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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 09/10/2025 10:53
El estudio del caso de xenotrasplante fue publicado en Journal of Hepatology (Imagen Ilustrativa Infobae) Millones de personas esperan cada año un trasplante de órgano que nunca llega y, ahora, la ciencia explora soluciones para cambiar ese destino al desarrollar diferentes tipos de xenotrasplantes, es decir, el trasplante de órganos, tejidos o células entre especies diferentes, como de animales a humanos. En China, un hígado de cerdo modificado genéticamente fue trasplantado con éxito a un ser humano, según informaron los investigadores que llevaron adelante la intervención en la revista Journal of Hepatology, de la editorial Elsevier. El paciente, que padecía una enfermedad hepática avanzada, vivió 171 días después del trasplante. Un resultado que demuestra que un órgano procedente de un animal puede integrarse y funcionar en el cuerpo humano bajo condiciones controladas. El xenotrasplante de hígado de cerdo modificado genéticamente permitió a un paciente vivir 171 días en China (AP Foto/Eugene Hoshiko, Archivo) El estudio fue liderado por Beicheng Sun, que trabajaba en el Primer Hospital Afiliado de la Universidad Médica de Anhui en Hefei, China. Participaron equipos de otras instituciones de China y Alemania. “Este caso prueba que un hígado de cerdo modificado genéticamente puede funcionar en un humano durante un periodo extendido”, explicó Beicheng Sun. Si bien faltan mejorar su eficacia y su seguridad, el xenotrasplante podría llegar a ser una opción terapéutica en el futuro para pacientes con insuficiencia hepática. Xenotrasplante de hígado: una respuesta a la falta de donantes Miles de personas esperan un órgano como último recurso para vivir (Imagen ilustrativa Infobae) El estudio nació para responder a un problema que afecta a miles de personas cada año: la escasez de órganos para trasplante hepático. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) miles de pacientes mueren por no conseguir un donante. En China, cientos de miles presentan insuficiencia hepática anualmente, y solo 6.000 recibieron trasplante en 2022. La diferencia entre las personas que necesitan un órgano y los que lo reciben representa una brecha difícil de cerrar. Muchos enfermos se quedan sin oportunidad por la falta de donantes adecuados. Por eso, los investigadores de China decidieron evaluar si órganos de animales modificados pueden buscar cubrir esa necesidad. El xenotrasplante busca responder a la escasez de órganos para trasplante hepático, que afecta a miles de personas cada año/ EFE/ Orlando Barría El objetivo principal fue comprobar si un hígado de cerdo, modificado para parecerse más al de un humano y así evitar el rechazo inmunológico, consigue realizar funciones básicas en una persona. Entre estas funciones está producir bilis, generar proteínas necesarias para la coagulación y filtrar toxinas. Además, los especialistas buscaron saber si esas funciones se mantenían de forma estable sin provocar reacciones inmunológicas peligrosas. Este tipo de evolución es clave porque los órganos animales habían sido rechazados con fuerza por el sistema inmune en ensayos previos. La investigación también intentó definir si las nuevas tecnologías de edición genética dan resultados reales y pueden cerrar la brecha entre oferta y demanda de órganos. Así fue el trasplante, resultado y retos El hígado de cerdo fue modificado en 10 genes clave para reducir el rechazo inmunológico y mejorar la compatibilidad con humanos (Imagen Ilustrativa Infobae) El caso seleccionado fue el de un hombre de 71 años con cirrosis hepática por hepatitis B y cáncer hepático. No podía acceder a trasplante humano ni a cirugía convencional y su situación era grave. El nuevo hígado fue tomado de un cerdo miniatura Diannan, modificado en 10 genes importantes. Estos cambios pretendieron reducir el riesgo de que el cuerpo humano rechace el órgano nuevo y evitar problemas de coagulación. La operación consistió en dejar el hígado humano original y añadir el hígado porcino como apoyo (esto se conoce como “trasplante auxiliar”). Así el órgano animal podía ayudar sin reemplazar completamente la función natural del hígado del paciente. El paciente, de 71 años, sufría cirrosis y cáncer hepático y no era candidato a trasplante humano ni cirugía convencional/Archivo Los resultados iniciales resultaron prometedores. Durante el primer mes, el hígado de cerdo produjo bilis y proteínas imprescindibles para la coagulación, lo que representa una función similar a la de un órgano humano. El paciente no mostró señales de rechazo agudo, tampoco hubo crisis inmunológicas graves al principio. En el día 38 después del trasplante, se presentó un problema llamado microangiopatía trombótica asociada a xenotrasplante (xTMA). Ese término se refiere a un daño severo en los vasos sanguíneos del órgano trasplantado, ocasionado por defensas del propio sistema inmune. Para evitar que esta situación se agravara, los médicos decidieron retirar el hígado de cerdo y tratar el cuadro con un medicamento especializado llamado eculizumab y con intercambio de plasma (un procedimiento para limpiar la sangre). El tratamiento resolvió el daño vascular en ese momento. El paciente logró superar ese cuadro, pero posteriormente, por la gravedad original de su enfermedad y complicaciones derivadas, sufrió hemorragias digestivas importantes. El trasplante auxiliar permitió que el hígado porcino apoyara la función hepática sin reemplazar completamente el órgano humano. (Freepik) Llegó a vivir 171 días tras la operación, tiempo que marcó un récord para un órgano porcino en un cuerpo humano. Según los científicos, el injerto porcino funcionó durante un tiempo considerable, nunca antes documentado en seres humanos. El equipo monitorizó valores de bilis, proteínas y factores inmunológicos para comprobar cómo evolucionaban ambos órganos. Confirmaron que existen límites para los xenotrasplantes: el cuerpo humano puede defenderse de manera agresiva, crear coágulos y rechazar órganos incluso después de editarlos genéticamente. El caso marca un avance en la investigación de xenotrasplantes, aunque persisten desafíos de seguridad y eficacia clínica (Shelby Lum/AP) Los expertos recomendaron profundizar en la modificación genética de los cerdos donantes y optimizar medicamentos para reducir riesgos. “El xenotrasplante demuestra viabilidad funcional, pero enfrenta retos de seguridad clínica y resultados sostenidos”, concluyeron. El caso demostró que un órgano animal puede ayudar a una persona por un tiempo, aunque todavía existen desafíos médicos importantes que resolver. La posibilidad del xenotrasplante avanza, pero hará falta más investigación antes de que sea una opción segura y concreta para quienes esperan un trasplante.
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