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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 15/10/2025 04:41
El sacerdote Juan Carlos Molina participó del ciclo que organiza Infobae con apoyo de UNICEF Juan Carlos Molina, candidato a diputado nacional por el frente peronista Fuerza Santacruceña, participó de la novena edición de La Entrevista Informal. Se trata de un ciclo de Infobae junto a UNICEF que acerca a los candidatos a las voces de los jóvenes. En este episodio, el sacerdote que estuvo al frente de la SEDRONAR entre 2013 y 2015 habló sobre su experiencia trabajando en el Impenetrable Chaqueño, la Patagonia y Haití con su fundación. También lanzó una advertencia respecto al debut de la Boleta Única Papel (BUP): “Todo lo que tenga olor a fraude está bueno analizarlo”. De esta edición participaron diez jóvenes seleccionados por UNICEF: Abril Perazzini, Elías Ivanoff, Jazmín LLorente, Lautaro Ezequiel Carranza, Maia García, Mía Cancela, Aytana Ramirez, Catalina Maluendez, Jazmín Abdala y Juan Ignacio Caricatto. Juan Carlos Molina encabeza la lista de Fuerza Patria en Santa Cruz - Lautaro: ¿Para vos cómo debería realizarse la administración de la universidad en Argentina? - Yo creo que es un sistema que tiene que ser sostenible, que hay que mirar otros puntos dentro del presupuesto que no son solamente la financiación para funcionar cotidianamente. No solamente la universidad en Buenos Aires, sino en todo el país. Yo vengo de Santa Cruz y del Chaco, y sé de la importancia de la universidad en los territorios. Creo que va a ser una de las tareas como legislador repensar ese financiamiento, donde tenemos que poner mucha mirada en infraestructura, tenemos que poner mucha mirada en la extensión. Hoy, la extensión en el territorio argentino es muy importante, la presencialidad es muy importante. Las universidades hoy están peleando para pagar la luz, pagar el gas, para pagar sueldos y dos o tres cosas más, pero necesita equipamiento. Nosotros, en Santa Cruz, con todas las tecnicaturas, por ejemplo, en petróleo, hoy no podés ir con un martillo y un destornillador. Creo que la universidad pública, la educación en general, se merece un gran debate y una, y una remirada, ¿no?, eh, y una refuncionalización. Mía: A partir de la expedición del CONICET a aguas profundas, que generó mucha repercusión, ¿qué medidas tomarías para nuevos proyectos de investigación científica? - En primer lugar, financiarlos. Volver a ponerlo en el lugar que tiene que estar la ciencia y la tecnología en Argentina. A mí me parece que es clave. Lo que pasó con la estrellita culona, donde la gente se pudo enganchar a mirar algo que no estábamos acostumbrados a ver y entusiasmarnos... El CONICET tiene una fuerza enorme que nosotros no logramos dimensionar. A mí me parece que hay que darle mucha fuerza. Tanto lo de la universidad como lo de la ciencia y la tecnología hacen al entramado social. Eso que hizo el CONICET en la Patagonia, descubrir el mar implica un montón de cosas más que diez científicos locos, copados, mostrándonos las estrellitas. Es un entramado muy importante. Implica nuevos lugares, nuevas construcciones, implica que la universidad puede tener otros espacios para investigar, emplica que se desarrolla un mundo de trabajo que no estamos acostumbrados a ver. - Abril: Te quería consultar cuál era tu postura respecto a la Educación Sexual Integral (ESI) y si desde tu partido se está pensando alguna propuesta que la incluya. - Yo trabajo en dos lugares del país bastante complejos. Uno, el impenetrable chaqueño, con la comunidad wichí, más allá de ser candidato ahora. Tengo escuela primaria, tengo escuela secundaria. Trabajo con adolescentes, con chicos que ya tienen catorce, quince años. Trabajo con situaciones de vulnerabilidad, donde vos te encontrás con mucha violencia intrafamiliar, con situaciones