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  • Chau discotecas y clubes de música electrónica: los chicos evitan cada vez más salir de noche

    » El Ciudadano

    Fecha: 01/10/2025 11:39

    La Generación Z (nacidos aproximadamente entre 1997 y 2012, o sea que tienen entre 13 y 28 años) muestra cambios de hábitos respecto de sus predecesoras, y el último, que viene de Europa es una creciente renuencia a salir de noche, tanto a discotecas como a clubes de música electrónica. En Francia ya se nota el efecto del cambio en la cantidad de discotecas, ya que de más de 6.000 que funcionaban en los ´80 sólo quedan 1.400, de acuerdo con datos brindados por la Union des Métiers et des Industries de l’Hôtellerie (UMIH) francesa. La conclusión es que la Generación Z ya no vive la noche como antes. Prefieren Netflix, videojuegos o botellones privados antes que techno o house en un club. Le Monde lo confirma: las discotecas han dejado de ser el centro social de los jóvenes franceses. Los datos de Ypulse son demoledores: el 70 % de la Gen Z prefiere quedarse en casa los fines de semana y casi la mitad nunca pisa una discoteca. Tras la pandemia descubrieron que podían socializar sin gastar en entradas, taxis ni copas. Mientras tanto, algunos clubs electrónicos intentan reinventarse con experiencias inmersivas como Cercle Odyssey o la expo Clubbing en París. Otro ejemplo es la exposición Clubbing en París, que reúne historia, arte y performances en torno a la cultura nocturna. Lejos de limitarse a la pista de baile, la muestra invita a reflexionar sobre la estética, la moda y el papel social que tuvieron las discotecas desde los años setenta hasta la actualidad. El objetivo es resignificar el clubbing como un fenómeno cultural más amplio y no solo como un espacio para bailar. También surgen festivales híbridos, que combinan música electrónica con gastronomía, actividades artísticas y propuestas diurnas para atraer a un público más diverso. Cómo adaptar nuevos formatos La lógica detrás de estas iniciativas es clara: si los jóvenes ya no salen de noche como antes, hay que llevar la experiencia hacia formatos novedosos, inclusivos y compatibles con sus hábitos. Sin embargo, especialistas advierten que el problema es estructural y que la tendencia parece difícil de revertir: cada año se pierden salas en todo el país. La pregunta que sobrevuela es si esta transformación cultural, que ya marcó el fin de una era en Francia, podría replicarse en otros países. ¿El techno y la electrónica quedarán como reliquias de otra época, o lograrán reinventarse para conquistar a una generación que ya no se identifica con la noche? El fenómeno no es exclusivo de las grandes ciudades: tanto en París como en pueblos medianos, los locales cierran de manera progresiva. La crisis económica, los costos de mantenimiento y la falta de relevo generacional entre los asistentes aceleran la desaparición de espacios que, durante décadas, fueron considerados puntos de encuentro y centros de socialización. Frente a este panorama, la industria intenta reinventarse con propuestas que combinan música, tecnología y cultura. Una de las más destacadas es Cercle Odyssey, un proyecto inmersivo que mezcla shows electrónicos con proyecciones digitales en 360 grados y escenarios monumentales que trasladan al espectador a entornos virtuales. La experiencia busca transformar un simple recital en un viaje multisensorial capaz de competir con las opciones de ocio digital que hoy seducen a los jóvenes. Argentina, lejos aún A la Argentina, esa ola aún no llegó. Las salidas nocturnas de los jóvenes se mantuvieron y aún se acrecentaron pese al efecto motosierra en los presupuestos de los argentinos. Los locales bailables, los clubes techno, las birrerías, se llenan desde los jueves a los sábados, sobre todo en las zonas que ofrecen mayor seguridad. Inclusive la escena electrónica argentina se apresta a vivir algo completamente nuevo: Heiss Techno, la fiesta de hard techno más intensa de Buenos Aires, anunció su primer festival internacional el 11 de octubre. Ya se manejan algunos nombres de peso: Hate Models, referente absoluto del hard techno emocional y oscuro; Nico Moreno, uno de los artistas más explosivos de la escena europea; y Novah, talento en ascenso que pisa cada vez más fuerte en los clubes del mundo. El festival contará con una infraestructura monumental, diseñada para sumergir a la gente en una experiencia total. Luces, efectos especiales, sonido al palo y ese clima único que Heiss sabe generar fecha tras fecha. Heiss viene desarrollando desde sus comienzos eventos sold out, DJ internacionales de peso, visuales de alto impacto y una comunidad que baila con respeto y libertad. No solo fue pionero en instalar el hard techno en la Ciudad, sino que también trabaja de forma constante con ARDA (Asociación de Reducción de Daños Argentina) y promueve espacios seguros e inclusivos. El año pasado trajeron a Boiler Room de regreso al país tras cinco años, y ahora suben la apuesta con un festival que busca dejar una marca imborrable en la cultura electrónica local.

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