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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 15/10/2025 08:52
Los especialistas insisten en que el organismo envejecido reacciona con mayor vulnerabilidad frente a infecciones y patologías crónicas (Crédito: Freepik) Las enfermedades respiratorias, infecciones y episodios ocasionales de cansancio suelen percibirse como molestias comunes en la adultez, pero en personas mayores de 70 años pueden convertirse en señales de problemas graves. De acuerdo con The Telegraph, los especialistas advirtieron que el organismo envejecido responde de manera diferente ante virus, alteraciones metabólicas o patologías cardíacas, lo que incrementa el riesgo de complicaciones si no se interviene rápidamente. Una simple tos puede desencadenar neumonía y una sensación de agotamiento podría estar relacionada con sepsis o insuficiencia cardíaca. Detectar a tiempo ciertos síntomas aparentemente leves puede marcar la diferencia en la salud de los adultos mayores (Imagen Ilustrativa Infobae) El Dr. Benjamin Davis, médico de cabecera de Central Health London, explicó a The Telegraph que “a medida que envejecemos, nuestro sistema inmunitario muestra menor capacidad de respuesta y tanto la masa muscular como las reservas energéticas disminuyen”. También hizo énfasis en que la capacidad del organismo para regular la temperatura y sostener el equilibrio hídrico se ve reducida, mientras que muchos adultos mayores toman varios medicamentos que afectan la reacción ante infecciones y elevan la posibilidad de deshidratación o confusión. 1. Mareos repentinos Los mareos pueden presentarse a cualquier edad, aunque el riesgo crece con el paso de los años. En personas habitualmente saludables, la aparición súbita de aturdimiento podría indicar problemas en el oído interno o, en casos más serios, accidente cerebrovascular (ACV), coágulos pulmonares o hemorragias gástricas, según el geriatra Amit Arora. El Dr. Arora subrayó que se requiere evaluación urgente ante episodios acompañados de dolor de cabeza intenso, dolor torácico, dificultad respiratoria, alteraciones en el habla, entumecimiento, debilidad repentina, visión doble o desmayos. Un episodio súbito de aturdimiento en personas mayores puede ser la primera pista de un problema circulatorio, neurológico o una complicación interna (Imagen Ilustrativa Infobae) El Dr. Davis explicó que los mareos intermitentes suelen ser menos graves que los intensos y abruptos. Mantener una hidratación adecuada es fundamental, pero si la molestia persiste o se suma a otros síntomas, se debe consultar a un médico. 2. Confusión o desorientación La confusión leve y los olvidos esporádicos pueden aparecer con la edad, pero si interfieren con la vida cotidiana, el Dr. Arora indicó que podrían ser signos iniciales de demencia y requieren evaluación profesional. La alarma aumenta si la confusión aparece de forma brusca, ya que este delirio podría deberse a una infección urinaria, deshidratación o afecciones potencialmente fatales como ACV, meningitis, encefalitis o neumonía. Los cambios bruscos en la lucidez mental o el aumento de la desorientación pueden estar ligados a infecciones, deshidratación o enfermedades graves (Imagen Ilustrativa Infobae) El Dr. Davis destacó una causa adicional: la sepsis. Si una persona mayor con infección desarrolla confusión grave, fiebre, desorientación o dificultad respiratoria, necesita atención inmediata. El delirio evoluciona rápidamente y un diagnóstico precoz mejora notablemente el tratamiento y la recuperación. 3. Dificultad para respirar La falta de aire es frecuente, pero su aparición súbita o persistente puede señalar un problema mayor. “Si la dificultad respiratoria es nueva, muy abrupta y no ocurrió antes, o si no mejora tras 24 o 48 horas, se debe buscar ayuda”, afirmó el Dr. Arora. El Dr. Davis advirtió que, si se acompaña de cansancio repentino y dolor torácico, puede tratarse de un infarto. En otras ocasiones, la dificultad para respirar se asocia a enfermedades crónicas como la EPOC o la insuficiencia cardíaca congestiva, que empeoran si surgen síntomas como hinchazón en las piernas. 4. Dolor en el pecho El dolor torácico puede tener múltiples causas. A veces responde a acidez, pero en otros casos sugiere condiciones graves. El Dr. Davis explicó que “si una persona mayor experimenta dolor de pecho repentino, persistente y que se intensifica al caminar, acompañado de dificultad respiratoria, podría tratarse de un infarto de miocardio”. El dolor de pecho persistente en personas mayores puede ser un signo de infarto, incluso cuando se acompaña de síntomas atípicos o leves (Crédito: Freepik) El Dr. Arora señaló que, debido a la disminución de la sensibilidad o enfermedades como la diabetes, las personas mayores a veces perciben menos dolor, por lo que algunos infartos pasan inadvertidos. Incluso las molestias similares a la acidez pueden señalar un problema cardíaco. 5. Cambios en la visión, audición o habla Las alteraciones súbitas en visión, audición o habla requieren atención sin demora. El Dr. Davis mencionó que la visión doble, la pérdida visual o los cambios en el habla pueden ser síntomas de derrame cerebral o arteritis temporal, una inflamación de las arterias en la cabeza capaz de afectar ambos ojos. “Si aparece dificultad repentina para hablar o el habla se arrastra, esto puede ser un signo de derrame cerebral”, afirmó el Dr. Davis. La pérdida auditiva repentina a menudo está vinculada a infecciones virales, fallos del sistema inmune o alteraciones del flujo sanguíneo. 6. Debilidad en las extremidades La debilidad aguda en un brazo o pierna es otro signo de alerta. Muchos adultos mayores conviven con múltiples enfermedades crónicas y reciben diferentes tratamientos, lo que dificulta encontrar la causa. La pérdida abrupta de fuerza en brazos o piernas, aunque sea transitoria, puede ser la señal inicial de un accidente cerebrovascular u otra afección de gravedad (Crédito: Freepik) El Dr. Arora aconsejó buscar ayuda médica sin demora, incluso si la debilidad desaparece en minutos, especialmente si se manifiesta junto a dificultad para hablar o asimetría en el rostro, ya que podría tratarse de un accidente cerebrovascular. El Dr. Arora resaltó la importancia de que familiares y cuidadores identifiquen estos síntomas para reaccionar a tiempo, mientras que el Dr. Davis destacó el valor de mantener la conexión social de las personas mayores, porque quienes las rodean pueden notar cambios sutiles y prevenir complicaciones graves.
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