21/10/2025 15:43
21/10/2025 15:43
21/10/2025 15:42
21/10/2025 15:42
21/10/2025 15:42
21/10/2025 15:42
21/10/2025 15:42
21/10/2025 15:42
21/10/2025 15:41
21/10/2025 15:41
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 21/10/2025 12:59
El cometa Lemmon regresa tras más de un milenio, su brillo verdoso será visible a simple vista durante las noches de octubre y noviembre (EarthSky) Cuando el cielo parece repetir su rutina estelar cada noche, la irrupción de un cometa rompe la monotonía del cosmos para deleite de millones de espectadores en todo el mundo. Este año, ese papel protagónico lo ocupa el cometa Lemmon (C/2025 A6), una joya verde y luminosa que se prepara para alcanzar su máximo esplendor entre finales de octubre y comienzos de noviembre. Descubierto en enero por el astrónomo Carson Fuls desde el Observatorio Mount Lemmon, en Arizona, el cuerpo celeste se convirtió en tiempo récord en el candidato al mejor cometa de 2025. Descubierto en enero de 2025 en el Observatorio Mount Lemmon, este cometa completa una órbita alrededor del Sol cada 1150 años (EarthSky) Los astrónomos coinciden en que se trata de una oportunidad única en la vida. Lemmon completa una vuelta alrededor del Sol cada 1.150 años, por lo que nadie vivo hoy volverá a contemplarlo. Este paso es especialmente favorable para los observadores del hemisferio Norte, que ya pueden disfrutar de su brillo creciente en el cielo vespertino. Aunque aquellos que viven el el hemisferio Sur también tendrán la oportunidad de verlo a partir de noviembre. Desde principios de octubre, el cometa se desplazó bajo la constelación de Bootes y comenzó a perfilar una trayectoria que lo llevará frente a Ofiuco en Halloween, cuando alcanzará su punto más cercano a la Tierra, a unos 90 millones de kilómetros. Un visitante verde que regresa tras un milenio El cometa alcanzará su punto más cercano a la Tierra el 21 de octubre, a unos 90 millones de kilómetros y con una magnitud cercana a 3 (Mount Lemmon) Los cometas son viajeros del tiempo. Proceden de los confines helados del Sistema Solar, y cada paso cercano al Sol los transforma. En el caso de Lemmon, su órbita lo trae de regreso después de más de mil años de ausencia. Su anterior visita ocurrió cuando Europa aún no había inventado la imprenta y las civilizaciones mesoamericanas seguían observando el cielo con ojos de piedra y fuego. El cometa, de entre 10 y 20 kilómetros de diámetro, está compuesto por una mezcla de hielo, polvo y roca. A medida que se acerca al Sol, los hielos subliman y liberan gases que, al interactuar con la radiación solar, le otorgan su característica cola verdosa y azulada. Este tono se debe principalmente al carbono diatómico, una molécula que brilla con un resplandor verde intenso cuando se excita con la luz del Sol. Lemmon fue catalogado oficialmente como C/2025 A6. Su órbita se inclina 143,7 grados respecto al plano de los planetas, lo que significa que se mueve en dirección retrógrada, contraria a la de la mayoría de los cuerpos del Sistema Solar. Esta inclinación hace que el cometa ascienda hacia el norte durante su perihelio, favoreciendo a los observadores del hemisferio boreal. Los astrónomos calculan que el cometa no volverá a verse hasta el año 3025, lo que lo convierte en un evento único en la vida humana (EarthSky) El astrónomo Harvey Smith, profesor asociado de cirugía ortopédica en Penn Medicine y aficionado a la astronomía, bromeó en una entrevista que el fenómeno “es una clase magistral gratuita de mecánica celeste”, porque permite ver cómo una simple variación orbital cambia completamente el destino de un cuerpo celeste. En el caso de Lemmon, ese cambio fue literal: en abril pasó a 348,5 millones de kilómetros de Júpiter, y la atracción gravitacional del gigante gaseoso acortó su período orbital en unos 200 años. Ahora, su ciclo se redujo a 1.154 años. Esto significa que quienes levanten la vista este octubre estarán siendo testigos de un suceso que no volverá a repetirse hasta el año 3025. Es, en efecto, un espectáculo irrepetible en la escala humana. Dónde y cuándo ver al cometa Lemmon: la cita cósmica de Halloween El Lemmon cruzará el cielo del hemisferio norte en Halloween, cuando su resplandor será más intenso y visible desde zonas oscuras ( Freepik) El cometa Lemmon se ha vuelto más brillante a medida que se aproxima a la Tierra. En la actualidad, brilla con una magnitud estimada entre 4 y 2,5, lo que lo coloca en el límite de la visibilidad a simple vista desde lugares con cielos despejados y poca contaminación lumínica. Su aspecto, sin embargo, varía según el instrumento: a simple vista parecerá una estrella difusa y tenue, mientras que con binoculares mostrará una mancha luminosa con un núcleo más intenso y una corta cola dirigida en sentido opuesto al Sol. El mejor momento para observarlo será entre el 25 y el 31 de octubre, cuando el cometa alcance su brillo máximo y se ubique relativamente alto sobre el horizonte occidental poco después del atardecer. Esa coincidencia temporal le valió el apodo de “el cometa de Halloween”, un guiño a su aparición en las noches más oscuras del año boreal. Su característico tono verde se debe al carbono diatómico, un gas que brilla cuando interactúa con la radiación del Sol en el espacio (Mount