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Parana » El Once Digital
Fecha: 19/10/2025 08:30
Por el Día de la Madre, Claudia Meier y Johana Kerps contaron cómo equilibran el trabajo en el tambo con la maternidad. Entre rutinas exigentes, distancias y desafíos, relataron la vida rural desde su esfuerzo diario y sus sueños para el futuro de sus hijos. Día de la Madre. El trabajo en el campo no es fácil para nadie, pero cuando se trata de ser mamá y, a la vez, mantener una vida laboral activa en el tambo, la carga se multiplica. En el reciente segmento de Moviendo el Avispero, emitido por Elonce Radio & Streaming 98.7, dos mujeres rurales compartieron sus experiencias de vida y cómo logran equilibrar sus tareas laborales con el cuidado de sus hijos. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Moviendo el Avispero (@moviendo.elavispero) Las protagonistas, Claudia Meier y Johana Kerps, relataron la realidad de ser madres, trabajadoras del campo y gestoras del hogar. En sus testimonios, se reflejan las jornadas extensas, los desafíos logísticos y el esfuerzo cotidiano que demanda el trabajo rural. “Nosotros nos levantamos y venimos los dos juntos al tambo. Los chicos se van solos a la escuela secundaria, mientras nosotros estamos sacando leche. Después de terminar, yo sigo con la casa hasta la tarde”, explicó Claudia Meier, quien, junto a su esposo y sus hijos, trabaja en el establecimiento La Mateada. Organización y trabajo compartido La organización del día, explicó, es una coreografía bien ensayada en la que cada integrante de la familia cumple un rol. Ella se ocupa del hogar, la escuela de los chicos y la logística del tambo. Por su parte, Johana Kerps, que vive en un establecimiento cercano, también destacó la cooperación dentro del hogar: “Yo lo ayudo a él, él me ayuda a mí y cada uno tiene su parte en el trabajo del tambo”, comentó. Si bien las mujeres rurales trabajan en conjunto con sus parejas, el reto de ser madre en el campo se hace evidente, sobre todo cuando surgen imprevistos o emergencias. “A veces no es sencillo por la distancia. No es lo mismo si uno está en el pueblo que tener que viajar largas distancias para llevar al niño al médico”, señaló Johana. Su relato refleja una de las mayores dificultades de la vida rural: la falta de accesibilidad a servicios básicos como salud o transporte, que obliga a planificar cada movimiento con anticipación. Hijos, escuela y vínculo con el campo Los hijos también tienen un papel importante dentro del entorno rural, aunque no siempre con el mismo entusiasmo. Claudia contó que, mientras ella y su esposo realizan las tareas del tambo, los chicos van a la escuela y por la tarde colaboran en otras labores del campo. “A mis hijos por ahí no les gusta mucho el tambo, pero les gusta andar en tractor y racionar a las vacas. Eso sí les gusta”, dijo, mostrando cómo el amor por el trabajo agrícola varía entre los miembros de la familia. Otro tema recurrente entre las entrevistadas fue la educación de los hijos y la importancia de ofrecerles un futuro con más oportunidades. “De mi parte, si ellos querían estudiar, tenía que apoyarlos. Es mejor si ellos querían estudiar porque hoy en día se trabaja con mucha más tecnología. Mientras más preparados estén, mejor”, reflexionó Claudia. Ambas coincidieron en que la educación es la llave para un futuro distinto, aunque adaptarse a los horarios del campo y las exigencias escolares no siempre sea sencillo. Vocación, sacrificio y esperanza Por su parte, Johana recordó su vínculo de toda la vida con la actividad rural. “Nací en Paraná, pero me vine a vivir al campo con mi papá. Hacía tambo con ellos y lo seguiría haciendo. Nos gusta, me gustan los animales”, contó. A pesar del esfuerzo físico y las condiciones duras, su vocación por el trabajo en el campo se mantiene intacta. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por eloncetv | eloncecom (@eloncecom) El sacrificio y la dedicación diaria que implica el trabajo rural, sumados a la crianza de los hijos, son evidentes. Sin embargo, tanto Claudia como Johana muestran resiliencia y compromiso familiar. “Lo que más me gustaría es que ellos sigan estudiando y sigan algo que quieran hacer, sea relacionado con el campo o no”, concluyó Claudia, dejando en claro que, aunque el trabajo rural es duro, el futuro de sus hijos siempre está en primer lugar. (Elonce)
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