10/10/2025 05:34
10/10/2025 05:34
10/10/2025 05:34
10/10/2025 05:33
10/10/2025 05:33
10/10/2025 05:33
10/10/2025 05:33
10/10/2025 05:32
10/10/2025 05:32
10/10/2025 05:32
Paraná » 9digital
Fecha: 10/10/2025 00:10
La Unidad Fiscal Rosario formalizó la investigación penal contra un enfermero del Policlínico PAMI II de esa ciudad que quedó imputado, con prisión preventiva, como presunto responsable de comercio de fentanilo y otras sustancias medicinales peligrosas para la salud como el bromuro de vecuronio -de exclusivo uso hospitalario- que, de acuerdo a la investigación, obtenía de su lugar de trabajo y luego ofrecía a la venta a través de redes sociales. El caso comenzó a investigarse en la unidad fiscal en julio pasado tras la denuncia del padre de un hombre que murió en 2023 tras, aparentemente, inyectarse dichas sustancias y que señaló al ahora acusado como el proveedor de su hijo. La imputación contra el enfermero del Policlínico PAMI II de Rosario identificado como Luis Emanuel B., fue formulada en una audiencia de formalización de la investigación penal celebrada el viernes pasado en los Tribunales Federales de Rosario, ante el juez de Garantías Román Lanzón, quien, a pedido del MPF y tras calificar el caso como “gravísimo”, dispuso la prisión preventiva por 150 días para el acusado. Luis Emanuel B. fue imputado por el MPF como presunto autor de los delitos de comercio de estupefacientes (por el fentanilo), venta de sustancias medicinales peligrosas para la salud disimulando su carácter nocivo y tenencia ilegítima de arma de fuego de uso civil (por el hallazgo de una pistola en uno de los domicilios allanados). La investigación está a cargo del Área de Investigación y Litigio de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Rosario, bajo la coordinación del fiscal general Javier Arzubi Calvo, y de los fiscales Matías Mené y Soledad García, con apoyo del fiscal coadyuvante de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), Martín Uriona. También participaron de la audiencia funcionarios de la Unidad Fiscal para la Investigación de Delitos Cometidos en el ámbito de actuación del PAMI (UFI-PAMI) -también a cargo de Arzubi Calvo- y del Área de Atención y Acompañamiento a las Víctimas de la Unidad Fiscal Rosario. El inicio de la investigación Al presentar el caso, el fiscal Mené narró que la causa se inició el 23 de julio último, a partir de la denuncia del padre de un hombre de 37 años fallecido el 9 de agosto de 2023 a raíz del consumo de diversas sustancias que eran suministradas por el acusado, según la hipótesis de la fiscalía. El hombre contó que su hijo fue hallado con una jeringa y un frasco que contenía bromuro de vecuronio -de exclusivo uso intrahospitalario para la anestesia general-, aportó documental, el celular de su hijo y evidencias relevantes para el caso. En primera instancia, la muerte fue investigada por el Ministerio Público de la Acusación (MPA) de la provincia de Santa Fe. Al requerir la autopsia al Instituto Médico Legal (IML), se solicitó que se constatara la presencia de bromuro de vecuronio en el cuerpo del hombre fallecido, principalmente porque en el lugar del hecho se halló un frasco de esa sustancia, la jeringa y una carta de despedida dirigida a sus familiares. De ese estudio se destacaron dos situaciones, según remarcó el fiscal: que en el examen de la autopsia no se observaron lesiones traumáticas, y en relación a la presencia de valproato de sodio y bromuro de vecuronio, que el laboratorio no contaba con técnicas para determinar su hallazgo. La necropsia indicó que “no puede descartarse que la muerte encuentre relación a causas toxicológicas”, pero concluyó que la causa era “indeterminada”. Ante ese resultado, el MPA archivó la causa. La denuncia ante la Unidad Fiscal Rosario Sin embargo, el padre de la víctima acudió a la Unidad Fiscal Rosario del MPF de la Nación en julio pasado, donde aportó diversos elementos para que se investigue si correspondía un reproche penal sobre la conducta de la persona que le habría vendido la mediación a su hijo. Al relatar la situación, el hombre recordó que su hijo tuvo consumos de fentanilo en 2023, hasta que fue hallado sin vida. Y advirtió que un enfermero