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» Elterritorio
Fecha: 18/10/2025 18:40
El fenómeno, único en el Atlántico, involucra a orcas del ecotipo Tipo D, una población casi desconocida. Sin señales humanas, los científicos intentan descifrar qué las llevó a morir juntas. sábado 18 de octubre de 2025 | 16:15hs. Un equipo de biólogas del CONICET-CADIC investiga un fenómeno natural tan asombroso como inquietante en la costa atlántica de Tierra del Fuego: el varamiento masivo de 26 orcas del ecotipo Tipo D, una variedad de la especie apenas registrada en el mundo. El hallazgo, ocurrido en bahía San Sebastián, al norte de la isla, representa el tercer evento de este tipo a nivel mundial y el primero en la costa atlántica fueguina, lo que lo convierte en un hecho de enorme relevancia científica y ecológica. Desde principios de septiembre, investigadoras del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC-CONICET) y del Laboratorio de Investigaciones en Mamíferos Marinos Australes (IMMA) trabajan en la zona. El primer hallazgo fue de dos ejemplares, y semanas después guardaparques provinciales detectaron el resto del grupo, en un sector de difícil acceso. Un ecotipo casi fantasmal Las orcas Tipo D son uno de los ecotipos más enigmáticos del planeta. Se distinguen por su mancha blanca postocular más pequeña, su cabeza redondeada y voluminosa, y una “montura” gris tenue detrás de la aleta dorsal. Habitan aguas subantárticas y suelen desplazarse en grupos numerosos, aunque casi nada se sabe sobre su comportamiento o estructura social. Hasta ahora, solo se habían registrado dos varamientos en el mundo: uno en Nueva Zelanda en 1955 (17 ejemplares) y otro en el Estrecho de Magallanes (9 ejemplares). El caso fueguino, con 26 animales, rompe todos los precedentes conocidos. Sin rastros humanos, pero con muchas preguntas Las necropsias y estudios realizados no detectaron señales de interacción con actividades humanas: no había cortes, marcas de redes ni hematomas por colisiones con embarcaciones. Todo indica que el grupo varó de manera simultánea, aunque las causas permanecen bajo investigación. El equipo científico trabaja en la recolección de muestras de piel y huesos para análisis genéticos, toxicológicos y ambientales, con el fin de comprender qué pudo causar el evento y aportar información inédita sobre esta población misteriosa. Mientras tanto, las investigadoras solicitaron a la comunidad no intervenir en el sitio ni mover los restos, ya que cada ejemplar puede aportar datos clave para resolver el enigma. “Estamos frente a un evento único a escala mundial. Cada orca es una pieza de un rompecabezas que recién empezamos a entender”, señaló una integrante del proyecto IMMA.
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