Hoy los candidatos son amigos de uno que está en el gobierno o son conocidos, pero ninguno de esos candidatos surge de la población, ninguno tiene una carrera política, ninguno tiene una idea clara que viene defendiendo una bandera. Son tipos que llegan totalmente de paracaidistas y están ahí porque son amigos de alguno y se prenden en un sistema de choreo generalizado. La política es como una empresa anónima que tiene a sus gerentes, su mesa directiva, que algunos son candidatos y a otros no los ves nunca, pero deciden la suerte de todos. Y a vos no te dejan entrar en esa empresa. Ellos están apropiándose del Estado. Pertenecer a un partido político es la única vía para entrar al gobierno. Y hoy nadie quiere ser afiliado ni parte de un partido político. Hoy eso es mala palabra. Sin embargo, los partidos políticos son los que definen toda la política en la Argentina. Eso me parece gravísimo. Los gastos en campaña son absolutamente antidemocráticos. Y vos no podés competir contra los candidatos oficiales. Esto es claramente una oligarquía. La oligarquía es una deformación del sistema político que significa que gobierna un grupo de poder. El grupo de poder es la política. Hay que cambiar el sistema. La gente decidió no ir a votar. Lo entiendo porque ir a votar entre esta gente es complicado, pero no es la solución porque los beneficiás a ellos. Es un momento feo para todos y creo que el político que está ajeno a ese sentimiento es porque es parte del problema. —¿Cómo se hace para luchar contra esa corrupción del sistema político que mencionás dentro del mismo sistema? —Deberíamos cambiar las leyes pero quienes tienen esa tarea son los diputados y los senadores, que son los que se benefician de todo este sistema. —¿Cómo se convoca a la ciudadanía a que vuelva a creer en la política? —Es necesario que la gente se ponga a pensar y a investigar. Es una responsabilidad social ser ciudadano. En Grecia al que no participaba de la vida pública le decían idiota, pero también soy consciente que la gente no llega al 15. Estamos tapando agujeros todo el tiempo y encima te tenés que tomar el tiempo para ponerte a investigar, a estudiar. Es una situación difícil y muy complicada, porque si hubiese una solución creo que la gente la apoyaría. Por otro lado, yo puedo tener la solución pero ¿a dónde la digo? ¿a dónde la comunico? Porque la prensa es parte del problema. Entonces no es solamente la política, sino es que es un sistema que incluye al Estado, a los medios de comunicación y un montón de cosas. Antes la militancia salía a la calle a pegar carteles con engrudo y ahora ves unos carteles enormes contra los que no podés competir. Pero ese candidato después de las elecciones se borra, en cambio el otro le tenía que responder a la militancia que le iba a pegar carteles. Ese pequeño detalle te marca cómo se deterioró la política argentina y la relación entre la sociedad y sus representantes. Esto no es una democracia, ni siquiera indirecta. —¿Cómo hacés para diferenciarte de este sistema que cuestionás? —Toda mi vida me peleé con todo. Me echaron del radicalismo. Después tuvieron que dar marcha atrás. Pero me echaron porque lo criticaba a Pullaro cuando yo era convencional nacional del partido. Mi abuelo fue vicegobernador. Podría haber aprovechado eso y acceder a un cargo y cobrar 10 palos por mes. Y sin embargo, estoy tapando agujeros con mi negocio. Pero puedo dar crédito de lo que hice. ¿Por qué hay una sociedad que castiga la corrupción y votó a Pullaro sin recordar que tenía un tipo que durante 10 años fue su mano derecha y terminó condenado como jefe de una banda? Hay que hacer un análisis más sociológico porque tampoco es cuestión de echarle la culpa a la gente. Este sistema es inviable porque puede corromper también a los tipos que pueden llegar limpios. Es terrible. Seisas llega diciendo que iba a limpiar el Senado, no hizo nada y la levanta igual. —Vos te presentás como candidato a diputado nacional, ¿cuál quisieras que sea tu aporte desde el Congreso? —Todo se puede hacer. Pero te tienen que votar los proyectos. Si no metemos un troyano en el sistema, nunca lo vamos a combatir. Hoy vemos una pobreza total en la ciudad y es todo por culpa de este sistema. —¿Cuáles serían los ejes en los que quisieras trabajar? —El eje más importante para mí son los partidos políticos. El partido político tiene que ser un instrumento de la democracia, no una propiedad de unos vivos que usan los partidos políticos para ubicarse ellos. Los partidos políticos tienen que ser un canal de comunicación entre la sociedad y sus representantes. Ya no hay ideología, no hay posicionamiento. Lo que hoy te sirve mañana capaz que no te sirve más. La sociedad no produce más Arturo Ilia o Hipólito Irigoyen. En ese momento en la sociedad se pensaban las cosas colectivamente, hoy el ser humano piensa todo individualmente. Eso significa que vos no podés esperar que ese tipo sea un héroe y que no choree. A ese tipo lo tenés que controlar de arriba a abajo. No podés esperar un sistema de héroes porque no existe. Son cosas que habría que, como un caballo de Troya, meterlas dentro del sistema para que la gente las pueda escuchar. Yo he luchado siempre, me he presentado como candidato siempre diciendo estas cosas con el cual soy un paria en mi partido hoy. —¿Cómo implementarías estas ideas en un proyecto concreto en el Congreso? —El tema de los partidos políticos no es algo que pueda pasar hoy en un proyecto, pero sí hay que estudiarlo bien y presentarlo. El partido político tiene que ser abierto a la ciudadanía. Que pueda haber candidatos sin ser afiliados. Y después las campañas. Es inviable que se financie con el Estado. Esas cosas tienen que estar en un proyecto de ley, que van a votar dos personas, pero estás instalando el troyano en el sistema. —¿Qué se pone en juego en esta elección? —Hay una batalla entre dos poderes, un poder político que está asomando y un poder político que se resiste. El poder político que está asomando ya demostró que la corrupción, el odio que el tipo mete en la sociedad, es absolutamente negativo. Creo que está loco Milei, ha servido para encaminar de alguna manera la economía desastrosa que tenemos. Pero no coincido con los recortes en educación, en otros logros sociales como la lucha de género. Tampoco quiero que Milei se vaya. Quiero que cumpla su mandato y quiero que arregle la economía.

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