de mucha pobreza. ¿Qué pienso de la ESI? Que es uno de los espacios fundamentales. Incluso te lo digo como cura, que a veces viste que los curas y la Iglesia tenemos esto de “la educación es dentro de la famila, no se metan con esto”. Las familias no se ponen a explicarle a un nene “fijate que no te toquen” o “tenés que lavarte así”, “que nadie te mire”. Es fundamental la ESI. Hay que volver a ponerla en el lugar que tiene que tener. Como la universidad, como el CONICET, esos espacios son muy importantes. La ESI hace que uno pueda vivir con dignidad. Lo que provoca no tener la ESI a la mano es salud mental, es dolores, es suicidio en muchísimos casos, es consumo problemático, ¿no? Porque uno empieza a buscar escapes. Entonces, desde jardín de infantes hasta el último año de secundaria, tiene que estar presente. Con su faceta en cada lugar, pero tiene que estar presente. -Juani: Tengo diecisiete años, soy de Mercedes y, como debes saber, este año debuta la Boleta Única Papel. Nos gustaría saber cuál es tu postura al respecto. - Es un lío. Yo, con todas estas cosas nuevas, le tengo miedo a la trampa. Uno de los grandes problemas que vamos a tener en estas elecciones es que la gente no sabe: primero, que tiene que votar, con lo cual ya es un problema. Y ahora, encima, con la boleta única metiste mal la crucecita, no sabés si tenés que ponerla en el lado del candidato, en el cuadradito, hacerle un bigote. Yo la veo complicada, necesita hoy un proceso de educación importante. Poder mostrar, primero, que hay que ir a votar porque lo que va a pasar el 26 de octubre es democracia. Y segundo, votar bien. No solamente elegir bien a quien está ahí, sino votar bien. Este país no se merece más ni voto en blanco ni voto anulado. Eso me pasa con la boleta única. Nosotros en Santa Cruz tenemos una boleta única que solamente hay ocho personas y es fácil, pero me imagino la provincia de Buenos Aires que tenes una lista así... Todo lo que tenga olor a fraude está bueno analizarlo. Molina es sacerdote pero tiene una licencia otorgada por el Obispado de Río Gallegos -Elías: Te quería preguntar sobre un tema muy presente en la agenda mediática, más que nada en la Provincia y en la Ciudad de Buenos Aires, que es la cuestión de la seguridad. ¿Qué medidas te parece que se pueden implementar para bajar el delito? - Yo sostengo que tanto el consumo problemático como la inseguridad y el delito no son un problema ni de seguridad, ni de policía, ni de internación o de que estén en otro lugar. Creo que es un problema de salud social. ¿Qué significa? Si está todo el entramado social roto, si no hay trabajo, si no hay buena educación, si no tenés buenas escuelas, si no tenés un buen salario; si pasa todo eso y la solución es meterlos presos, es un problema. Me parece que hay que resolver ese entramado social primero para bajar la delincuencia. Esto no es mano dura. Esto no es venir con los palos y golpear. Esto es acomodar la vida del otro para que viva y a partir de ahí, trabajas la seguridad. Vos tenés este modelo de inseguridad por la situación que estamos viviendo. Cuando tenés mucho hambre, también crece la delincuencia para sobrevivir. Nosotros no podemos estar metiendo presos perejiles constantemente. En la cárcel de Salta, el 90% son mujeres mulas. De hecho, se han ampliado para que puedan estar con sus hijos. No está preso el narcotraficante, no está preso el que lava guita, no está preso el que usa a los más débiles para ir a delinquir o para robar una autoparte y el que maneja el mercado de la autoparte. Eso no lo vemos como parte de la inseguridad. Agarramos siempre al de abajo, que quizás te robó una zapatilla para vivir o un celular porque es parte de un sistema mucho más grande. Hay que agarrar a los que hay que agarrar también. - Maía: Relacionado a esto que estamos hablando, ¿qué opinás sobre el proyecto