del PAMI “le vendía el fentanilo y otras sustancias de uso hospitalario como el vecuronio”, lo cual fue advertido por quien era la pareja del hijo. La mujer le mandó un video -incorporado al legajo- en el que se observa una ampolla de fentanilo que ella encontró tirada en el departamento, junto a su pareja desmayada. Los chats clave: “Te vas a pasar para el otro lado” El padre también puso a disposición capturas de pantalla de una conversación que su hijo mantuvo días previos a morir con la persona que le facilitaba el fentanilo. El abonado, identificado como EmmaBz122 (imputado), le avisa: “Te conseguí vecu… ro… nio”, a lo que E. (la víctima) pregunta: “¿Más fuerte que el fentanilo es?”. El enfermero responde: “Obvioooooo”. “Vecuronio. Así se llama. Es dos veces más fuerte”, le dice el imputado en otro intercambio de mensajes, a lo que E. pregunta: “¿Si te pasás con eso te vas con Jesús?”. En un tramo de esa charla, E. le pregunta al enfermero si viene “chinchetas de 10 o 20 o 50 de fentanilo. La q me diste era de 5ml nomas”. Y recibe como respuesta: “Es que vienen de 5 ml. Tengo hoy esto”, y le manda una foto de visualización única. E. responde: “Déjame que lo investigue…no sé cómo se administra”. Y el enfermero contesta: “Son comprimidos, tengo para darte, y el fenta a 100, pero tiene que ser hoy porque otro lo quiere avísame…”. El denunciante también aportó un último mensaje rescatado del teléfono de su hijo, un audio de 17 segundos que se reprodujo durante la audiencia de formalización. “Ey, Colo, escuchá. Preparate la ampolla acordarte del diez, con dos ampollas de esas y después sacá un centímetro y volvele a cargar con una ampolla porque va a quedar muy concentrada y te vas a pasar para el otro lado y hacete de a poco, cualquier cosa avísame”, se escucha decir al enfermero. Luego de este audio, en el intercambio de mensaje, se observa que el enfermero pregunta: “Y?” con emojis de asombro y de gestos requiriendo atención. “Lamentablemente E. nunca pudo contestar esos mensajes. Lo encontraron en su departamento sin vida con una jeringa y un frasco de vecuronio”, expuso el fiscal Mené sobre el desenlace fatal. La investigación también analizó capturas de pantalla de la red social Instagram, de la app de mensajería WhatsApp, una carta y pertenencias halladas en la casa del hombre fallecido, como tubos con pastillas, y una ampolla de vidrio de bromuro de vecuronio marca “PharmaVial”. La fiscalía constató la titularidad de la línea telefónica del vendedor, que pertenecía a Luis Emanuel B., y otra línea, ambas con domicilio en bulevar Ricardo Balbín al 1700 de Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos. La hipótesis de la fiscalía Al narrar la hipótesis de del caso, el fiscal Mené recordó que el imputado, “abusando de su calidad de enfermero en PAMI, donde se desempeña laboralmente desde 2014, sustrajo las sustancias medicinales referidas y otras halladas luego en su domicilio, desviándolas de su cadena de distribución lícita para luego comercializarlas a terceros, con los riesgos que ello implica por la falta de estrictos cuidados que deben seguirse, buscando un beneficio propio por tal actividad”. En ese sentido, explicó que hasta el momento se comprobó que uno de los adquirentes habituales de esas sustancias medicinales, en concreto de fentanilo y bromuro de vecuronio, era la persona fallecida, con quien al menos desde marzo de 2023 entabló diferentes comunicaciones mediante la aplicación WhatsApp. De esas conversaciones, según la fiscalía, se desprende cómo el enfermero, agendado en el celular del fallecido como “Luisfa” y “Luis Central”, obtenía las sustancias medicinales en su lugar de trabajo, y se las comercializaba a la víctima como drogas de recreación, tanto fentanilo de 5 miligramos de la droguería Denver Farma, como bromuro de vecuronio. Fentanilo, vecuronio y otros fármacos en los allanamientos Además de la documentación respaldatoria, extracciones forenses, análisis de archivos telefónicos realizados por personal de Gendarmería Nacional, entrevistas y registros de organismos oficiales, y empresas de telefonía, el fiscal destacó el resultado de los allanamientos en la vivienda del enfermero. El 1° de octubre pasado