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» Sin Mordaza
Fecha: 20/10/2025 20:09
Este lunes por la tarde, Colón volvió a los trabajos en el Predio 4 de Junio, iniciando la segunda semana de entrenamientos luego del cierre de su participación en la Primera Nacional. El equipo sabalero logró mantener la categoría, aunque terminó lejos de la pelea por el ascenso, y ahora atraviesa una etapa de transición en medio de la incertidumbre institucional. El plantel trabaja bajo la conducción de Ezequiel Medrán, quien continúa al frente del equipo mientras espera definiciones sobre su continuidad. Su contrato rige hasta diciembre de 2026, pero su futuro dependerá de lo que ocurra en las elecciones del próximo 30 de noviembre, cuando una nueva comisión directiva asuma las riendas del club. A pesar del parate y del contexto político, el cuerpo técnico optó por mantener una planificación exigente y organizada, con sesiones físicas, tácticas y técnicas orientadas a sostener el ritmo competitivo y fortalecer la cohesión del grupo. La dinámica se asemeja a una pretemporada corta, con el objetivo de llegar con buena base al próximo torneo, más allá de los cambios que puedan venir. En el aspecto médico, Gonzalo Soto, Tomás Gallay y Agustín Giménez continúan trabajando de manera diferenciada, en la última fase de sus respectivas recuperaciones musculares. Los tres tienen contrato vigente hasta 2026, y su evolución será evaluada para definir si integrarán el nuevo ciclo futbolístico tras los comicios. En cuanto al plantel, se confirmaron las salidas de José Barreto y Joel Soñora, quienes rescindieron sus vínculos con la institución. Por su parte, los juveniles permanecen bajo la supervisión de Martín Minella en la Reserva, con posibilidades de ser promovidos nuevamente al primer equipo en el corto plazo. Actualmente, los jugadores se dividen en dos grupos: aquellos con contratos próximos a vencer realizan tareas más livianas, mientras que los que tienen vínculo prolongado entrenan con normalidad bajo las órdenes de Medrán y su cuerpo técnico. En este escenario de transición, Colón busca mantener el orden interno, la disciplina y el compromiso, mientras los dirigentes y candidatos proyectan el modelo deportivo que desean implementar a partir de diciembre. Entre la espera y la incertidumbre, Medrán intenta sostener la motivación y el espíritu competitivo de un grupo que cerró un año complejo, pero que todavía conserva el deseo de reencontrarse con el trabajo, la identidad y la esperanza de un nuevo comienzo.
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