de ley que propone la baja de imputabilidad? - Está horrible. Como diputado, es una de las grandes peleas que voy a dar. ¿Por qué me parece horrible? La solución para los problemas de los chicos no es la cárcel. ¿Ustedes visitaron alguna cárcel alguna vez? - Sí. - Yo trabajo con pibes delincuentes. ¿Saben lo que lo transforma? Un abrazo. Lo que lo transforma es que puedan estudiar. Lo que lo transforma es que tengan un lugar limpio con olor a casa, que vos entres a tu lugar y tenga olor a guiso. No olor a borracho, no olor a mugre, no olor a oscuridad. Entonces, cuando la propuesta es que desaparezca, que no esté, porque molesta, porque es delincuente, porque nosotros le tenemos miedo a la inseguridad, por todo lo que quieras, viene otro problema. Estos que les dije antes que manejan el negocio del narcotráfico, de las autopartes, del lavado de dinero, no lo van a poder usar más a estos de catorce, quince años, porque ya saben que van presos. Entonces, ¿a quién van a empezar a usar ahora? Doce años, trece años. Entonces, bajamos la edad de criminalidad. En lugar de pensar escuelas mejores, tiempo completo, con comida, con el material, con las computadoras, se convierte en delincuencia. Bajas la edad de criminalidad, estás criminalizando a los más chicos. Por eso me parece horrible. Este es un problema de salud social, hay que trabajar desde otro ángulo. Que hay chicos que se mandan cosas grosas, que tienen que estar en lugares distintos, totalmente de acuerdo. Que no tienen que ser cárceles, también estoy de acuerdo. No quiere decir que: «Entonces, no importa, porque es menor de edad, tiene que andar suelto por ahí». No, no. Hay que armar espacios, hay que armar centros de prevención, hay que armar centros de contención y hay que armar también centros de reeducación, de reinserción. Pero que no es una cárcel. Salen peor, además. Un pibe de catorce años en una cárcel, vos formás un delincuente hecho y derecho. Porque es el espacio donde se forma, porque, además, en esos espacios hay que sobrevivir. Y la forma de sobrevivir es siendo peor que el otro, no siendo mejor que el otro, ¿no? Con todo lo que implica estar preso en una cárcel de menores, ¿no? No, no, no estoy de acuerdo, por supuesto que no. - Maia: Nombrabas la calidez, el abrazo... Vos llegaste a conocer al Papa Francisco. ¿Qué puntos en común tenías con él respecto a los temas sociales? ¿qué te quedó sobre él? - Yo tengo una experiencia muy fuerte con el Papa Francisco. Tenía una relación cotidiana con Francisco, era un gran escuchador y te la dejaba ahí picando. Yo estaba enojado, era un momento de mucho enojo para mí, en mi vida personal, estaba muy enojado, muy embroncado y no quería saber más nada y estaba como encerrado. Y veo que Francisco va a Naciones Unidas. Y le escribo un mail enseguida, tac, tac, tac, tac, ¿no? Yo sabía que no le iba a llegar hasta que no saliera de Roma y llegara a Nueva York. En el mail le pedía que, por favor, en su discurso hablara del tema de las adicciones y que lo pusiese en la mesa, porque era un tema que nadie quería hablar. Y estoy mirándolo por la televisión mientras hacía el discurso, y, en un momento, corta. Pone casi textual lo que yo le había escrito en el mail y después continúa. Yo sentí ahí que el mundo, desde lo pequeño, desde mi casita, desde mi lugar chiquitito, se puede transformar un montón de cosas. Este hombre, que fue uno de los hombres más importantes del mundo, con su discurso, con su palabra, con sus acciones, pudo en ese momento escuchar a alguien y ponerlo en su discurso para que el mundo se entere. Y una de las cosas que le hablaba era de salud social, ¿no? No nos agarremos con el perejil, agarrémonos con quien hay que agarrarse. También hay un montón de religiosos que tienen problemas de consumo. Entonces, lo puso en el discurso. Esa fue mi relación con Francisco. Coincido