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» El Ciudadano
Fecha: 13/10/2025 07:49
Nada nuevo bajo el sol. El camino del oficialismo nacional hacia las próximas elecciones suena a canciones viejas y a eslóganes rancios. “Revolución productiva” prometió el presidente Javier Milei esta semana en un acto en el predio de la empresa Sidersa, en San Nicolás. Cualquier parecido con la campaña electoral de Carlos Menem en 1989 no es coincidencia. En la firma siderúrgica bonaerense, Milei anunció una serie de reformas tributarias y laborales condicionadas a una nueva conformación del Congreso según los resultados del 26 de octubre. En los comicios de juegan 127 escaños en Diputados y 24 en el Senado. La elección en la provincia de Buenos Aires fue un cimbronazo para la Rosada. A 15 días de las elecciones nacionales, el presidente ya no especula con grandes resultados sino con poder, mínimamente, tener un Congreso “más reformista” (en sus palabras). La Libertad Avanza llegó al Poder Ejecutivo a través de un balotaje, pero el magro resultado en el plano legislativo le otorgó una representación minoritaria en ambas Cámaras. Esto no fue un escollo para que el Congreso acepte el decreto 70/2023, apoye la Ley Bases ni para que le otorgue superpoderes bajo el mantra de “dejar gobernar” al gobierno entrante. Fue la persistencia de las jubiladas y jubilados cada miércoles, fueron las masivas marchas universitarias, fue el escándalo de un Hospital Garrahan sangrando los que consiguieron lo que no pudieron los discursos de la oposición peronista en Diputados o en el Senado: que el Poder Legislativo ejerza su función de contrapeso y ponga algún límite a todo lo que el Ejecutivo se estaba llevando puesto en materia de derechos y de políticas públicas. Llegó entonces la hora de los vetos, las encuestas que muestran un descenso en la aceptación de la imagen presidencial y los escándalos: Karina Milei y las coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad y los vínculos del candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires, José Luis Espert, con el empresario Fred Machado, investigado por narcotráfico. Lo que en un principio se negó rotundamente por parte del oficialismo, terminó con la renuncia del candidato y los consecuentes contratiempos en torno a la boleta única. Finalmente, la Cámara Electoral Nacional avaló que sea el actual diputado PRO Diego Santilli y no la segunda, Karen Reichardt, quien encabece la lista. Antes de las elecciones bonaerenses, el presidente hablaba del “riesgo kuka” para explicar las corridas cambiarias, la baja del precio de los bonos argentinos en el mercado internacional y el aumento del Riesgo País. Esa fue su principal estrategia de campaña: decir que la política económica tenía dificultades por el temor de los inversionistas a que el Kirchnerismo gane en las urnas. Tras el arrasador resultado de septiembre en el distrito electoral más numeroso del país, hubo un pase de página en la estrategia. A esta película ya la vimos En su visita de esta semana a Mendoza, para avalar al gobernador Alfredo Cornejo, Milei expresó: «Si arrancamos bajando impuestos, eso libera recursos en el sector privado y permite hacer una reforma laboral en un contexto donde crece la cantidad de trabajo y crecen los salarios. Y eso, además, después nos permite abrir la economía, profundizar más nuestra inserción en el comercio internacional y eso genera nuevo impulso al crecimiento económico y nos permite entrar en un loop de reformas permanentes, que no sólo ganamos más libertad económica, sino que además ganamos prosperidad. Y esa es la agenda reformista que estamos planeando para llevar a cabo a partir del 11 de diciembre de este año, cuando la composición de las Cámaras sea no tan hostil como la que tenemos ahora». En el mismo discurso ponderó la reforma del sistema penal que se promueve desde el Ministerio de Justicia y de Seguridad Interior. De la campaña del miedo se pasó a la campaña de las promesas: las de las reformas que podrían hacerse, siempre y cuando el gobierno cuente con otra composición en el Congreso. En esa expectativa sostiene el presidente la credibilidad y la estabilidad política que necesita para seguir negociando préstamos y salvatajes en Estados Unidos. «Con la macro andando con viento en popa, urgen las reformas que dinamicen la micro. Estas reformas serán beneficiosas para toda la economía: van a beneficiar a más de medio millón de pymes que hay hoy en el país, también a las empresas grandes y, fundamentalmente, a los trabajadores —ya sean empleados, autónomos o informales—, porque van a motorizar la creación de cientos de miles de puestos