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Parana » Ahora
Fecha: 08/10/2025 03:56
Alán Céspedes, docente apartado del colegio Mitre en Concordia, explicó las circunstancias que llevaron a su despido, enfocando su testimonio en la dificultad de separar el apoyo emocional a una alumna menor de los estrictos protocolos institucionales. La alumna le había revelado al docente una situación de violencia familiar. El profesor Céspedes relató a Canal 9 Litoral, que la postura oficial del colegio, ante casos en los que los alumnos requerían apoyo emocional, era la de priorizar el protocolo. Al plantear la situación de una alumna que se presentaba llorando, el apoderado le habría respondido, según sus palabras: “Mira ahora tengo un llamado no te puedo escuchar, anda para allá”. Céspedes admitió que le fue difícil seguir este tipo de normativa, ya que sintió que no podía “separar la parte humana” de la “toda la parte protocolar” y burocrática. “La alumna siempre tuvo confianza conmigo con la otra profe y me contaba toda la situación y yo obviamente no puedo mirar para un costado,” sostuvo el docente. Él indicó que, si bien en un momento se le dijo que ya había dado aviso de la situación y que debía apartarse, le costó no escuchar a la menor. El conflicto escaló el viernes 26, día en que se preparaba un ensayo. El padre de la alumna se presentó en el colegio para quejarse tras ver que la menor mantenía conversaciones con el docente por redes sociales. El padre, aludiendo a que se trataba de una menor de edad, expresó inicialmente su intención de presentar una denuncia por abuso. Ante la acusación, Céspedes afirmó haber puesto su celular inmediatamente a disposición: “Enseguida yo no tengo ningún problema tengo mi celular a disposición para que me hagan un un peritaje o lo que sea”. El docente aseguró que todas las comunicaciones con la menor eran “desde el lado de la contención, de la escucha” o relacionadas con “ensayos y todo lo que tenga que ver con la parte o del colegio o de la escuela de música”. Según el relato de Céspedes, el apoderado le informó que el padre de la menor no realizaría la denuncia por abuso porque eran amigos. No obstante, el apoderado fue enfático al comunicarle: “No te puedo tener un minuto más acá en el colegio”. El viernes 26 se le pidió al profesor que presentara su renuncia el martes 30. El docente se negó a renunciar: “Yo esto le dije que no no lo voy a hacer no voy a renunciar”. Ante su negativa, el apoderado procedió a notificarle el despido. El martes 30, Céspedes se presentó con un abogado para la reunión, donde se mostraron las capturas de las conversaciones. El abogado señaló que las pruebas no mostraban nada que “lo incrimine o que está induciendo a la menor a un caso de abuso”. El apoderado aclaró entonces que el despido no se debía a una acusación de abuso. “No, no, acá nadie lo está acusando de abuso. El tema es el siguiente: Él no puede tener contacto con la menor”. La razón oficial del despido fue que el docente había incumplido los protocolos del colegio, los cuales indican que, una vez dado el aviso de la situación, el profesor no puede intervenir ni tener contacto con los menores en el contexto de la situación planteada. Al plantear el caso de sus alumnos en la escuela de música, se le indicó que esa institución debía “encargarse de hacer la denuncia”.
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