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  • Trump pidió que el alcalde de Chicago y el gobernador de Illinois vayan presos

    Concordia » Realnoticias

    Fecha: 09/10/2025 14:38

    El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, redobló sus ataques este miércoles contra las autoridades de Chicago y llamó a que se encarcele a su alcalde, Brandon Johnson, y al gobernador de Illinois, J. B. Pritzker, por no garantizar protecciones a los agentes de inmigración durante las redadas en esa urbe. “¡El alcalde de Chicago debería estar en la cárcel por no proteger a los agentes de ICE! ¡Y el gobernador Pritzker también!”, escribió el mandatario republicano en su red social, Truth Social. Trump ya había apuntado el martes desde el Despacho Oval contra Pritzker y Johnson —ambos del Partido Demócrata—, resaltando que son incapaces de gestionar “asuntos de delincuencia” en la ciudad. “No daré un paso atrás” El gobernador de Illinois, respondió a Trump: “No daré un pasó atrás. Trump ahora pide el arresto de los representantes electos que ponen a prueba su poder. ¿Qué más queda en el camino hacia el autoritarismo declarado?”, publicó en la red social X. El día anterior llegó a decir que el presidente norteamericano mantiene una cruzada contra la inmigración en Illinois por una fijación obsesiva o porque padece demencia. “Este es un hombre al que se le ha metido algo en la cabeza y no se lo puede sacar. No lee. No sabe nada de lo que está pasando actualmente. Es algo que está metido en algún rincón de su cerebro que le obliga a meterse con las ciudades”, declaró en una entrevista telefónica concedida al diario Chicago Tribune. Por su parte, el alcalde Johnson también utilizó la red X para reafirmarse en que no irá “a ningún lado” y añadió: “Esta no es la primera vez que Trump intenta arrestar injustamente a un hombre negro”. Los enfrentamientos entre el presidente y las autoridades de Chicago han aumentado desde que hace un mes, cuando inició la operación Midway Blitz, liderada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE), para “garantizar la seguridad” en la capital del centro-norte del país. Las redadas han resultado en múltiples detenciones de personas de origen latino, principalmente con el objetivo de deportarlas, a tono con la dura política antiinmigratoria del Gobierno republicano. Estas operaciones han provocado crecientes manifestaciones ciudadanas, donde agentes de la Patrulla Fronteriza dispararon el sábado en el área de South Side, lo que hirió a una ciudadana estadounidense. Envío de tropas A pesar de la oposición del alcalde Johnson y el gobernador Pritzker, el presidente estadounidense ordenó el envío de cientos de tropas de la Guardia Nacional como respuesta a las protestas contra las redadas y a lo que ve como “crimen rampante” en Chicago. La Guardia Nacional es un cuerpo militar de reserva que está generalmente bajo el mando de cada Estado. El presidente puede movilizarla para casos de urgencia, como un desastre natural, pero necesita el permiso del gobernador, excepto en casos excepcionales de la máxima gravedad. Trump ha coqueteado con la idea de invocar la Ley de Insurrección, de principios del siglo XIX, lo que crearía uno de esos casos excepcionales. Unos 300 soldados de Illinois se preparan para movilizarse en los próximos días, a los que se suman otros 200 enviados desde Texas que ya se encuentran instalados en Chicago, listos para ser desplegados. Estos tienen experiencia en la frontera sur del país, aseguró el gobernador de ese estado, Greg Abbott. En una entrevista con la cadena televisiva Fox News, el republicano defendió su decisión de enviar a los militares hacia otro estado para apoyar la campaña de arrestos y deportaciones de migrantes del Gobierno de Trump. “Tanto el alcalde como el gobernador de Illinois tienen que enfrentar el hecho de que no están haciendo su trabajo de mantener la seguridad de los agentes federales y hacer cumplir la ley federal”, indicó. Abbott, un aliado cercano de Trump que ha dedicado miles de millones en seguridad fronteriza a través de la llamada Operation Lone Star, señaló que los militares desplegados a Chicago forman parte de un equipo de élite que ha confrontado el desorden civil en la frontera, especialmente a las personas que cruzan o intentan cruzar la frontera sur de manera irregular. La Guardia Nacional de Texas ha sido acusada por organizaciones defensoras de los derechos humanos de uso excesivo de fuerza y abusos contra los migrantes. Las denuncias van desde el uso de proyectiles de gas pimienta contra personas que no representaban un riesgo, incluyendo mujeres y niños, hasta abusos físicos contra los migrantes, como golpizas o empujarlos contra los alambres de concertina, según han denunciado Human Rights Watch (HRW) y la oficina de Washington para Latinoamérica (WOLA). La directora del programa estadounidense de HRW, Tanya Greene, emitió en las últimas horas un comunicado en el que insta a la desmovilización de la Guardia Nacional en la conocida como “Ciudad de los Vientos”. “En una ciudad donde el ICE ya ha disparado y matado a personas, lo último que necesitan los habitantes de Chicago es una militarización innecesaria, costosa y potencialmente mortal. Las tropas de la Guardia Nacional están para emergencias reales, no para peligrosas tomas de poder”, subrayó Greene. Los alrededores del centro de detención de ICE en las afueras de Chicago son escenario a diario de protestas protagonizadas por decenas de activistas, que intentan bloquear la salida de los vehículos de los agentes. En algunos casos ha habido lanzamiento de piedras y botellas. “Eligen a gente al azar o por vendettas personales. Depende de tu color de piel o si decidiste grabarlos mientras actúan. Ni siquiera sabemos cuánta gente tienen retenida en total dentro de este centro”, narró un manifestante a la agencia de noticias EFE desde la entrada de la instalación migratoria. Contrario a los argumentos del gobernador republicano de Texas, estadísticas oficiales sobre criminalidad del Departamento de Policía de Chicago muestran descensos interanuales, con una reducción de los homicidios del 28 por ciento con respecto al mismo período del año pasado y de casi el 50 por ciento con respecto a hace cuatro años. A esto hay que sumarle que, de acuerdo con un sondeo de CBS el domingo, el 58 por ciento de los estadounidenses se oponen al despliegue de la Guardia Nacional en ciudades del país. Demanda demócrata El lunes, el estado de Illinois presentó una demanda para bloquear el despliegue de las tropas de la Guardia Nacional. En la demanda, el fiscal general del estado, Kwame Raoul, y los abogados de Chicago acusaron a Trump de utilizar tropas estadounidenses para castigar a sus enemigos políticos. “El pueblo estadounidense, sin importar donde resida, no debería vivir bajo la amenaza de ocupación por parte del ejército de Estados Unidos (…) no simplemente porque el liderazgo de su ciudad o estado haya caído en desgracia frente al presidente”, dijeron. “Más allá de fomentar la seguridad en la región de Chicago (…), las acciones provocativas y arbitrarias de Trump han amenazado la seguridad pública incitando a la protesta”, agregaron. La demanda demócrata se presentó después de que una jueza federal en Oregon bloqueara temporalmente al mandatario republicano de enviar soldados a Portland como parte de su campaña contra el crimen y los migrantes indocumentados. Sin embargo, Trump, quien habló la semana pasada de usar al ejército para una “guerra interna”, no da señales de dar marcha atrás. Hasta el momento, además de Chicago y Portando, el magnate republicano ha ordenado el despliegue de la Guardia Nacional en Los Ángeles, donde aún operan 300 miembros; Washington, por cuyas calles patrullan 2.400; y Memphis, con 300 soldados.

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