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  • Detienen en Lima M. Ozorio, ladero de Pequeño J y buscado por Interpol por triple femicidio de Brenda, Lara y Morena

    Parana » Informe Digital

    Fecha: 01/10/2025 02:02

    La investigación por el triple femicidio narco de Florencio Varela sumó un capítulo clave: Matías Agustín Ozorio, señalado como lugarteniente de Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, fue detenido en Lima tras un operativo conjunto de la Policía Nacional de Perú y la Interpol. El joven, de 28 años y considerado uno de los principales prófugos del caso, era buscado a nivel internacional y quedó a disposición de la Justicia para iniciar su proceso de extradición a la Argentina. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, confirmó la captura en la red social X: “El prófugo Matías Agustín Ozorio fue detenido en la ciudad de Lima en un trabajo conjunto de la Policía Nacional de Perú e Interpol de PFA. Estamos trabajando su extradición a la Argentina para hacer frente a la Justicia por el triple crimen”. La información se conoció pocas horas después de una serie de allanamientos en el Conurbano bonaerense, donde la Policía Federal inspeccionó cuatro domicilios en busca del sospechoso. En esos procedimientos, realizados durante la madrugada, se secuestraron elementos considerados de interés para la causa. Quién es Matías Ozorio y el alerta de Interpol Nacido el 11 de septiembre de 1997, Ozorio tenía domicilio legal en Parque Patricios, aunque en los últimos años se desplazaba entre asentamientos como la Villa 21-24, la Zavaleta y la 1-11-14. Allí habría tejido sus primeros vínculos con bandas narco antes de integrarse al círculo de “Pequeño J”. Al ser detenido, trató de justificarse con un argumento insólito: dijo haber llegado a Perú engañado por un mafioso y que llevaba un año viviendo allí tras cruzar desde Paraguay. “Me trajeron de engaño”, afirmó ante los agentes que lo detuvieron. El documento internacional que pesaba sobre él lo presentaba como pieza central en la ejecución de Brenda del Castillo (20), Lara Gutiérrez (15) y Morena Verdi (20). Según la acusación, junto a otros cómplices actuó “con división de roles y con claras intenciones de causar la muerte”, aplicando “golpes de puño, patadas y cortes con armas blancas” sobre las víctimas. El texto añade que el grupo obró «a traición y sobre seguro, aumentando de manera inhumana el sufrimiento» y que se aprovechó de «su condición biológica dominante de género al ejercer violencia sobre las víctimas mujeres». La trampa mortal La reconstrucción judicial indica que las jóvenes fueron convocadas a una supuesta fiesta en el Bajo Flores que, en realidad, fue una emboscada. Fueron trasladadas luego a una vivienda de Florencio Varela, donde permanecieron cautivas, fueron torturadas y finalmente asesinadas. Cinco días después de su desaparición, sus cuerpos fueron hallados enterrados en el fondo de una casa de Villa Vatteone, un descubrimiento que conmocionó a la provincia de Buenos Aires. Los otros detenidos Con la captura de Ozorio ya son ocho las personas apresadas en la causa. Los primeros en ser detenidos fueron Magalí Celeste González Guerrero (28), Andrés Maximiliano Parra (18), Iara Daniela Ibarra (19) y Miguel Ángel Villanueva Silva (27), quienes fueron trasladados al penal de Melchor Romero. El último fin de semana se sumaron Víctor Sotacuro Lázaro, detenido en la ciudad boliviana de Villazón; Ariel Giménez, acusado de cavar la fosa; y Florencia Ibáñez, sobrina de Sotacuro, que viajaba en el mismo auto la noche del crimen. Todos quedaron a disposición del fiscal de Homicidios Carlos Adrián Arribas. El prófugo más buscado: “Pequeño J” La investigación ahora se orienta a dar con el supuesto autor intelectual, “Pequeño J”, señalado como jefe de la red narco que habría ordenado el secuestro y la ejecución de las jóvenes. Su paradero se desconoce y existe un pedido de captura internacional en su contra. El quiebre económico y el caso $Libra La figura de Ozorio cobró otra dimensión cuando salió a la luz su situación financiera. Según su familia, cayó en la ruina tras invertir todos sus ahorros y la indemnización obtenida de un empleo en el Hospital Italiano en la criptomoneda $Libra, un proyecto que terminó siendo una estafa. Un familiar declaró a la prensa: «Él perdió mucha plata ahí. Es libertario 100%, defendía a Milei 100%. Apenas subió eso de la cripto, renunció a un trabajo que cobraba muy bien para invertir todo. Y se fundió». Esa caída económica lo habría empujado a vincularse con la red criminal de “Pequeño J”, primero en tareas menores y luego como ladero. Operativos e investigaciones en curso La fiscalía de Arribas y Lorena Pecorelli incorporó esa información al expediente y avanza con nuevas líneas de investigación: entre ellas, una carta anónima recibida en la Comisaría 4D que señala directamente a “Pequeño J” como ideólogo del triple crimen. Ese indicio motivó allanamientos en villas de la Ciudad y el Conurbano, incluida la Zavaleta, Merlo y la 1-11-14. En paralelo, se analizan los materiales secuestrados, se rastrean posibles vínculos financieros y se mantiene activa la cooperación con agencias internacionales. Próximos pasos judiciales La prioridad inmediata es tramitar la extradición de Ozorio desde Perú. Su declaración podría resultar clave para fortalecer la acusación contra “Pequeño J” y cerrar el círculo sobre la trama narco que desembocó en los femicidios. «No hay mucho tiempo para concretar la estrategia porque la investigación sigue avanzando», advirtió un investigador. Con ocho detenidos y un prófugo de alto perfil, la Justicia busca respuestas que permitan explicar cómo tres jóvenes terminaron víctimas de una maquinaria criminal que combinó estafas, narcotráfico y violencia de género en uno de los casos más conmocionantes del año.

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