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» Primiciascorrientes
Fecha: 15/10/2025 15:26
El gobernador Gustavo Valdés encendió la mecha política tras la inauguración de la Plaza Mercosur en el barrio 17 de Agosto de la Capital, un evento que funcionó como escenario para una andanada de críticas hacia el centralismo porteño y una reafirmación del rol de los gobernadores en la escena nacional. Valdés comenzó felicitando al Municipio por la obra y utilizó el contexto -una obra «100% municipal» en un barrio- para desarticular la crítica recurrente sobre la supuesta concentración de obras en el centro. «Es una crítica que permanentemente la tenemos y que les gusta en forma chicana», espetó el mandatario, quien defendió la gestión con números: «La verdad es que el 80% de las obras en la capital se hicieron en los barrios de la ciudad y casi el 80% de las obras se hicieron en el interior de la provincia». EL EJE FEDERAL El foco de la agenda se trasladó rápidamente a la política nacional. Valdés confirmó su viaje inminente a Buenos Aires para participar de una reunión de Provincias Unidas y apoyar a sus candidatos, buscando llevar «un mensaje al corazón de la Argentina». El Gobernador insistió en que el movimiento de gobernadores busca una distribución impositiva más equitativa. «Si pagamos todos el impuesto al combustible, queremos que tenemos que recibir obras, que para eso estamos pagando esos impuestos», sentenció en referencia al frustrado avance legislativo del decomiso a este tributo. En la misma línea, reclamó por la discusión de los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) en el Senado, pidiendo que su distribución sea justa y razonable en una Argentina que «cada vez se vuelve más macrocefálica y con menos oportunidades para el interior». UN CHOQUE CON EL «PAÍS CENTRAL» Cuando se le preguntó sobre si la formación de Provincias Unidas había generado malestar en el poder central, Valdés no dudó en responder con un tono de desafío: «Problema del país central. Nosotros vamos a hacer lo que tenemos que hacer para llevar nuestras ideas». El correntino elevó el tono al abordar las críticas que lo califican de «tibio» o «funcional al kirchnerismo». «Solamente boludos pueden decir eso», disparó sin rodeos, sentenciando que «solamente un boludo puede pensar de esa forma». Sus dardos también apuntaron a la economía, lamentando que el problema de Argentina es que «siempre se trabaja para los financieros, nunca para los productores», poniendo como ejemplo las recientes medidas económicas que beneficiaron a las grandes cerealeras en lugar de a los productores de base. LA BATALLA POR LA PRODUCCIÓN Y EL SEGUNDO PUENTE Valdés ligó directamente el centralismo con la crisis económica, señalando la recesión y la caída del consumo, y lamentó el éxodo de divisas a países limítrofes: «Pedimos dólares prestados para llevarlos al país de al lado y eso tiene que ver con algo que no está bien». Finalmente, el mandatario se refirió al estancado segundo puente Corrientes-Chaco, un proyecto de infraestructura clave para el nordeste. Criticó que, pese a tener crédito otorgado del BID, la obra no avanza por falta de «decisión política» del presidente. «Es simplemente una decisión política que la vamos a tener que pagar de distintas maneras», afirmó, desestimando la búsqueda de inversores privados al asegurar que la obra requiere una inversión «muy importante del sector público» para ser viable. Para Valdés, el objetivo final de Provincias Unidas es simple: «Sentarnos a pensar los provincianos como hermanos para que le vaya bien al Chaco, para que le vaya bien a Formosa, para que le vaya bien a Misiones, a Corrientes… Si las provincias argentinas estamos bien, la Argentina está bien».
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