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  • Qué es Zangi, la aplicación que habrían utilizado los autores del triple femicidio para transmitir los crímenes

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 09/10/2025 12:40

    Zangi, la app de mensajería a través de la cual fue transmitido en vivo el triple femicidio narco de Florencio Varela. La declaración reveladora que brindó este miércoles Celeste Magalí González Guerrero, una de las nueve detenidas por el triple femicidio narco de Florencio Varela, fue clave para confirmar muchos de los datos que venía investigando el Carlos Adrián Arribas, a cargo de la causa. Pero además, para aportar nuevos detalles de relevancia. Entre ellos, el nombre de la aplicación que habrían utilizado los autores para trasmitir los crímenes en vivo. La mujer que fue detenida mientras limpiaba la escena del crimen junto a su novio Miguel Ángel Villanueva Silva, también detenido, confirmó una versión que hasta el momento no había podido ser verificada: los asesinatos de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez fueron mostrados en tiempo real por una aplicación de mensajería. En su indagatoria, Celeste dijo que su pareja fue quien le confirmó que los crímenes habían sido transmitidos en una videollamada. Si bien dijo no saber con certeza que app utilizaron, deslizó que podría tratarse de "Zangi". “Miguel me dijo que estaban haciendo una videollamada con quienes le dicen “papa” (uno de los capos de la banda) y “lima” (custodio de “papa”). Le mostraban cómo las mataban [...]. Yo tengo en mi Facebook a “lima” como amigo, creo que se llama Abel, es de nacionalidad peruana, tiene entre 33 y 34 años. Él me contó por WhatsApp que vio en vivo cuando mataban a una de las chicas“, dijo la imputada en su declaración. Y agregó: “Lo que no sé es por dónde hicieron esa videollamada, ellos suelen usar una aplicación llamada “Zangi”. Matías Ozorio me dijo que me la descargue". Zangi ofrece la posibilidad de realizar videollamadas en alta calidad. Zangi es un servicio de mensajería conocido por ofrecer comunicaciones privadas seguras y de alta calidad para sus usuarios. Su sede está en Silicon Valley, el área de la bahía de San Francisco, en California, Estados Unidos, que es la cuna de muchas compañías emergentes y globales de tecnología. “A diferencia de otros, Zangi encripta todo el esquema de conencriptación de grado militar de múltiples niveles, asegurando la completa confidencialidad y autenticidad de las llamadas y mensajes, incluso en las redes más vulnerables u hostiles”, detalla la web oficial de Zangi sobre las principales características de la app. Asimismo, ofrece llamadas de audio de alta calidad y un videochat gratuito con imágenes realistas e ininterrumpidas. Tras la indagatoria a Celeste Magalí, el fiscal Arribas dijo que durante este fin de semana se realizará el peritaje de los teléfonos celulares secuestrados a los imputados y en los allanamientos ya realizados, a la espera de recabar más pruebas de valor para la causa. La declaración de González Guerrero Magalí Celeste González Guerrero. Durante su testimonio, al que accedió Infobae, González Guerrero también contó que el 17 de septiembre pasado, dos días antes de que Morena, Brenda y Lara subieran a una Chevrolet Tracker blanca rumbo a una fiesta en Flores que nunca existió; "Pequeño J“ la llamó para pedirle si podía ir a su casa porque “capaz iba con una amiga”. Estaban pintando uno de sus departamentos y no lo podía usar, esa fue la excusa. La arrepentida, además, recordó que ese 19 de septiembre dijo haber visto en el patio de la casa que ella alquila a Matías Agustín Ozorio, “Nero” y “Paco” cavando lo que definió como un pozo: “Vi la tierra y a Matías en cuero con una pala en la mano y a Paco y a Nero frente a él”, declaró. Relató que había música y que llevaron un parlante para ponerlo en el lugar. Sospecha que fue su pareja quien les abrió la