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  • Tribulaciones de un gabinete en crisis

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 19/10/2025 04:49

    Javier Milei junto a sus principales funcionarios En un mar de dudas, hay una sola premisa en la que están de acuerdo los distintos sectores que integran el Gobierno: así no se puede seguir. Hasta allí llega la coincidencia porque luego las soluciones que imaginan para un mejor funcionamiento puertas adentro se contraponen al punto de pretender la extinción del otro. Es curioso cómo un Presidente que ejerció un liderazgo implacable durante el primer año de gestión, permitió en los últimos meses que echaran raíces fuertes y se expandieran las internas en el seno del poder. Los hermanos Milei no comparten al resto su plan final respecto de los cambios de gabinete y el ciclo que viene, hecho que se da por descontado después de las elecciones legislativas básicamente porque quedan al menos tres vacantes (Vocería, Seguridad y Defensa) y debido a que el propio líder libertario admitió el posible desembarco formal de Santiago Caputo. El asesor presidencial despliega desde hace semanas un proceso de instalación de su perfil público, con una cuenta de X oficial y la difusión de actividades. El sendero indica el fin de su papel detrás de escena, una especie de “monje negro” 2.0, y el inicio de una nueva etapa. Su rol hace tiempo excede la de un gurú del marketing político, asumiendo la gestión de otros asuntos. Lo que le queda de la época de su consultora Move —se desprendió de sus acciones— es parte del plantel al que colocó a los servicios del Gobierno. De hecho, el único de los socios que permanece en la empresa es Derek Hampton y, en el marco de formalizar esa separación, está mudando las oficinas de la calle Arenales, en Recoleta, a Retiro. Santiago Caputo y Javier Milei No se sabe exactamente en qué cargo podría recalar Caputo, pero por las áreas que ya maneja y por su injerencia en la toma de decisiones no hay otro destino más que la Jefatura de Gabinete. Cualquier otra opción sería limitar atribuciones que hoy tramita de facto, y no tendría incentivos para ese tipo de salto. Es ahí donde aparecen las inquietudes. Guillermo Francos, quien ostenta ese puesto, se acercó más que nunca a la intimidad de Javier y Karina Milei post derrota de la provincia de Buenos Aires. Goza de cierto sponsoreo empresario, en especial de aquéllos que opinan que Karina y Santiago son dos caras de la misma irracionalidad. Quizá por eso, a priori, fue beneficiado con la única modificación después de tremendo revés: ascendieron a Lisandro Catalán, de su riñón, a ministro del Interior. Ese enroque fue meramente cosmético, pero fue al menos una señal. Los Menem, Lule y Martín, observan las elucubraciones que entronan al consultor, declarado enemigo, con distancia. También consideran que se necesita barajar y dar de nuevo. “Nos quedamos sin nafta”, se le escuchó decir al presidente de la Cámara de Diputados, en relación al oficialismo. La clave para ese sector y el denominado “karinismo” es qué hará la secretaria general de la Presidencia. Hasta ahora, Karina usó el poder de veto, y no el de designación. No hay ministros puestos por ella, ni que le reporten exclusivamente. Los Menem siempre pensaron que hay una situación despareja en tanto Caputo se quedó prácticamente con la botonera: la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (Arca), los ministerios de Justicia y Salud, el área de Legal y Técnica, sumado el canal blue de relaciones con la política y Estados Unidos. Y, vaticinan, es momento de revertirlo, con un reseteo que le otorgue casilleros a la hermana del Presidente. Martín Menem Al igual que Caputo, los Menem no muestran buena consideración hacia Francos, ni tampoco quieren ponerle alfombra roja para su ingreso a Mauricio Macri. Pero la posibilidad de una alianza con el PRO y los gobernadores es una exigencia de Estados Unidos. El resultado marcará cuál es el nivel de necesidad de Milei, lo que sí siempre fue una certeza es que aunque gane (cuyas chances se fueron debilitando a lo largo del año) no va contar con mayoría propia para sancionar reformas. El todos contra todos incluye también la incomodidad de Manuel Adorni, que se siente esmerilado por Las Fuerzas del Cielo, al mando de Caputo. El vocero dejará su cargo para jurar en la Legislatura porteña pero se presumía que podía volver para asumir otro puesto. Aún así, la Secretaría de Comunicación y Medios quedaría bajo la órbita de Karina a través de Javier Lanari, hoy subsecretario. En una semana que pasó de la gloria a la tragedia y nuevamente a estar de pie por la reunión bilateral con Donald Trump y el cortocircuito que generaron sus declaraciones, los despachos oficiales también se sacudieron al ritmo del samba ese miércoles. Hubo cuestionamientos a Federico Sturzenegger, por su confuso mensaje en un foro de Bloomberg en la previa a la visita a la Casa Blanca. El ministro de Desregulación deslizó una reformulación del régimen cambiario (lo que alimenta versiones de devaluación) y luego tuvo que aclarar, a las 14.27, sus palabras. Dos horas más tarde, el Gordo Dan (Daniel Parisini) apuntaba sus dardos a Gerardo Werthein por no