en un cien por cien con lo que hizo en su papado, porque es con todos, todos, todos. Los jóvenes convocados por UNICEF para el ciclo La Entrevista Informal - Jazmín: Me gustaría consultarte qué medidas implementarías para mejorar el mercado laboral para los jóvenes. - Tenemos que darle mucha fuerza a las universidades, tenemos que reforzar el Estado, un Estado presente que permita crear nuevos espacios para los jóvenes. De Santa Cruz, en este momento de la historia, perdimos quince mil puestos de trabajo de los privados. Es muchísimo. Si no hay un Estado presente que pueda acompañar ese florecer de la industria, del comercio, de la PYME, de los proyectos provinciales, la minería, la pesca, el carbón, el turismo. Calafate tiene 18 mil plazas, 18 mil camas para ir a dormir. Se cubrieron 1.800, el diez por ciento. La cantidad de pibes y de pibas que se quedaron sin trabajo. Hay que preparar para un mundo laboral de los jóvenes. Yo tengo una escuela técnica que tiene la tecnicatura en deporte para que puedan trabajar como técnicos en ese universo de Calafate. Entonces, son esquiadores porque van a abrir la pista de esquí. Hotelería, cocina, tenés que darle herramientas a los jóvenes para que tengan trabajo. Esto es el pescado, el hambre y el lugar donde los pongo. Viste que te dice: «No le des el pescado. Enseñale a pescar». Bueno, primero tiene que comer bien para poder pescar, porque alguien que no está bien no puede aprender a pescar. Pero también hay que ponerlo en el lugar de la pesca. Si yo te digo: «Andá a pescar», estás en el medio de la montaña, no tenés nada donde pescar, también es tonto, ¿no? Entonces, armar los contextos, capacitar los contextos y que tengamos una vida digna para poder llegar a eso. - Jazmín: ¿Usted piensa que los chicos que viven en el interior tienen las mismas oportunidades que los chicos que se concentran en la provincia de Buenos Aires? - No, Dios atiende en Buenos Aires. Claro que no. Yo les puedo hablar del Chaco, si quieren. Digo, la mitad de la población no puede llegar a la universidad. Pero no solamente no llega la mitad de la población, no llega la salud al Impenetrable Chaqueño, no llega el agua, no llega la luz. Claro que no tienen la misma oportunidad. Yo vivo en Santa Cruz, hay pueblos que los chicos tienen que salir e irse a vivir a otros pueblos para poder llegar a la universidad. No, claro que no tienen la misma oportunidad. Ustedes se toman un colectivo, tardás una hora y media y tenés un montón de posibilidades en todo. Pero hay que trabajar para que Dios atienda también un poco en otros lugares del país. Y yo creo profundamente en eso. - Lautaro: A mí me sale la pregunta de entender cómo podemos, desde el Estado, cómo podemos, desde la juventud también, estar formándonos, aprender que hay que votar, pero también cómo el Estado puede acompañarnos para formarnos. - A ver, escuela es Estado, universidad es Estado, policía es Estado, hospital es Estado. Entonces, el Estado tiene que volver a tener esa presencia educativa, con buenas políticas educativas, que enseñe la importancia de la democracia y la importancia de votar desde chiquititos. A los dieciséis años ustedes votan. A los dieciséis años, diecisiete, ya pueden manejar. Entonces, el Estado presente tiene que estar mirando estas cosas. Se llaman políticas de Estado. Si vos en un montón de lugares no tenés espacios, que los tiene que bancar y financiar el Estado, que también se llama distribución de la riqueza, ¿no? Porque eso es lo que hace el Estado. El Estado recauda también para repartir y que todos tengamos la misma forma de vivir. Nosotros tenemos en Argentina tres clases sociales, si querés. La clase alta, la clase media, que somos un poco nosotros, que tenemos un montón de oportunidades, que vivimos medianamente bien por ahora, y la clase baja. Lo que tenemos que lograr es que esa clase