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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 07/10/2025 15:04
El titular de ARBA, Cristian Girard En una entrevista radial, el director ejecutivo de la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA), Cristian Girard, analizó el peso del impuesto sobre los Ingresos Brutos en la estructura tributaria provincial y defendió las medidas implementadas para reducir su efecto distorsivo. Reconoció que se trata de un tributo regresivo, criticado por su diseño, pero sostuvo que es la principal fuente de ingresos del fisco bonaerense. Girard inició su exposición con una definición que marcó el tono de la conversación: “Nadie se animaría a hacer una defensa cerrada 100% de este impuesto. Claramente, son preferibles los impuestos que gravan el ingreso o la renta.” Explicó que Ingresos Brutos es un tributo plurifásico y acumulativo, que se cobra en distintas etapas de la cadena de producción y comercialización, lo que lo convierte en una carga que termina trasladándose a los precios finales. “Los libros de texto hablan de un impuesto plurifásico, se cobran distintas fases, acumulativo, se va acumulando, se va haciendo, va escalándose el impuesto y eso claramente no es deseable en términos de diseño”, afirmó en declaraciones a Pymes en la Red (La Red AM 910). Pese a esas deficiencias, el funcionario aclaró que la estructura fiscal provincial depende en gran medida de este tributo: “Tres de cada cuatro pesos que recauda ARBA provienen de Ingresos Brutos.” Dijo que su responsabilidad, por lo tanto, es recaudarlo del modo menos distorsivo posible, sin desconocer los problemas que genera en la economía productiva. “Yo puedo tener todas esas lecturas críticas, pero me tengo que dedicar a recaudar… Tenemos que tratar de recaudarlo de la manera menos distorsiva posible, más allá de la estructura del impuesto”, remarcó. Un impuesto adelantado que afecta la liquidez El titular de ARBA explicó que el tributo se liquida a través de declaraciones juradas mensuales, pero que además existen múltiples regímenes de retenciones, percepciones y recaudaciones bancarias que obligan a las empresas a pagar por adelantado. Esa operatoria, dijo, genera los llamados Saldos a Favor (SAF), que afectan la liquidez de las compañías. Girard describió un ejemplo concreto: una empresa que factura mil pesos y tiene una alícuota del 5% debería pagar 50 pesos de impuesto al presentar su declaración jurada. Sin embargo, a lo largo del mes puede acumular retenciones por 90 pesos, lo que deja un saldo a favor de 40 pesos. Ese adelanto, subrayó, se transforma en capital de trabajo inmovilizado. “Todo ese adelanto del impuesto es capital de trabajo. Si yo te sobre recaudo, además de que necesitás más capital de trabajo, te genera un costo financiero adicional”, explicó. El costo de ese dinero inmovilizado, añadió, se traslada a precios. “Se empieza a cargar al precio de los bienes y servicios”, sostuvo. Y advirtió que el efecto se amplifica sobre las pymes: “Las pymes no tienen poder suficiente como para imponer condiciones de venta. Para las grandes empresas es otro mundo”. Cambios en los regímenes de recaudación Frente a esas distorsiones, Girard detalló las reformas aplicadas desde 2021 para mejorar el funcionamiento del impuesto y reducir el impacto sobre el sector privado. Señaló que la agencia decidió bajar la cantidad de agentes de retención y de CUITs alcanzados por los regímenes, y reducir las alícuotas en aquellos casos en los que no hay relación directa con el hecho imponible. “Bajemos la cantidad de agentes, bajemos la cantidad de CUITs que están alcanzados por las retenciones y bajemos las alícuotas sobre todo en aquellos regímenes que no están directamente vinculados con el cobro”, indicó. Entre los regímenes más cuestionados, mencionó el de retenciones bancarias (SIRCREB), que aplica descuentos automáticos sobre acreditaciones en cuentas, incluso cuando no tienen relación con operaciones comerciales. “Está completamente divorciado del hecho imponible”, dijo. “Vos tenés una pyme, salís a comer con tus amigos, pagás la cuenta, te transfieren y el banco dice: este CUIT está inscripto en Ingresos Brutos, así que le voy a aplicar una deducción”, ejemplificó. La creación del régimen SAF 0 Uno de los puntos centrales