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Chajari » actualidadadiario
Fecha: 03/10/2025 18:01
Tenía 97 años y buscaba desde hacía casi medio siglo a su hija Franca, desaparecida durante la última dictadura. Será velada en la Legislatura porteña este viernes de 17 a 20 hs y el sábado de 8 a 11 hs A los 97 años, murió este viernes Vera Jarach, luchadora por los derechos humanos e integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Buscaba desde hacía casi 50 años a su hija Franca, desaparecida en la ESMA en 1976. “Las Madres tenemos el dolor de comunicar que acaba de fallecer nuestra amada compañera Vera Jarach. Nuestro corazón no nos da fuerza para detallar ahora lo que fue su vida cargada de valores y con firme compromiso de trabajar la mejor Memoria y, a través de ella, procurar Verdad y Justicia para con su preciosa hija Franca, hija de todas nosotras”, comunicó Madres en un texto firmado por Taty Almeida. “Vera querida, compañera inteligente, culta, alegre tantas veces y en silencio algunas otras, porque en tu ánimo giraba la pregunta que nunca debió existir: ¿por qué? Vera hermana, eres parte nuestra y estarás en cada paso nuestro y de quienes nos sigan. La sonrisa de Franca seguirá siendo la bandera de innumerables jóvenes. Te queremos”, concluyó. Los restos de Vera serán velados en la Legislatura porteña este viernes de 17 a 20 hs y el sábado de 8 a 11 hs. Al finalizar, desde allí saldrá el cortejo hacia el cementerio de la Chacarita. Con la marca de las Madres Vera Vigevani de Jarach nació en Italia en 1928 en una familia judía que en la Italia de Mussolini comenzó a ser perseguida y decidió emigrar a Argentina en 1939. Su abuelo, sin embargo, fue víctima del nazismo Auschwitz. En el país se formó como periodista, profesión que ejerció durante más de 40 años en la agencia italiana ANSA. La dictadura genocida la convirtió en Madre de Plaza de Mayo cuando tenía 48 años y un grupo de tareas de la ESMA secuestró a su hija, de apenas 18. Franca había militado en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y al terminar el colegio se había acercado a un pequeño grupo sindical de la Juventud de Trabajadores Peronistas (JTP). Desde ese momento, permanece desaparecida. La lucha de Vera comenzó allí pero nunca terminó. Además de buscar justicia por los crímenes cometidos contra su hija, militó activamente en Madres de Plaza de Mayo, participó de la creación de la Fundación Memoria Histórica y Social Argentina e integró también Memoria Abierta. Fue una de las impulsoras de la creación del Parque de la memoria e integró hasta su muerte el directorio del Ente Público Espacio Memoria ESMA, de cuyas reuniones participaba cuando podía a través de videollamadas a pesar de su avanzada edad. Su mayor compromiso en los últimos años estaba puesto en la trasmisión de la memoria a los jóvenes y de hablarle a las nuevas generaciones, que no vivieron los horrores de la dictadura. “Las Madres, las Abuelas, estamos viejas, entonces creo que tenemos cierta responsabilidad de ver qué legado, qué herencia dejamos a los jóvenes, qué mundo dejamos. Es un mundo que preocupa muchísimo por todo lo que va sucediendo y entonces más que hablar del pasado yo voy a hablar sobre todo del presente y del futuro”, dijo Vera en 2022 a Tiempo al cumplirse 45 años del nacimiento de Madres de Plaza de Mayo, Además de las consignas de Memoria, Verdad y Justicia, Vera adoptó otras que impulsaba en su lucha diaria en Argentina y en Italia: “Nunca más al odio” y “Nunca más al silencio”. “Cuando pasan estas cosas no hay que mirar del otro lado, no hay que ser indiferentes. Las Madres hemos sufrido mucho el silencio alrededor nuestro. En mi caso yo viví dos genocidios, la Shoá cuando yo era chica, a mis 10 años, dejó rastros imborrables, como lo que vino después. Las heridas, este tipo de heridas, no se cierran nunca y tiene que haber una decisión y una energía puesta a evitar la repetición de estas historias”, destacó en esa entrevista. En ese sentido, para que el silencio no accione, llamaba a participar. “Lograr las metas de un mundo mejor son solamente sueños, son posibilidades. En mi caso lo hago como Madre, como una persona que toma conciencia. Cuando estoy en Argentina siempre uso la palabra militancia, pero prefiero cuando estoy en Italia, digo que soy una partigiana, una persona que participa”, destacó. “Eso de participar es también una cosa que quisiéramos dejar como legado, no dejar de participar, no encerrarse en en los en los propios egoísmos, es una parte de moral y de ética, pero también es necesario dejarlo como un legado. Mientras uno está, tiene que comportarse en coherencia con lo que piensa y con lo que cree que debe ser dicho y, sobre todo, hecho”, concluyó.
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