media se siga sosteniendo, que es la que te ayuda a que todos podamos tener las mismas oportunidades. Pero el Estado tiene que estar ahí, tiene que estar con una vacuna, tiene que estar con una escuela, tiene que estar también diciendo: «Vamos por este camino». Vuelvo a insistir, como Dios atiende en Buenos Aires, ustedes no sabe lo necesario que es el Estado en el interior del país. - Jazmín: Quería preguntarte sobre la salud mental, porque a partir de la pandemia crecieron un montón los casos de ansiedad y depresión y quería preguntarte si tenés alguna propuesta. - Yo trabajé mucho la salud mental como ley, porque en algún momento fui joven y estuve metido en esto. Creo que hoy a la Ley de Salud Mental hay que darle un refresh, como a la Ley Universitaria y de Niñez. Hay que mirarla, hay que retocarla, hay que poder “aggiornarla”. El mundo va mucho más rápido que nosotros, incluso los problemas de salud mental. Y no es solamente postpandemia, es la vida cotidiana, es el teléfono, es el no poder tener lo que necesito tener y me deprimo. Primero, hay que desmitificar el concepto de que la salud mental es para los locos, para los psiquiátricos o para los que se drogan, decía mi mamá. Salud mental es vivir bien, ¿no? Francisco hablaba mucho de tres cosas: cabeza, corazón, cuerpo. Si alguna de las tres no está funcionando, ese desequilibrio termina eliminando la posibilidad de ser feliz. Entonces, trabajar la cabeza, que podamos estar bien, que podamos usar nuestra creatividad, nuestra inteligencia, salir adelante, pero también nuestro cuerpo, movernos, bailar, saltar, resolver rápido una situación. Salud mental no es la pastillita para poder dormir, no es “vení que te atiende el psiquiatra, te da dos cosas y te sacamos para adelante”. Salud mental es poder reordenar la propia vida, ayudar a reordenar la vida de los demás, poder dormir, estudiar. Salud mental es, cuando estoy en una gran crisis, acomodarme para que la vida no se vaya a la miércoles. Creo que hay que repensarla, la ley de salud mental. Hoy no da abasto. En estos momentos de crisis como la que está viviendo la Argentina hoy, crece la atención en salud mental porque la gente no sabe qué hacer con su vida. Entonces, necesita estar empastillada para poder sobrevivir. Crecen los comedores, muchísimo; crecen los lugares religiosos, la gente viene más a misa, los cultos están llenos porque la gente necesita también esto mágico: «Diosito, ayudame, por favor, para salir de esto». Crece el casino, porque no llegas y “a ver si tengo suerte”. Van creciendo esos espacios mucho, mucho, mucho. - Catalina: Ya tenemos una herramienta fundamental que es la inteligencia artificial. Me gustaría peguntarte a vos qué opinás, primero, sobre esta herramienta y, también, para qué la utilizarías. - ¿Qué opino? Es una herramienta que tenemos que aprender a utilizar porque mueve montañas. Yo ando atrás con todos los docentes de los chicos, que sus trabajos prácticos los hacen... Ni siquiera borran que está sacado de la IA. Creo que es el mundo que se viene. Creo que no podemos hacernos los distraídos, no podemos obviarlo. Es como un tsunami, viene y hay que agarrarse. El tema es no agarrarlo de atrás. Hay que hacer un gran proceso educativo con el tema de la IA, desde jardín de infantes en adelante. También tiene la otra faceta que, si no lo sabemos manejar, arruina vidas, arruina procesos, arruina trabajos. Miren, cuando la Iglesia y el Papa se meten en un tema, es porque la cosa es complicada. Entonces, que el Papa León (ya lo había dicho Francisco, pero no le dimos mucha bola), que es nuevo, que es un tipo matemático, que sale de la ciencia, que es un tipo razonador, diga: «Tenemos que mirar todo lo que tenga que ver con el mundo digital, con la IA», es porque empieza a ser un eje que mueve al mundo. Te puede armar una guerra, desarmar una guerra. Te