de la política tributaria reciente fue la creación del régimen SAF 0 o Riesgo 0, que gradúa las alícuotas según el comportamiento fiscal de cada contribuyente. El sistema asigna un nivel de riesgo individual a cada CUIT, en función de variables como declaraciones juradas, juicios o divergencias de base imponible. El titular de ARBA señaló que el stock de saldos a favor bajó de tres meses a 0,9 meses de recaudación “Cada CUIT va a tener un nivel de riesgo calculado por la Agencia en base a la información disponible… Lo que nosotros consideramos riesgo bajo va a tener 0,01% de alícuota en SIRCREB y en SIRCUPA”, explicó Girard. Según los datos oficiales, el stock de saldos a favor se redujo de tres meses a 0,9 meses de recaudación, lo que significó una liberación de aproximadamente un billón de pesos en capital de trabajo para las empresas bonaerenses. “Concretamente se tradujo esa visión en que le pudimos devolver al sector privado aproximadamente un billón de pesos de capital de trabajo”, indicó. También mencionó que la cantidad de empresas obligadas a actuar como agentes de recaudación bajó de 29.000 a 20.000, y que más de 1,3 millones de monotributistas pasaron al régimen simplificado, sin retenciones ni percepciones adicionales. Igualdad entre sistemas de pago En otro tramo de la entrevista, Girard respondió a las críticas surgidas tras la adhesión de la provincia al sistema SIRCUPA, que permite recaudar Ingresos Brutos sobre operaciones realizadas a través de billeteras virtuales. Aclaró que no se creó un nuevo impuesto, sino que se extendió un mecanismo de recaudación existente para equiparar las condiciones entre las fintech y los bancos tradicionales. “Es mentira que se haya creado un impuesto a las billeteras virtuales. Lo que hicimos fue un régimen de recaudación a través de las billeteras virtuales para contribuyentes inscriptos en Ingresos Brutos que no sean del régimen simplificado”, afirmó. El objetivo, según el funcionario, fue igualar las reglas de competencia: “La idea es generar condiciones de igualdad entre las fintech, los bancos, las tarjetas y todos los otros sistemas de pago.” Explicó que hasta entonces, muchos comercios optaban por cobrar con billeteras virtuales para evitar retenciones. “Antes pasaba que una carnicería cobraba por Mercado Pago y no le retenían. Lo que hicimos fue igualar las condiciones. No estamos perjudicando a nadie, estamos igualando las condiciones”, sostuvo. Un impuesto que no puede eliminarse de forma aislada Aunque insistió en su rechazo conceptual al impuesto, Girard señaló que no puede eliminarse sin una reforma integral del sistema tributario y del régimen de coparticipación federal. Argumentó que la provincia de Buenos Aires aporta el 40% de la recaudación nacional y recibe apenas el 7%, lo que limita su margen de maniobra fiscal. “La provincia de Buenos Aires aporta 40 pesos al sistema de coparticipación y recibe 7. En ese esquema, además, vos le pedís que elimine tres de cada cuatro pesos que recauda. Queda completamente desfinanciada”, advirtió. Dijo que la discusión sobre la reforma tributaria debe incluir una coordinación entre Nación, provincias y municipios, con un esquema más equitativo: “Hay que repensar la estructura tributaria a través de una mayor coordinación. No pueden pagar más impuestos las pymes que Mercado Libre”, señaló. En ese sentido, propuso gravar más los grandes patrimonios y aliviar la carga sobre la producción. “Tiene que grabarse más a los patrimonios y menos a la actividad económica, más al stock y menos al flujo”, expresó. También planteó que los beneficios fiscales deben estar condicionados a objetivos concretos como inversión, generación de empleo y desarrollo industrial. Un tributo cuestionado pero indispensable Girard reiteró que su gestión apunta a administrar un impuesto imperfecto de la manera más eficiente posible, al tiempo que se buscan consensos políticos para rediseñar la estructura impositiva. “Nadie hace una defensa de Ingresos Brutos. Es preferible tener impuestos que gravan la renta o las ganancias”, resumió. Mientras tanto, sostuvo que la prioridad de ARBA es recaudar sin asfixiar la actividad económica. “Nuestro objetivo es cobrar este tributo de la manera menos distorsiva posible”, concluyó.
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