Lemmon) Durante los primeros días de noviembre, Lemmon cruzará frente a la constelación de Ofiuco y, posteriormente, comenzará a desvanecerse. Para finales de mes, estará demasiado bajo en el cielo para ser visible desde el norte. Los observadores del hemisferio sur tendrán su turno durante noviembre, cuando el cometa aparezca al anochecer en dirección noroeste, visible con binoculares o pequeños telescopios. La astrofísica Mara Vucich, del Maryland Spine Center —una apasionada observadora del cielo en su tiempo libre—, explicó que el fenómeno “no solo emociona por su rareza, sino también por su potencial educativo, porque muestra cómo la dinámica gravitacional de los planetas altera las trayectorias de los cometas con cada paso cercano”. Los aficionados a la astronomía ya comparten en redes sociales las primeras imágenes del cometa tomadas desde Europa, Canadá y Japón. En ellas se observa una estela verde brillante, visible incluso con cámaras no profesionales. Según expertos, el Lemmon podría igualar el brillo del cometa Neowise, que maravilló al mundo en 2020. Dos cometas en el cielo: un fenómeno excepcional Desde lugares sin contaminación lumínica el Lemmon podrá observarse a simple vista, aunque los binoculares revelarán más detalles (EarthSky) El Lemmon no viaja solo. Este octubre también se aproxima el cometa SWAN (C/2025 R2), descubierto en septiembre por el instrumento SWAN del Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO). A diferencia del Lemmon, el SWAN es visible mejor en el amanecer y pasará a solo 39 millones de kilómetros de la Tierra, una distancia inferior a la de su compañero. Tener dos cometas relativamente brillantes visibles al mismo tiempo es un evento poco común. Los astrónomos calculan que ambos alcanzarán su máximo brillo entre el 20 y el 21 de octubre, generando un breve periodo de “doble espectáculo cósmico”. Mientras el Lemmon dominará el cielo del atardecer, el SWAN será protagonista en las primeras horas del amanecer. Cómo observarlo y fotografiarlo El Cometa Lemmon apareció en enero y rápidamente se convirtió en el candidato al mejor cometa de 2025 Para aprovechar al máximo la experiencia, los especialistas recomiendan buscar sitios alejados de la contaminación lumínica, como zonas rurales o parques naturales. Lo ideal es llegar al lugar alrededor de las 18 horas, cuando el Sol comienza a ponerse, y permitir que los ojos se adapten a la oscuridad. No se necesita equipo sofisticado: basta con binoculares o incluso con la vista desnuda, aunque un pequeño telescopio puede mejorar la experiencia y revelar más detalles del núcleo y la cola. Para quienes quieran registrar el fenómeno, las cámaras y los teléfonos inteligentes actuales son suficientes. Los expertos aconsejan usar trípode, una exposición de 10 a 20 segundos, apertura amplia y sensibilidad ISO alta (entre 1600 y 3200). En exposiciones más largas, el movimiento del cometa puede notarse, creando un efecto de trazo sobre el fondo estrellado. “Los cielos oscuros son clave”, subrayan los astrónomos. La luz de la Luna o de las ciudades puede borrar los detalles más sutiles. Aplicaciones móviles como Star Walk 2 ayudan a localizar la posición exacta del cometa y a calcular el mejor momento de observación. El cometa mide entre 10 y 20 kilómetros de diámetro, su núcleo helado libera gases que forman una brillante cola verde y azulada (Mount Lemmon) Algunos observadores del norte ya reportaron que, en zonas por encima de los 48° de latitud, Lemmon se volvió circumpolar —es decir, nunca se oculta bajo el horizonte—, aunque ese rango geográfico se reduce con el paso de los días. Para la mayoría de los países del norte, el mejor horario de observación será justo después del ocaso. El paso del cometa Lemmon no solo ofrece una postal espectacular, sino también una ventana científica. Cada cometa que visita el Sistema Solar interior ayuda a los astrónomos a comprender mejor los procesos que dieron origen a los planetas y al propio Sol. Estos cuerpos conservan material primitivo, restos de la nube de gas y polvo que formó nuestro sistema hace más de 4.500 millones de años. El Observatorio Mount Lemmon, que dio nombre al cometa, pertenece al programa Catalina Sky Survey, uno de los principales centros de detección de objetos cercanos a la Tierra. Desde allí se monitorean asteroides y cometas potencialmente peligrosos, pero también se descubren joyas como esta, cuyo paso solo puede contemplarse una vez cada milenio. Júpiter alteró su órbita en abril de 2025, acortando su período orbital en dos siglos y cambiando su trayectoria retrógrada (EarthSky) Los astrónomos insisten en que los cometas son impredecibles. A veces se desintegran al acercarse al Sol, otras superan todas las expectativas. Por ahora, Lemmon sigue cumpliendo con lo prometido: cada noche brilla un poco más, y cada observador que lo mira sabe que está presenciando algo irrepetible. Cuando el calendario marque el 31 de octubre y el cielo del norte se tiña de verde, el planeta entero compartirá un mismo acto de asombro. El cometa Lemmon cruzará las constelaciones con su cola luminosa extendida, un visitante de otro tiempo que vino a recordarnos que el universo, incluso en su infinita distancia, sigue sabiendo sorprendernos.
Ver noticia original