puede cambiar la historia o no cambiar la historia de pueblos. No hay que tenerle miedo, ¿no? Y no hay que usarla solamente para copiarse y que te vaya bien en un examen. -Aytana: Si usted tuviera que pensar en alguna postura o decisión que tomó en el pasado, que hoy se arrepienta, ¿qué es y qué aprendió sobre eso? - Uy, qué pregunta... Yo soy un arriesgado, ¿no? Digo, no soy una persona de planificar lo que hago, sino de resolver lo que la vida me presenta en todos los aspectos. No sé si sería más prudente en algunos momentos de mi vida, quizás. He sido más ingenuo. Saben que yo estuve al frente de la Sedronar, en un momento donde este tema empezaba a aparecer. Pero venía de trabajar en medio de lugares muy populares, muy cómodos, con los equipos, con los chicos, y me senté en un sillón donde se manejaban cosas que vos decís: “Madre mía”. Precursores químicos, por ejemplo, desde la efedrina en adelante; todo lo que ustedes usan en los laboratorios de química y eso en las universidades pasa por la Sedronar. Y yo ponía el gancho, mi firma, para que eso no se convierta en ilícito. Hubiese sido más prudente en algunos momentos para que no se corten procesos que no me involucraban solo a mí o que sobre todo involucraban a los demás. Quizás sí me hubiese repensado de ser más bicho, más vivo, más inteligente... Fui muy ingenuo en algunas cosas, ¿no? La vida es así, pero te da un changüín después, siempre, de volver a esto. Un changüín fue que le escribí al Papa Francisco sobre el tema y eso me reivindicó. (fotos Adrián Escandar) -Maia: ¿Qué te impulsa a seguir? ¿Qué ves en Chaco, en Santa Cruz, en los lugares que vas, cuando hablás con la gente? ¿Qué es lo que te impulsa de todo eso que ves? - Yo te voy a decir una frase que me vas a decir: “Bueno, lo dice porque es cura y la tiene que decir”. A mí me impulsa mucho Dios. No creo en muchas cosas, pero creo profundamente en Jesús y a mí me impulsa eso. Yo me hago siempre esta pregunta: ¿Qué haría Jesús frente a esta situación? Quizás sacaría a patadas, como sacó a los mercaderes del templo. Quizás abrazaría, quizás esto otro. Entonces, yo leo los signos. Yo no quería ser candidato a diputado ahora. De hecho, le había dicho a todo el mundo: “Jamás en mi vida voy a ser candidato a diputado”. ¿Qué soy ahora? Candidato a diputado. Le había dicho a todo el mundo: “Jamás en mi vida voy a ir al Impenetrable Chaqueño, nunca”. ¿Dónde terminé? En el Impenetrable Chaqueño. Nunca me imaginé terminar en Haití. Vino el terremoto y me fui a Haití. Entonces, se me presentan las cosas en la vida, las analizo un poco, digo que no al principio y en un momento... Si yo hoy soy candidato a diputado en la provincia de Santa Cruz por Fuerza Santacruceña, la patada final fue de los chicos con los que vivo. Yo vivo con 100 chicos en Santa Cruz y unos 120 en el Impenetrable. Entonces, le fui preguntando a ellos. Una sola persona me dijo no, que es la directora de una de las casas, me dijo: “No, porque la política es una miércoles”. Usó otra palabra. Si alguien que abraza constantemente me dice la política es una “m” y yo estoy convencido de que la política es la que tiene que transformar eso, porque política es la que hace que vivamos bien, me tengo que meter. Me tengo que meter. Hay que meterse ahí y darle una vuelta de rosca. Y acá estoy de candidato y voy a ser diputado. Terrible. Todas las mañanas me levanto y digo: “¿Para qué?”, ¿no? Y a la noche me acuesto y digo: “¿Para qué?” Y durante el día le meto, le meto. Pero eso me impulsa. ------------------------------------------------------------------ Producción Periodística: Facundo Chaves y Lara Lukaszewicz Postproducción: Nicolás Spalek y Cecilia Arizaga Dirección de cámaras: Samuel Cejas y Diego Barbatto ------------------------------------------------------------------
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