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» Misioneslider
Fecha: 06/10/2025 18:52
Sectores bajo presión y anticipos excesivos Industrias como la construcción atraviesan actualmente márgenes reducidos, e incluso pérdidas proyectadas. En este escenario, anticipar impuestos a través de retenciones y percepciones se convierte en una carga financiera significativa. Aquí se vuelve central el uso de proyecciones fiscales y certificados de exclusión de Ganancias. Algo similar ocurre con los importadores, que al incrementar el componente de bienes o insumos del exterior deben adelantar pagos de IVA, generando créditos fiscales inmovilizados. Una reacción ágil para tramitar certificados de exclusión también resulta determinante. Pero no son los únicos sectores afectados: se han multiplicado los regímenes de pago anticipado y su alcance, y así se ha transformado en un problema generalizado la acumulación de saldos a favor impositivos, en especial por gravámenes provinciales. La solución preventiva Los contribuyentes deben poner foco, ante todo, en prevenir retenciones o percepciones improcedentes. Para ello, resulta clave trabajar en conjunto con los departamentos de Cuentas a Pagar y Cuentas a Cobrar, capacitar a los equipos y contar con la cercanía del asesor fiscal, que puede detectar inconsistencias y ayudar a corregir procesos internos antes de que generen costos financieros. Además, debe trabajarse en la gestión de certificados de no retención o, en su caso, de reducción de alícuotas, y en el monitoreo del «riesgo fiscal» que es la calificación que otorgan los fiscos a cada contribuyente. Un incumplimiento menor puede ubicar a la empresa en una categoría de «riesgo alto», disparando alícuotas de retención más gravosas que superan la real obligación tributaria. En estos casos, la interacción permanente con el asesor tributario resulta vital para identificar rápidamente estas situaciones y revertirlas. Conclusión La coyuntura actual exige que las empresas retomen la planificación fiscal preventiva que evite el pago en exceso a los fiscos por la aplicación errónea y acumulada de regímenes de retención y percepción. Esta herramienta de gestión tributaria y financiera no solo permitirá cumplir con la normativa, sino también hacerlo de manera inteligente, de la mano de un asesor cercano, que pueda ayudar a diseñar estrategias preventivas y liberar recursos vitales para sostener la operación diaria. En aquellos casos en los que no se logre prevenir la generación de saldos a favor mediante la correcta gestión de certificados de exclusión o el rechazo de retenciones improcedentes, será necesario evaluar alternativas complementarias. Entre ellas, la transferencia de saldos a favor hacia otros tributos o períodos fiscales y, en última instancia, la promoción de acciones judiciales cuando las vías administrativas no resulten suficientes para obtener la devolución o compensación de lo ingresado en exceso. Por Juan Manuel Affatati, Socio Lisicki, Litvin & Abelovich — En un contexto de inflación persistente y altos costos financieros, es fundamental que las empresas eviten pagar impuestos anticipados en exceso. La planificación fiscal preventiva se vuelve crucial para evitar saldos a favor con los distintos fiscos, lo cual puede atrapar capital de trabajo y afectar la liquidez de las compañías. Diferentes sectores, como la construcción y la importación, se ven afectados por anticipos excesivos de impuestos, lo que genera una carga financiera significativa. Es fundamental utilizar proyecciones fiscales y certificados de exclusión para mitigar este impacto. Para prevenir retenciones o percepciones improcedentes, es necesario trabajar en conjunto con los departamentos de Cuentas a Pagar y Cuentas a Cobrar, así como contar con la asesoría de un experto fiscal. La gestión de certificados de no retención y el monitoreo del «riesgo fiscal» también son aspectos clave para evitar pagos anticipados excesivos. En resumen, las empresas deben retomar la planificación fiscal preventiva para evitar pagar en exceso a los fiscos y liberar recursos vitales para su operación diaria. En casos donde no se pueda prevenir la generación de saldos a favor, es necesario evaluar alternativas complementarias para recuperar el exceso pagado. La importancia de la educación financiera en la era digital En la actualidad, la educación financiera es más importante que nunca, especialmente en un mundo cada vez más digitalizado. Con la llegada de la tecnología y la digitalización de los servicios financieros, es crucial que las personas estén bien informadas y preparadas para tomar decisiones financieras inteligentes y responsables. La educación financiera es el proceso mediante el cual las personas adquieren los conocimientos y habilidades necesarios para gestionar sus recursos económicos de manera eficiente y efectiva. Esto implica entender conceptos básicos como el ahorro, la inversión, el presupuesto, el crédito y la planificación financiera a largo plazo. En la era digital, la educación financiera cobra aún más relevancia debido a la gran cantidad de información y opciones disponibles en línea. Las plataformas digitales ofrecen una amplia gama de productos financieros, desde cuentas de ahorro y tarjetas de crédito hasta inversiones en bolsa y criptomonedas. Sin embargo, esta abundancia de opciones también puede llevar a la confusión y al mal manejo de las finanzas si las personas no están bien informadas. Por eso, es fundamental que las personas adquieran una sólida educación financiera que les permita navegar por el mundo digital de las finanzas de manera segura y eficiente. Algunos de los beneficios de contar con una buena educación financiera en la era digital incluyen: 1. Toma de decisiones informadas: Conocer los conceptos básicos de la educación financiera permite a las personas tomar decisiones informadas sobre cómo gestionar su dinero. Saber cuánto se gasta, cuánto se ahorra y cómo invertir de manera inteligente son habilidades fundamentales en un mundo digitalizado. 2. Protección contra fraudes y estafas: En la era digital, el riesgo de caer en fraudes y estafas financieras es mayor que nunca. Una buena educación financiera puede ayudar a las personas a identificar y evitar posibles engaños en línea, protegiendo así su patrimonio. 3. Mejora de la planificación financiera a largo plazo: La educación financiera no solo se trata de gestionar el dinero en el presente, sino también de planificar para el futuro. Conocer cómo funciona el mercado de valores, cómo diversificar las inversiones y cómo ahorrar para la jubilación son aspectos clave de una buena planificación financiera a largo plazo. 4. Empoderamiento económico: Contar con una educación financiera sólida puede empoderar a las personas para tomar el control de sus finanzas y alcanzar sus metas económicas. Al entender cómo funcionan los productos financieros y cómo tomar decisiones inteligentes, las personas pueden mejorar su bienestar financiero y su calidad de vida en general. En resumen, la educación financiera es más importante que nunca en la era digital. Con la llegada de la tecnología y la digitalización de los servicios financieros, es crucial que las personas adquieran los conocimientos y habilidades necesarios para gestionar sus recursos de manera eficiente y responsable. Una buena educación financiera no solo beneficia a nivel individual, sino que también contribuye al bienestar económico de la sociedad en su conjunto. Por eso, es fundamental promover la educación financiera en todos los ámbitos, desde las escuelas y universidades hasta los lugares de trabajo y las comunidades locales. Solo así podremos construir un futuro económico sólido y sostenible para todos.
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