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  • Tras 40 minutos y 3 kilómetros de lucha, capturaron un surubí albino de 50 kilos. Lo devolvieron al río Uruguay

    Colon » El Entre Rios

    Fecha: 07/10/2025 06:31

    La ciencia y el misterio del río Cuarenta minutos contra el “Fantasma Blanco” La lógica ictícola rota Devolución y racha de suerte Una tripulación de pesca deportiva compuesta de cuatro pescadores logró una “hazaña inolvidable” en inmediaciones de la represa de Salto Grande, demostrando que los ejemplares albinos pueden sobrevivir hasta la edad adulta, publicó el diario El Telégrafo.Una jornada de pesca deportiva en Salto se transformó en un suceso biológico y una hazaña personal para cuatro amigos, quienes lograron la captura y posterior liberación de un surubí albino cuyo peso se estimó entre 40 y 50 kilogramos. El ejemplar, que era completamente blanco, sorprendió a biólogos de la universidad, quienes se comunicaron con los pescadores al considerar el hallazgo sumamente extraño.La tripulación estaba compuesta por Fabricio Rodríguez (quien enganchó el pez) y Gabriel Obrusnik, junto a los jóvenes de 19 años Valentino Silva y Santino Rodríguez.La pesca de surubí es compleja y difícil. Los surubíes comienzan a subir el río en busca de la corriente en la zona de Salto entre agosto y octubre.Los pescadores utilizan la técnica trolling (arrastrar el señuelo con la lancha), requiriendo que el señuelo vaya “nadando, tocando el fondo”. Este método, que exige conocimiento, buen equipamiento (hilo multifilamento y señuelos específicos) y velocidad adecuada, a menudo resulta en la pérdida de señuelos y horas de esfuerzo.La tripulación tiró la lancha desde la Cabaña Frente al Río. La captura ocurrió un jueves por la tarde, en lo que era la segunda o tercera “pasada”.Cuando la caña de Fabricio se activó, el equipo inicialmente pensó que había “atracado” (enganchado una piedra o el fondo), algo que es habitual. Sin embargo, la duda se disipó con un “cabezazo” de la caña. Al ser un pez tan grande, era difícil distinguirlo de una piedra en la línea. La pelea se extendió por 40 a 44 minutos. Dada la magnitud de la lucha, la lancha tuvo que acompañar al pez, terminando el combate a unos 3 o 4 kilómetros río abajo del lugar del pique. Si el equipo de pesca no hubiera sido robusto, se habría roto. Cuando el pez finalmente asomó la cola, la sorpresa fue mayúscula: “Era todo blanco”. Al verlo completo, se dieron cuenta de que era un surubí, aunque no el pintado (con puntos) o el atigrado (con rayas) que esperaban. El ejemplar era “corpulento, era ancho, era grande”. Su peso estaba estimado “entre 40 y 50 kg”. El equipo remarcó que, aunque Fabricio fue quien lo enganchó, la captura fue un esfuerzo de los cuatro, ya que cada uno tuvo que hacer su parte para dominarlo.La condición de albinismo existe en muchas especies, incluidos los peces. Sin embargo, los biólogos explicaron a los pescadores que los peces albinos, al ser blancos, son presas muy fáciles para los depredadores, por lo que suelen tener una vida muy corta.El surubí de Salto, con sus 50 kg estimados, “cambia toda esa lógica”. Los expertos estaban sorprendidos, ya que los únicos indicios previos de surubí albino que tenían era un ejemplar de 14 kg sacado hace años en el Paraná. Este pez demostró que puede “defenderse, pese a esas condiciones para criarse también como adulto”.Siguiendo su compromiso con la pesca deportiva con devolución, la tripulación se aseguró de subir el pez “con cuidado” a la embarcación, enlazándolo de la cola y utilizando una mano en la boca. “Dos personas no podían levantarlo fácilmente”, dijo Santino. Tras las fotografías, el surubí fue devuelto al río “sano y a salvo”. La épica captura pareció haberles otorgado una “gota de suerte extra”. En las pasadas consecutivas después de devolver el albino, el equipo enganchó dos surubíes pintados más, logrando un total de tres seguidos. Lo curioso es que nadie más en la zona estaba teniendo suerte. Además, el surubí albino trajo consigo un señuelo “de regalo” que se había enganchado en su línea. El equipo usó ese señuelo encontrado para enganchar los dos surubíes pintados consecutivos. La racha de suerte continuó al día siguiente. A pesar de solo ir por dos horas, el joven Valentino Silva enganchó otro surubí en la última pasada de la mañana. Uno de los surubíes grandes (estimado en 40 kg) que sacó Valentino escupió un dorado entero cuando lo colocaron en el piso de la lancha, añadiendo otro detalle insólito. En total, fue un día y medio de pesca con cuatro surubíes preciosos.Los pescadores enfatizaron que, si bien la suerte es un factor, el conocimiento y el equipo son fundamentales, aunque reconocieron que el ejemplar blanco es la verdadera noticia.

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