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» La Capital
Fecha: 19/10/2025 13:14
Andrea Avila, CEO de Randstad, trazó en el marco del coloquio de Idea un panorama complejo del mercado laboral “El país necesita volver a generar empleo genuino”. Andrea Avila, CEO de Randstad Argentina, sostuvo que “el mercado laboral no está ajeno a la incertidumbre política y económica. Y si bien aclaró que “hay luces y sombras en diferentes sectores”, el resultado final es que no se están creando puestos de trabajo, como consecuencia de la falta de crecimiento económico”. Según Ávila, la foto actual del mercado laboral es de “contrastes”. Existen sectores que muestran señales positivas, mientras otros continúan en retroceso. “En Santa Fe, especialmente en el cordón vinculado al agro, hay una reactivación producto de la salida de las retenciones y las mayores posibilidades de exportar, esto se empezó a ver hace muy poquito tiempo, en el último mes y medio”, explicó. La especialista ve un cambio de tendencia en la zona de San Lorenzo y alrededores. “Se están generando nuevos puestos de trabajo que habían quedado en pausa, sobre todo en todo lo vinculado al movimiento de granos y las exportaciones”, detalló. El contraste lo marcan sectores como el consumo masivo, los servicios y la industria textil, que siguen sin recuperarse. “Ahí la generación de empleo no se da. Son sectores muy castigados y que todavía no logran repuntar”, advirtió. En el otro extremo, mencionó a la industria tecnológica, donde continúa la expansión, aunque a un ritmo más moderado. Consultada sobre cómo están reaccionando las compañías frente a este escenario de estancamiento, Avila fue clara: no hay despidos masivos, pero sí una fuerte cautela. “Las empresas están acomodándose, tratando de transitar esta etapa de incertidumbre sin perder fuerza laboral ni talento, para que cuando llegue la reactivación económica, estén preparadas”, explicó. “Los industriales, en particular, hacen un esfuerzo enorme por cuidar a sus trabajadores. Saben que después cuesta volver a formarlos. Hay una conciencia muy clara de que el talento es un activo estratégico”, añadió. Para la CEO de Randstad el objetivo de este año pasa por sostener la empleabilidad y ganar tiempo hasta que lleguen señales más claras de recuperación. “Vamos a cerrar el año en este contexto: un escenario complejo, pero en el que las empresas priorizan cuidar y no perder talento. La expectativa está puesta en que el 2026 nos presente una reactivación real, acompañada de las reformas que necesitamos para ser un país más productivo”, proyectó. La inteligencia artificial y el trabajo Uno de los temas que atravesó el Coloquio fue el impacto de la inteligencia artificial (IA) en el mundo laboral. Avila, que lidera una de las firmas globales más destacadas en materia de empleo y recursos humanos, cree que la IA no es una amenaza sino una herramienta que puede potenciar las capacidades humanas. “La inteligencia artificial hoy es una herramienta más que, en mayor o menor medida, todas las empresas estamos incorporando para hacer más sencillo nuestro trabajo”, explicó. “Un ejemplo simple: antes, en una reunión, tomábamos la minuta en forma manual. Ahora podemos hacerlo con una aplicación de IA que luego revisamos. Son pequeñas optimizaciones que nos permiten dedicar más tiempo a generar nuevos negocios, innovar y potenciar el negocio”, ilustró. Sin embargo, advirtió que esta transformación tecnológica exige nuevas competencias. “Tenemos la responsabilidad de producir el upskilling y reskilling de nuestra fuerza laboral para reubicarla en otras áreas. Y como ciudadanos también debemos estar abiertos a aprender. Este es un cambio que llegó para quedarse”, afirmó. Leer más: Caputo prometió una reforma laboral "más ágil" y negó una devaluación Lejos de las visiones catastrofistas, Avila se define como parte de “la biblioteca positiva”. “No creo que las nuevas tecnologías vengan en detrimento del empleo. No tiene sentido crear tecnología para generar millones de desempleados que luego no podrían consumir los bienes y servicios que las empresas producen. Es un círculo que no cierra”, argumentó. Y agregó: “Vamos a tener que emplearnos de otra forma, con otras capacidades, y tal vez en otros sectores. Pero el ser humano siempre ha tenido la capacidad de reinventarse. Ya atravesamos revoluciones tecnológicas antes, y esta no será la excepción”. Un mundo laboral más complejo y en red Al mirar hacia adelante, Avila evita los pronósticos fáciles. “No estamos en un momento de hacer predicciones. Sí sabemos que estamos dentro de un sistema laboral cada vez más complejo”, reconoció. “Las empresas ya no solo trabajan con sus empleados directos: se integran en redes que incluyen proveedores, freelancers, tercer sector. Es un ecosistema laboral interconectado que exige una mirada distinta”, describió. En ese nuevo entorno, la velocidad del cambio se convirtió en la regla. “Todos los días nos levantamos con algo que viene a modificar o impactar la forma en que trabajamos. Tenemos que adaptarnos a esta nueva manera de vivir el mundo: altamente veloz, cambiante e incierto. La tecnología no es algo del futuro, es algo del presente”, enfatizó. Finalmente, dejó una reflexión sobre el futuro del trabajo: “No sabemos exactamente cómo será, pero sí tengo claro que necesitamos seguir aprendiendo. Y para aprender cosas nuevas, también hay que desaprender otras. Tenemos que dejar atrás hábitos y conocimientos que ya no nos sirven, para poder mirar hacia adelante y seguir siendo empleables”. Avila reconoció que la Argentina atraviesa un momento económico difíci pero apuesta a la resiliencia del talento argentino y a la capacidad de adaptación de las empresas. “El país necesita volver a generar empleo genuino. No hay soluciones mágicas, pero sí hay oportunidades si logramos impulsar la productividad, modernizar las reglas laborales y acompañar el cambio tecnológico”, concluyó.
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