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Parana » Informe Digital
Fecha: 01/10/2025 01:57
A poco más de un mes de la tentativa de femicidio seguida de un intento de suicidio ocurridos en Gualeguaychú, Carolina Huck y Leonel Corvalán están fuera de peligro, aunque atraviesan realidades completamente distintas. La docente de 31 años inició esta semana un proceso de recuperación por las secuelas de la agresión. El disparo de arma de fuego le provocó heridas graves: le extirparon el bazo y uno de sus pulmones quedó comprometido. Estuvo al borde de la muerte, pero logró sobreponerse y, a los quince días del hecho, pudo abandonar la terapia intensiva del Hospital Centenario. Durante la internación se constató que sufrió “una sección completa de médula con paraplejia”, que le provocó la parálisis de ambos miembros inferiores. Carolina se muestra convencida de que podrá revertir ese cuadro y, con el apoyo de su familia, comenzó un tratamiento en un centro de neurología y recuperación psicofísica en Galarza, que requerirá un largo tiempo. Antes de viajar para iniciar esa recuperación, el lunes fue entrevistada por el fiscal Gutiérrez, quien le tomó declaración sobre lo sucedido aquel domingo de fines de agosto. La mujer de 31 años, profesora de educación especial, relató que Corvalán se levantó temprano para ir a trabajar y que regresó después del mediodía a descansar porque por la noche debía volver a sus tareas en la Policía. Ella, en tanto, asistió por la tarde a un cumpleaños; al regresar se puso a corregir trabajos de sus alumnos que debía entregar, y en ese contexto se desencadenó la discusión. Dieron el alta médica a la docente baleada por su pareja policía en Gualeguaychú Corvalán le recriminaba que trabajaba demasiado, mientras ella sostenía que era imprescindible para afrontar las necesidades económicas y que le resultaba imposible limitarse a trabajar solo por las mañanas, como él pretendía. Dos compañeras de trabajo que también declararon en la causa ratificaron que las discusiones giraban en torno a lo económico y a la crianza de su hija de 5 años, y que con frecuencia Huck expresaba una postura que Corvalán contrariaba. En la Investigación Penal Preparatoria aún restan pericias sobre la pistola 9mm y los teléfonos celulares, además de los estudios neurológicos, psicológicos y psiquiátricos de Corvalán, que no se han realizado porque se aguardaba una mejor condición física del imputado. También está pendiente la Cámara Gesell de la menor, testigo directo del hecho, ya que la defensora penal de Niños, Niñas y Adolescentes, Gabriela Urrels, dictaminó que todavía no se encuentra en condiciones. La situación del imputado Mariano Leonel Corvalán fue el primero de los dos en dejar el Hospital Centenario de Gualeguaychú. El disparo que se efectuó en su cabeza con su arma reglamentaria, luego de haber baleado a Huck, parecía ser letal, pero con el transcurso de las horas y los días su estado cambió. Una semana después de la operación de urgencia y de haber pasado las primeras horas en coma, salió de terapia intensiva. Siete días más tarde abandonó la sala común donde había estado alojado y, desde entonces, permanece en la Comisaría del Menor, la Mujer y Violencia Familiar con prisión preventiva por 50 días, que vence el próximo 20 de octubre y que, presumiblemente, será prorrogada. El policía de Gualeguaychú que quiso asesinar a su esposa fue dado de alta y trasladado a una celda En la primera semana de septiembre, una vez que abandonó el hospital, el fiscal Gutiérrez tomó declaración a Corvalán, pero el hombre de 38 años se abstuvo de hablar; fue imputado por tentativa de femicidio, agravada por alevosía y por ser funcionario público, y luego se le dictó prisión preventiva. Fuente: El Argentino
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