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Parana » El Once Digital
Fecha: 07/10/2025 12:30
El metal precioso se disparó a niveles récord impulsado por la expectativa de una baja en las tasas de la Reserva Federal. Superó los USD 4.000 la onza, registrando la mayor suba desde 1970. El oro volvió a ser protagonista este martes en la rueda financiera internacional, con un nuevo salto que lo llevó a niveles nunca vistos, el metal precioso superó los USD 4.000 la onza, registrando la mayor suba desde 1970. El avance se dio en una jornada en la que acciones y bonos globales mostraron estabilidad, pese a la agitación política en Francia, Japón y Estados Unidos, mientras los inversores se mantuvieron optimistas ante la posibilidad de una rebaja en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed). La expectativa de un recorte en el costo del dinero en Estados Unidos, y el consecuente debilitamiento del dólar, fortaleció la demanda del metal, considerado tradicionalmente un refugio de valor frente a la volatilidad de los mercados financieros. Perspectivas de los analistas y bancos internacionales El banco Goldman Sachs atribuyó el reciente repunte a una fuerte demanda de bancos centrales e inversores occidentales, y fijó un precio objetivo de corto plazo de USD 4.900 la onza. Por su parte, la campaña ganadora del oro en 2025 es destacable: acumula un incremento del 53% en lo que va del año, y una suba del 112% desde 2020, año marcado por la pandemia y la búsqueda global de activos de refugio. “La previsión de un recorte de 25 puntos básicos en la tasa de interés de la Reserva Federal refuerza la demanda del metal ante la debilidad del dólar”, indicó un informe del banco estadounidense. La visión de los especialistas “Este desempeño refleja un entorno de fuerte demanda por activos de refugio, respaldado por tensiones geopolíticas persistentes, el deterioro de la confianza en los mercados tradicionales y las crecientes expectativas de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal”, analizó Antonio Montiel, director de Análisis de ATFX Education. Según Montiel, “el impulso alcista estuvo sostenido por un conjunto de factores técnicos y fundamentales. En el plano macroeconómico, la desaceleración de los indicadores en Estados Unidos aumenta las apuestas por una flexibilización monetaria futura y reduce el costo de oportunidad de mantener oro, un activo que no genera intereses”. Además, destacó que “la debilidad del dólar frente a otras divisas y los robustos flujos observados en fondos cotizados (ETF) respaldados en oro refuerzan el sesgo alcista”. Factores económicos y políticos que influyen El informe de Balanz Capital explicó que la suba del oro también responde a la incertidumbre generada por el cierre parcial del gobierno de Estados Unidos (shutdown), que eleva la demanda de activos seguros. “La incertidumbre de corto plazo se mantiene, con el foco del mercado todavía puesto en los datos de empleo y en los recortes de la Reserva Federal”, señaló la entidad. Según los últimos reportes, el informe de ADP mostró una caída de 32.000 puestos de trabajo en septiembre, la mayor reducción desde marzo de 2023, lo que refuerza las expectativas de un enfriamiento del mercado laboral. A su vez, el reporte JOLTS reveló una menor demanda de trabajadores y la contracción del sector manufacturero, que acumula siete meses en terreno negativo. Este escenario llevó a los operadores a apostar por dos recortes adicionales de tasas antes de fin de año, consolidando la percepción de una Fed más moderada. Impacto político y búsqueda de refugio El contexto político en Estados Unidos también influyó en la tendencia alcista. Las amenazas del presidente Donald Trump de aplicar recortes presupuestarios a los estados demócratas y despedir empleados federales acentuaron la búsqueda de refugio en activos considerados más seguros. En paralelo, los analistas advierten que el cierre parcial del gobierno podría limitar el acceso a datos económicos clave, como las nóminas no agrícolas o el informe de inflación de octubre, lo que restringiría la capacidad de la Fed de tomar decisiones basadas en evidencia durante su próxima reunión. El panorama combina así volatilidad política, señales de desaceleración económica y una política monetaria en revisión, un escenario que impulsa al oro a consolidarse como el activo refugio más sólido de 2025.
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