haberle advertido al presidente estadounidense que el 26 de octubre se disputan elecciones legislativas y no ejecutivas. El soldado digital ataca, pero ya no saca funcionarios. Daniel Parisini, conocido como Gordo Dan Los mercados se mueven con el nerviosismo que refleja la volatilidad política del oficialismo, cuya suerte ató al humor de Trump. El dólar subió $45 el viernes, pese a una nueva intervención de Scott Bessent comprando pesos. El minorista quedó en 1475 por la demanda de divisas de cobertura frente a la cuenta regresiva de las elecciones. La campaña libertaria viene atravesando serias dificultades, cuya instancia más álgida fue la baja de la candidatura de José Luis Espert por sospechas de vínculos narco, que deberá probar la Justicia. En la Casa Rosada dejan trascender números que son más pesimistas que los de sus contendientes. Un ejemplo es Córdoba: la daban por perdida y por eso decidieron llevar el acto de cierre a Rosario. Finalmente, harán una visita pero el martes, dos días antes, para apuntalar a Gonzalo Roca, una figura desconocida que terminó al frente de la lista de LLA, tras descartar acuerdos con Rodrigo De Loredo y Luis Juez. Cerca de Juan Schiaretti prevén una elección pareja. Sería un mal augurio para el Gobierno que se diera la siguiente carambola: perder en el distrito más anti K del país, Córdoba, y que los K arrasen en su bastión, la provincia de Buenos Aires. En este último, el aparato del PJ no está movilizado como para los comicios bonaerenses del 7 de septiembre y hay poco entusiasmo. Cristina Kirchner armó una lista poco taquillera: la encabeza Jorge Taiana, un dirigente gris y nada popular, y no hay representación alguna de los intendentes por primera vez desde 1983. Parece la prehistoria, pero cuando se presentaron las candidaturas en agosto, se creía que Milei iba a “pintar el país de violeta”. En la gobernación proyectan un triunfo por una distancia importante aunque no habrá festejo en La Plata, con Axel Kicillof en el centro de la escena, como ocurrió hace un mes y medio. Fuerza Patria buscará a nivel nacional —con sus socios del Frente Renovador, de los peronismos provinciales, y las diversas expresiones afines— capitalizar una porción de votos que no descartan quede en primer puesto. Gobernadores de Provincias Unidas El sello de Provincias Unidas, compuesto por los gobernadores de Santa Fe, Córdoba, Chubut, Jujuy, Corrientes y Santa Cruz, apuesta a llegar a los dos dígitos. Esa cifra no se registra hoy en las mediciones, pero en la cuenta que hacen desde el espacio el panorama “más conservador” —aseguran— les permite llegar al objetivo y posicionarse para la discusión del 2027. Los jefes provinciales verán crecer su cotización en la segunda mitad del mandato de Milei por su peso en el Congreso. En LLA convocaron durante el fin de semana a jefes de bloque de la oposición para una reunión en Diputados este lunes para conversar de manera informal el Presupuesto 2026. Estará presente Carlos Guberman, secretario de Hacienda, y oficiará de anfitrión Bertie Benegas Lynch, quien reemplaza a Espert en la comisión. El dictamen, según se emplazó desde el recinto, debería ocurrir el 4 de noviembre, justo el día del natalicio del flamante presidente. Un cumpleaños de alto voltaje para Bertie. El Gobierno intenta salir de la parálisis para hilvanar lo que sí o sí debe cumplir más allá del desempeño en las urnas. Es difícil que el resultado no sea leído en clave determinista con la capacidad amplificadora de Milei: el septiembre hizo de una elección municipal, una contienda nacional; y ahora catapulta una elección intermedia nacional a una atracción internacional. Los ojos están puestos en el experimento libertario, aunque el caso argentino, hay que decirlo, siempre fue de estudio. Javier Milei en Tucumán La última tapa del semanario británico The Economist es un reporte titulado “La próxima emergencia de deuda” con la imagen de un hombre de traje con un salvavidas. En el artículo central, en el interior de la revista, aparece el cintillo “Todos somos Argentina” a modo de advertencia. Allí se plantea un escenario complejo para los países ricos que viven por encima de sus posibilidades, con un gasto ascendente, y cuya salida más probable es la inflación. Algo que ya pasó en las últimas dos décadas en nuestro país, que no es una economía de primer mundo, pero que funciona como “parábola” para las potencias. Según el informe, la deuda pública bruta como porcentaje del PBI en los países avanzados se sitúa en alrededor del 110%, cerca de un máximo histórico. El aumento de los tipos de interés desde 2022 —iniciado por los bancos centrales para controlar la inflación, a partir de la suba del gasto durante el Covid 19— agravó la carga de la deuda. Los países ricos, en su conjunto, desembolsan ahora en intereses la mitad de lo que destinan en defensa nacional. Este año, el déficit promedio de estas economías superará el 4% del PIB. En Estados Unidos, la cifra estaría encima del 6%. En ese contexto, la prédica de Milei a favor del ajuste es una rareza. Claro está se justifica en una película que ya vimos y que ahora quizá funciona para los demás como un espejo del futuro.

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