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» Voxpopuli
Fecha: 07/10/2025 14:09
A partir de ahora, la deuda argentina se seguirá a través del índice EMBI Global Diversified (EMBIGD), un indicador más amplio y menos estricto. Este traspaso reduce drásticamente la disponibilidad de información, ya que el riesgo país pasará de actualizarse minuto a minuto (en tiempo real) a hacerlo con una única cifra diaria, correspondiente al dato de cierre del día anterior, limitando el acceso a una referencia clave para inversores globales. La decisión del banco de inversión JP Morgan de remover a la deuda soberana argentina de su índice Emerging Markets Bond Index Plus (EMBI+) generó un notorio revuelo en el ámbito financiero. Se trata del indicador que, hasta el pasado 30 de septiembre de 2025, se utilizaba para seguir de forma continua y en tiempo real la evolución del riesgo país argentino, una referencia fundamental para cualquier inversor que evalúe colocar capital en la deuda del país. Lo que hace particularmente llamativa la medida es la forma en que se ejecutó. Voceros de JP Morgan no emitieron ninguna comunicación oficial ni respondieron a las consultas sobre los criterios que llevaron a esta remoción. La confirmación de la exclusión se dio a conocer a través de fuentes con acceso a la información interna y de la mesa de ayuda de servicios de datos financieros como LSEG, que confirmó haber dejado de recibir la información en tiempo real para el instrumento Argentina EMBI+ posterior a la fecha del rebalanceo. Una de las razones que pudo haber motivado esta salida, según pudo saberse, reside en un requisito específico del EMBI+ relacionado con la antigüedad de las emisiones. Este índice estricto exige que las nuevas emisiones tengan menos de cinco años de antigüedad. Dado que los títulos soberanos argentinos incluidos datan de septiembre de 2020, tras la última reestructuración de deuda, cumplirían exactamente cinco años en esa fecha, lo cual podría haber sido el motivo técnico esgrimido para el cambio. La salida del EMBI+ no significa que la deuda argentina quede fuera de la cobertura de JP Morgan. Los bonos han sido incluidos ahora en el EMBI Global Diversified (EMBIGD), un índice que, si bien sigue midiendo el desempeño de la deuda emergente, posee requisitos de admisión menos estrictos que su contraparte. Una fuente con conocimiento del procedimiento advirtió textualmente: «no miren más EMBI+». La consecuencia más relevante y preocupante para el mercado es el impacto directo en la disponibilidad y frecuencia de la cifra de riesgo país. Con la inclusión en el EMBI+, la referencia se actualizaba en tiempo real, reflejando minuto a minuto los movimientos del mercado. Al ser relegada al EMBIGD, la actualización se reduce a una única cifra diaria, correspondiente al valor de cierre del día anterior. Esto limita significativamente la capacidad de los inversores y analistas de acceder a la información más reciente sobre la percepción de riesgo de la deuda argentina. El EMBI+ es conocido por ser el índice más riguroso de la familia de indicadores de JP Morgan. Exigía que solo se incluyeran bonos soberanos —excluyendo municipales o provinciales—, que cada instrumento tuviera al menos USD 1.500 millones en circulación, y que la nación alcanzara un stock mínimo de USD 10.000 millones en la serie global. Estas reglas más estrictas de liquidez y tamaño lo convertían en el índice de referencia más sensible y prestigioso. Por su parte, el EMBIGD, el nuevo índice de referencia para el país, es más flexible. Admite tanto bonos soberanos como cuasi-soberanos, con un umbral de solo USD 500 millones por emisión. Además, a diferencia del EMBI Global, el EMBIGD introduce límites de peso por país para asegurar una distribución más equilibrada y evitar la excesiva concentración en un solo emisor, aunque sus criterios generales de elegibilidad son notablemente menos restrictivos que los del índice del que Argentina fue removida. El riesgo país, la diferencia entre el rendimiento de los bonos argentinos y los bonos del Tesoro de Estados Unidos, es la cifra que se verá afectada en su publicación, pues dejará de ser dinámica para ser un dato estático de cierre. Esto cambia el panorama de monitoreo para los fondos pasivos (ETF) que replican estos índices, y que usan estas referencias para tomar decisiones de inversión en cartera, lo que subraya la importancia de la referencia perdida.
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