puerta. Por la noche de ese viernes truculento, “Pequeño J” la llamó para que le abriera el portón de su casa. Ella salió y vio entrar a la camioneta Chevrolet Tracker color blanca. De ese vehículo descendieron Brenda, Lara y Morena: “Bajaron sonrientes, se las veían como engañadas que venían a una fiesta”, lanzó. Brenda, Morena y Lara. Y también de la camioneta descendieron tres hombres: “Pequeño J”, que la ayudó a cerrar el portón; Víctor Sotacuro Lázaro, alias “Duro” e identificado como tío de “Pequeño J”, quien le dio los mil dólares por el subalquiler de la casa de Chañar y después se los sacó; y a uno más de tez blanca que portaba una pistola Glock en sus manos y manejaba. Luego, ella dijo que salió a vender los estupefacientes que llevaba en la mochila, una actividad que describió como habitual en la zona de San Nicolás y Av. Guillermo Hudson, en Florencio Varela. “Cuando estoy saliendo veo tres hombres mas con guantes de latex, los de color blanco. En ese momento se cortó la música, fue justo cuando llegaron las chicas. Ellos estaban dentro de mi casa, en el comedor, con las luces apagadas. Les habrá abierto Miguel. Seguro llegaron con Paco, Nere y Matías. Uno era muy alto y flaco, el otro medio gordito, de 1.60 mts. y del tercero no me acuerdo. Eran los tres peruanos”, acotó y luego identificó a uno como David Gustavo Morales Huamaní: “El Loco” David. Y al flaco como Manuel David Valverde Rodríguez. Se fue con la idea de encontrarse con su pareja en una esquina. Siempre según la arrepentida, “Pequeño J” a los 20 minutos mandó un mensaje al grupo de WhatsApp llamado “Pizzería Los Pulpos”, que usan para la venta de droga: “Preguntaba por alguien que alquile un parlante. Ahí Jeremías Giménez respondió diciendo que su hermano tenía uno. Miguel fue en un remis a buscar el parlante, yo me quedé esperándolo”. Alrededor de las 4 del sábado regresó a su casa, donde encontró a su pareja, con uno de los dedos sangrando. “Me explicó que, cuando fue a dejar el parlante y abrió la puerta, una de las chicas quiso salir corriendo como para escaparse y, ante eso, agarró un destornillador que estaba a mano y un vidrio y la mató”, dijo y acotó: “Como seguía viva, fue al fondo a buscar un fierro y se lo aplastó en la cara”. Dijo que no entró a su casa, pero sí que vio todo sucio, como con barro y que Miguel le dijo que iban a hacer compras: lavandina, juegos de guantes, agua oxigenada y artículos de limpieza. Luego, se dirigieron a una estación de servicio donde compraron dos bidones de nafta, alrededor de 20 litros. Al regresar, ella, “Pequeño J”, el hombre que tenía la Glock, “Nero”, “Paco” y Sotacuro se fueron en la camioneta Chevrolet Traker hasta un campo que ella les había mencionado. Se los marcó y regresó con el hombre de la pistola. El resto se quedó y se fue en auto de aplicación: “Yo me volví con el hombre de tez blanca hasta mi casa, donde Miguel abre el garaje para que ingrese nuevamente la camioneta. Habremos tardado unos 15 minutos”, describió. Ella alegó que no entró a la casa, sino que fue a recibir las hamburguesas que había encargado desde su celular para que comieran. Mientras, dijo que en ese lapso en la camioneta cargaban todo lo que luego le faltó de su casa: colchones y las sábanas: “Miguel me contó que las llevaron al descampado con la camioneta y prendieron todo fuego con la nafta que habíamos comprado”. Y agregó: “Cuando llego a mi casa con las hamburguesas, no vi sangre, nada. Ya lo habían limpiado con los productos que compramos. En ese momento solo estaban Matías y Miguel. Matías pidió un remis y se fue con las hamburguesas”. Celeste dijo que los crímenes se vincularon con el robo de 30 kilos de cocaína a Sotacuro y que dos de las chicas, una era Brenda, habrían estado involucradas en ese hecho; además, consignó que le dijeron que a “Pequeño J” le habían pagado un millón de dólares por lo ocurrido.

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