se realizó un procedimiento en Sierra al 1800, zona oeste de Rosario, donde vivía Luis Emmanuel B. Allí se secuestraron dos ampollas de 5 miligramos con el nombre Fentanilo Denver Farma; dos ampollas de Fentanilo Kilab de 5 miligramos, y una ampolla con la leyenda Detenler de 1 miligramo. En el cajón de un mueble se encontraron cuatro cajas con la leyenda bromuro de vecuronio Pharma Vial de 10 miligramos, cada una contenía 24 frascos -un total de 96 frascos-. En otro sector de la casa se encontró un pack de 30 cajas, que contenían siete comprimidos cada una, con la leyenda Furotral Furosemida, 40 miligramos. En una parrilla de la vivienda se encontró una ampolla con la leyenda Adrenalina Bioqum de 1 miligramo, y en el interior de una caja de plástico ubicada sobre el techo de un baño se encontraron 98 jeringas hipodérmicas con agujas, dos blísteres de diez comprimidos cada uno con la leyenda Metformina Clorhidrato de 1 gramo y cinco cajas de Blokium B12. Tras un cotejo se determinó que el lote de bromuro de vecuronio hallado en la casa del enfermero -número 52.333-, coincidía con el que figuraba en el frasco encontrado junto al hombre fallecido. En otro allanamiento, concretado en la casa de los padres del imputado en Concepción del Uruguay, al que acudía todos los fines de semana, se secuestró una pistola marca Bersa, modelo 223 y calibre .22, un cargador con nueve proyectiles y dos cajas con 51 municiones, todo del mismo calibre. La opinión de la PROCUNAR: “Los mismos riesgos que cualquier droga clandestina” Al tomar la palabra el fiscal Uriona, de PROCUNAR, se refirió a la gravedad de los delitos atribuidos. Dio por constatado que el imputado sustrajo los insumos de trabajo para comercializarlos por fuera de la cadena de custodia, hizo un análisis de las sustancias medicinales que forman parte del caso, como el fentanilo, y su inclusión en el listado oficial donde se lo considera un estupefaciente por sus efectos sobre el sistema nervioso, como se dispone en el decreto N°560/2019 -modificado por el 1130/2014- y la peligrosidad que representa para la salud de la población. “Una vez que se desvía de la cadena lícita de comercialización, guarda los mismos riesgos que cualquier otra droga fabricada de forma clandestina”, advirtió. Y recalcó que ambas drogas, el vecuronio y fentanilo son de uso hospitalario exclusivo “que deben tener cuidados muy extremos sobre conservación y uso”. La medida de coerción Tras la formulación de la imputación, la fiscal Soledad García solicitó la prisión preventiva efectiva del imputado por el plazo de 180 días, tras considerar cumplidos los requisitos para el dictado de la misma, como el peligro de fuga, por la pena en expectativa, y el posible entorpecimiento probatorio. La defensa, ejercida por el abogado particular Gonzalo Rucci, se opuso al encuadre legal y solicitó que la medida de coerción se cumpla en modalidad domiciliaria, para lo cual ofreció una garantía personal, caución económica y cumplimiento de firmas diarias en la Oficina Judicial. Al resolver, el juez Lanzón calificó al hecho como “gravísimo” e indicó que la intervención del enfermero Luis Emmanuel B. en el comercio de sustancias estupefacientes “es suficientemente clara” de acuerdo a las evidencias expuestas por el MPF. Por ello, rechazó la propuesta de la defensa, formalizó la investigación en los términos propuestos por la fiscalía y ordenó la prisión preventiva del imputado por 150 días, con vencimiento el 3 de marzo de 2026. ¿Qué son el fentanilo y el bromuro de vecuronio? El fentanilo es un potente opioide sintético utilizado en medicina como analgésico y en ocasiones como sustituto de la morfina. Según la Guía de Buenas Prácticas en Materia de Drogas elaborada por la Red de Fiscales Antidrogas (RFAI) de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos (AIAMP), el fentanilo resulta ser hasta 100 veces más potentes que la heroína. El bromuro de vecuronio no se vende al público y es de exclusivo uso hospitalario. Se emplea por vía intravenosa para facilitar la anestesia general. Produce parálisis neuromuscular con la finalidad de realizar ventilación mecánica previa a la cirugía o en terapia de cuidados intensivos.
Ver noticia original