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» Notife
Fecha: 09/10/2025 16:56
El 4 de mayo de 2021, Chahinez Daoud, una mujer de origen argelino y madre de tres hijos, fue asesinada de manera brutal en el barrio de Mérignac, en Francia. Su exmarido, Mounir Boutaa, la esperó en la puerta de su casa, le disparó y luego la prendió fuego en plena calle, frente a los vecinos que intentaron ayudarla sin éxito. Chahinez tenía 31 años y había denunciado en varias oportunidades a su agresor, quien al momento del crimen tenía una orden de restricción vigente. Sin embargo, la Justicia no logró evitar que volviera a acercarse. Un crimen que expuso las fallas del sistema Boutaa había sido condenado en 2020 a un año y medio de prisión por golpear a su exmujer, pero recuperó la libertad antes de cumplir la pena completa. Apenas unos meses después, volvió a perseguirla y amenazarla, mientras las denuncias de la víctima no encontraban respuesta. Representación gráfica de Mounir Boutaa en el juicio por el asesinato de su exmujer. (Foto: Franceinfo) El día del femicidio, el hombre se presentó armado y con una botella de combustible. La atacó cuando salía de su casa, le disparó y la roció con el líquido inflamable. Acto seguido, encendió el fuego y escapó del lugar. Fue detenido poco después. El caso causó una profunda conmoción en Francia. En cuestión de horas, los videos grabados por testigos circularon en redes sociales y el horror del ataque se convirtió en tema nacional. Chahinez tenía 31 años y era madre de tres hijos cuando fue asesinada por su exmarido. (Foto: Libération) Reacción e indignación El presidente Emmanuel Macron y el (entonces) ministro del Interior, Gérald Darmanin, reconocieron públicamente los errores del Estado y ordenaron una investigación interna por las fallas en la protección de Chahinez. Miles de personas salieron a las calles a reclamar justicia y exigir medidas concretas contra la violencia de género. Los peritajes confirmaron que la mujer murió a causa de las quemaduras, y la investigación determinó que Boutaa actuó con premeditación y extrema violencia. En los días previos al ataque había buscado en Internet cómo manipular combustibles y fabricar explosivos caseros. Los vecinos en los alrededores de la casa de Chahinez luego del ataque. (Foto: EFE) El juicio y la condena Recién en marzo de 2025 comenzó el juicio en el Tribunal de lo Penal de Gironda. Allí, el acusado admitió haber cometido el crimen, aunque intentó justificarlo diciendo que actuó en un “estado de furia”. “No me siento culpable”, declaró. La fiscalía sostuvo que el femicidio fue planificado y cometido con total frialdad. La defensa, en tanto, habló de “impulsos emocionales”. Durante las audiencias, la madre de Chahinez pidió justicia y reclamó que su hija “no haya muerto en vano”. Representantes del Ministerio del Interior y de Justicia debieron declarar y reconocieron “fallas en la comunicación” entre los organismos que debían controlar al agresor. Puede interesarte Finalmente, el tribunal declaró culpable a Mounir Boutaa y lo condenó a cadena perpetua, con un período de seguridad de 22 años antes de poder solicitar cualquier beneficio.
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