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Concordia » Libre Entre Rios
Fecha: 17/10/2025 21:54
Compartilo con En el marco del 61° Coloquio de IDEA, el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, se posicionó como uno de los principales impulsores de la agenda de reformas estructurales para Argentina. Con un discurso centrado en la competitividad, Frigerio detalló ante los empresarios más importantes del país su plan basado en una drástica baja de impuestos, la “modernización” de las leyes laborales y la necesidad de alcanzar un nuevo consenso fiscal entre la Nación y las provincias, marcando así uno de los ejes centrales del debate. El tradicional Coloquio de IDEA, que celebró su 61° edición en Mar del Plata, funcionó como una caja de resonancia para las discusiones más urgentes de la agenda argentina. El evento, que reúne a los principales empresarios del país, se centró en la necesidad de generar “reglas claras a largo plazo” para fomentar la competitividad, la producción y la innovación. En este marco, las exposiciones del gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, y de los funcionarios nacionales Julio Cordero y Federico Sturzenegger, pusieron de manifiesto las coincidencias y tensiones en el camino hacia las reformas estructurales que el país debate. El coloquio, rrealizado entrre el 15 y el 17 de octubre y cuyo espíritu fue resumido en el lema “Argentina juega”, fue inaugurado por Mariano Bosch, presidente de IDEA, quien instó a “salir a jugar el partido con la convicción de que podemos”. Su discurso inicial marcó la cancha: la obsesión del empresariado es la productividad, y para alcanzarla, es fundamental un marco laboral moderno, un sistema impositivo que incentive la inversión y previsibilidad para competir en un mundo desafiante. La visión de las provincias: el caso de Frigerio En representación de un sector del federalismo, el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, compartió panel con sus pares de Mendoza y Chaco, y destacó un “cambio de paradigma” en la política impositiva. “Es la primera vez en la historia que, frente a una crisis, el gobierno nacional y muchas provincias no solo no aumentan los impuestos, sino que los empiezan a bajar”, afirmó. En el Coloquio de IDEA, Frigeerio impulsó reformas impositivas, laborales y un nuevo consenso fiscal para la Argentina. Frigerio detalló las medidas implementadas en su provincia, como la reducción de Ingresos Brutos y Sellos, la eliminación de tasas y la creación de un Régimen de Incentivo a Nuevas Inversiones (RINI) que ofrece 15 años sin carga impositiva para nuevos proyectos. Además, subrayó la urgencia de modernizar las normas laborales, asegurar la sostenibilidad del sistema previsional y avanzar en un nuevo consenso fiscal. En materia educativa, insistió en la responsabilidad provincial de vincular la escuela secundaria con el mundo laboral y la economía del conocimiento. Los funcionarios nacionales y la agenda de reformas Desde el gobierno nacional, las voces de Julio Cordero, secretario de Trabajo, y Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación, marcaron el pulso de las reformas que impulsa la gestión de Javier Milei. Cordero adelantó que “no habrá asunto laboral que quede fuera del debate”. Entre sus propuestas, destacó la idea de un “incremento salarial dinámico”, que permita diferenciar la remuneración según la eficiencia y productividad de cada trabajador, aunque sin eliminar la base solidaria de los convenios colectivos. Usando una metáfora futbolística, Cordero ubicó al presidente Milei como “el arquero”, al Estado en la defensa y arengó a los empresarios: “La delantera es de ustedes. Solo tenemos que jugar este partido y buscar todos los goles”. Por su parte, Federico Sturzenegger adoptó un tono más crítico hacia el sector privado. Reprochó a los empresarios la falta de iniciativa para avanzar en la modificación de los contratos laborales, especialmente en lo que respecta a la migración del sistema de indemnización a un fondo de cese. “El Gobierno les da la libertad para rediseñar el contrato laboral y no hacen nada”, sentenció. Sturzenegger también apuntó contra la alta carga impositiva sobre el trabajo formal y los “peajes sindicales” que, según él, encarecen los costos y fomentan la informalidad. ¿Una misma sintonía? Al comparar las propuestas, surge una coincidencia general en el diagnóstico: Argentina necesita reformas profundas en materia impositiva y laboral para ser competitiva. Tanto Frigerio como los funcionarios nacionales acuerdan en la necesidad de bajar impuestos y modernizar las relaciones de trabajo. Sin embargo, aparecen matices importantes en el cómo y en los roles. Frigerio, junto a otros gobernadores aliados, pide una reforma fiscal integral que esté atada a una nueva ley de coparticipación federal, un reclamo histórico de las provincias para tener mayor autonomía y recursos. Su enfoque se basa en incentivos provinciales y consensos, destacando lo que ya se está haciendo “desde abajo”. El gobierno nacional, en cambio, muestra una postura de mayor urgencia y centralidad. Cordero propone un diálogo tripartito (Estado, empresas y sindicatos) para la reforma laboral, mientras que Sturzenegger presiona al empresariado para que asuma un rol protagónico que, a su juicio, ha demorado en tomar. La crítica de Sturzenegger evidencia una tensión: el Gobierno siente que abrió la puerta a los cambios, pero percibe inacción del otro lado. En conclusión, si bien el “norte” parece ser compartido, las velocidades y las responsabilidades asignadas a cada actor difieren. Mientras los gobernadores piden diálogo y un rediseño del pacto federal como condición para las reformas, la Nación exige acción y reclama a los empresarios que “salgan a meter los goles”. El éxito de las transformaciones dependerá de la capacidad de todos los actores para alinear sus tácticas en un partido que, como advirtió IDEA, Argentina necesita empezar a ganar.
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