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Basavilbaso » Riel FM
Fecha: 07/10/2025 16:26
La comunidad educativa de Líbaros manifestó su preocupación ante la falta de avances en las obras de reparación prometidas para la Escuela Primaria Nº 24 “Onésimo Leguizamón” y la Escuela Secundaria Nº 4 “Entrerrianía”, que funcionan en el mismo edificio. El proyecto, anunciado a mediados de julio por el Gobierno provincial, contemplaba reparaciones en la cubierta del edificio escolar, construido en 1960, y afectado por filtraciones, deterioro en cielorrasos y riesgos eléctricos. La intervención estaba prevista sobre una superficie de 237 m², con un presupuesto superior a 19 millones de pesos, y apuntaba a mejorar las condiciones de seguridad y habitabilidad para alumnos y docentes. En aquel momento, el Diputado provincial Silvio Gallay participó de la apertura de sobres para la adjudicación de la obra, junto a la Jefa zonal de Arquitectura, Claudia Ávalos, y el Presidente Comunal, Alberto Evequoz. Gallay había destacado que la inversión reflejaba “el compromiso del Gobierno provincial con la educación y la mejora de los espacios escolares”. Sin embargo, a cuatro meses de ese anuncio, los trabajos no comenzaron y la situación del edificio se agravó. Integrantes de la comunidad educativa expresaron su malestar y hablaron de “falta de responsabilidad” por parte de las autoridades. “En 60 días nadie apareció”, reclamó Claudio Pirola, uno de los vecinos que encabezó los reclamos. Los cuestionamientos también apuntan al orden de prioridades establecido. “En lugar de intervenir en los sectores donde estudian los chicos y trabajan los docentes, decidieron construir un tanque elevado para agua”, señalaron, agregando que esa estructura presenta pérdidas y debió ser vallada por el peligro que representa para los alumnos. Además, denunciaron fallas en la instalación eléctrica, que provocan cortes frecuentes del servicio, y remarcaron que la Comuna debió asumir gastos y reparaciones que exceden sus competencias para garantizar el funcionamiento básico de la escuela. Mientras crece la preocupación entre docentes, padres y vecinos, el edificio continúa deteriorándose y las condiciones se vuelven cada vez más difíciles para la enseñanza y el aprendizaje.
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