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» Derf
Fecha: 08/10/2025 10:28
Con la llegada de la primavera, los días más largos y cálidos invitan a pasar más tiempo al aire libre. Sin embargo, incluso cuando el sol no está en su punto más fuerte, la piel puede resentirse por la exposición. Adoptar una rutina de cuidado posterior es fundamental para mantenerla sana, hidratada y luminosa. Hidratá en profundidad Después de tomar sol, la piel tiende a deshidratarse. Usar cremas o lociones con ingredientes como aloe vera, ácido hialurónico o glicerina ayuda a recuperar la humedad perdida y a aliviar posibles enrojecimientos. Evitá el agua muy caliente Las duchas largas y con agua caliente pueden resecar aún más la piel. Lo ideal es optar por agua tibia y aplicar una crema hidratante apenas termines para sellar la humedad. Incorporá productos calmantes Si la piel está sensible, los productos con caléndula, manzanilla o pantenol ayudan a calmar la irritación y reducen la sensación de tirantez. Protegé del sol incluso después Aunque ya te hayas expuesto, es importante seguir usando protector solar en los días siguientes. La piel puede quedar más vulnerable y propensa a manchas si se la vuelve a exponer sin protección. Cuidá también desde adentro Beber suficiente agua y consumir alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras de colores intensos, favorece la regeneración celular y ayuda a mantener la piel en buen estado. Adoptar estos cuidados no solo mejora la recuperación inmediata, sino que también previene el envejecimiento prematuro y mantiene la piel saludable durante toda la temporada.
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