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Parana » Analisis Litoral
Fecha: 03/10/2025 11:31
El 2 de agosto de 2015, la televisión argentina quedó sacudida por una acusación explosiva. Martín Lanatta, condenado por el triple crimen de General Rodríguez, señaló al entonces jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, como el “autor ideológico” de los asesinatos de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, vinculados al tráfico de efedrina. Aquella denuncia, emitida en el programa Periodismo Para Todos, instaló un apodo que aún resuena: “La Morsa”. El crimen de 2008 no fue uno más. Marcó el inicio del escándalo de la efedrina, con ramificaciones que involucraron a narcos mexicanos, empresarios locales y una estructura estatal paralela que operaba desde oficinas oficiales como el RENAR. Lanatta y su hermano Christian fueron condenados a perpetua, pero lo que quedó flotando en la memoria colectiva fue el señalamiento directo a uno de los hombres fuertes del kirchnerismo. El vínculo con el poder Lanatta aseguró haber trabajado en el RENAR bajo la órbita de Matías Meiszner, un hombre del riñón de Fernández. Allí, según su testimonio, no solo se otorgaban portaciones VIP de armas, sino que también se gestionaban negocios ilegales que abrían la puerta al narcotráfico internacional. El propio Lanatta relató haber llevado millones de dólares desde un cártel mexicano hasta la casa de Aníbal Fernández en Quilmes. La versión jamás fue investigada a fondo. Como tantos otros episodios de la era kirchnerista, quedó en una zona gris: entre la sospecha pública y la impunidad judicial. Una constante en el kirchnerismo: corrupción y narcotráfico El caso “La Morsa” no es un hecho aislado. Más bien, se suma a una larga lista de escándalos que atravesaron el kirchnerismo y que, a la luz del tiempo, exhiben un patrón: Lázaro Báez y la “ruta del dinero K” , con bolsos y valijas de millones de dólares lavados en la obra pública. , con bolsos y valijas de millones de dólares lavados en la obra pública. José López y los bolsos de convento , la postal más obscena de la corrupción kirchnerista. , la postal más obscena de la corrupción kirchnerista. Ricardo Jaime , condenado por enriquecimiento ilícito y negociados con los trenes. , condenado por enriquecimiento ilícito y negociados con los trenes. Amado Boudou , ex vicepresidente, preso por el caso Ciccone. , ex vicepresidente, preso por el caso Ciccone. Milagro Sala , jefa de una red clientelar en Jujuy con fondos nacionales. , jefa de una red clientelar en Jujuy con fondos nacionales. Los cuadernos de las coimas, donde la trama de sobornos de empresarios a funcionarios quedó registrada en prolijos apuntes. En todos esos casos, los protagonistas negaron, relativizaron o hablaron de “operaciones mediáticas”. Sin embargo, las pruebas y condenas fueron acumulándose. 2025: ¿Qué quedó de “La Morsa”? A casi dos décadas del triple crimen, el tema sigue siendo incómodo. Aníbal Fernández nunca enfrentó a la Justicia por esas acusaciones y continuó ocupando cargos relevantes, incluso como ministro de Seguridad durante el gobierno de Alberto Fernández. La efedrina, el narcotráfico y la connivencia estatal fueron silenciados por una justicia que, en muchos tramos, prefirió mirar hacia otro lado. El kirchnerismo logró sobrevivir políticamente, aunque con un costo: quedó instalado en el imaginario popular como un movimiento atravesado por la corrupción, los pactos con el delito y el encubrimiento sistemático. El caso Lanatta es, en definitiva, una muestra de cómo el crimen organizado se mezcló con la política argentina, y cómo las denuncias más graves pueden perderse en el tiempo si no existe decisión judicial de investigarlas. https://www.analisislitoral.com.ar/
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