de trabajo en blanco en el sector privado», sostuvo en Sidersa. Esta empresa es una de las beneficiadas por el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (Rigi) que otorga amplias ventajas impositivas a las grandes empresas, régimen diseñado al mismo tiempo que se repetía «no hay plata». «Estaremos impulsando una reforma general del régimen laboral para darle previsibilidad a las empresas e incentivar la contratación formal. Necesitamos un marco jurídico en lo laboral claro, simple y predecible», añadió. Y apuntó contra los abogados laboralistas, tildándolos de «caranchos» y adjudicando a los juicios laborales la falta de empleo privado en el país. Todo incentivo de contratación que se anuncie contrario al derecho laboral huele a flexibilización. Otro clásico de los 90. «Todo esto es tan sólo la primera etapa de las reformas que queremos llevar adelante, ni bien se constituya el nuevo Congreso y por primera vez en 25 años, aprobarla será posible, dado que el próximo Congreso será indudablemente más reformista que el actual», prometió. Y, para que no queden dudas, agregó: «Lo digo principalmente por las decenas de diputados y senadores que La Libertad Avanza va a sumar». Primero hay que pasar octubre Para las intenciones de ampliar el modelo de liberalización de la economía, es necesario juntar porotos, ganar las elecciones. Hay que mostrar estabilidad hacia afuera pero no dejar de interpelar al electorado que vio en Milei la expresión del outsider que llegó con promesas de cambio. Ese fue el intento del show en el Movistar Arena, el acto de campaña más mediático de la semana. Al espectáculo del candidato ligado a presuntos negocios narcos, defendido a ultranza por el propio Milei incluso hasta en su renuncia, hubo que taparlo con otro espectáculo. Un recital en el Movistar Arena porteño, un presidente en rol de showman, una diputada (Lilia Lemoine) como corista y los Benegas Lynch en los instrumentos. «Libre» de Nino Bravo, «Demoliendo hoteles» y «Tu vicio» de Charly García. Un presidente exaltado entonó la lista de temas, exhibiendo que no sólo puede demoler políticas públicas sino también parodiar la memoria, los signos culturales de propios y ajenos. Farandulero como Menem, cantante como Macri (y su We Will Rock You). Desbordado como Milei. También las canciones elegidas mostraron que estamos la repetición, como farsa, parodia y tragedia, de lo pasado. Mientras Milei desafina para su tribuna, los viajes del ministro de Economía, Luis Caputo, a Washington dan sus resultados. Esta semana el Tesoro de Estados Unidos anunció un acuerdo para asistir a la Argentina que incluyó un swap por US$20 mil millones y la compra de pesos argentinos en el mercado de cambios. Se espera que esta semana Milei visite a Donald Trump para formalizar el anuncio del acuerdo. «El coraje, el esfuerzo y la paciencia de todos los argentinos son un ejemplo para las naciones de Occidente, y Estados Unidos, entre ellas, ha elegido acompañar esta hazaña brindándonos su apoyo financiero en un momento en el que las fuerzas del pasado luchan con todas sus fuerzas para arruinar de nuevo el futuro», dijo nel presidente. China reaccionó a las condiciones que se formularon desde la Casa Blanca en relación con el vínculo comercial entre Argentina y el gigante asiático. “Scott Bessent y Estados Unidos deben entender que América Latina y el Caribe no es el patio trasero de nadie. También deben saber que no pueden perturbar la cooperación entre China y la región, porque es un vínculo profundo que jamás fue utilizado para perjudicar a terceros países”, señaló la Embajada china en Buenos Aires. La referencia al «patio trasero» trae a colación la historia latinoamericana, naciones saqueadas y tildadas de «bananeras» por un mismo país: el del Plan Cóndor, el del Consenso de Washington. Por Estados Unidos, el de los salvatajes que nunca son gratuitos. Un informe del New York Times, firmado por los periodistas Alan Rappeport y Maria Abi-Habib, sostiene que la ayuda de Estados Unidos a Argentina podría beneficiar directamente a grandes inversores internacionales y a acaudalados gestores de fondos. Entre ellos BlackRock, fondo buitre socio de Mauricio Macri durante su presidencia. Otra vez: toda coincidencia del futuro prometido con el pasado no es coincidencia. Este outsider que llegó con promesas de cambio no hace más que reflotar los eslóganes, la política nacional e internacional y la turbiedad del neoliberalismo argentino. Entre las decisiones de su gobierno y su show en el Movistar Arena hay un punto en común: Milei recicla el pasado con voces de pesadilla.
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