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Concepcion del Uruguay » La Pirámide
Fecha: 29/09/2025 15:36
El arquitecto Guillermo Arrejoría reflexiona sobre las intervenciones que "alteran gravemente la identidad urbana y el valor simbólico de nuestros edificios históricos" y asegura que "nuestra ciudad continúa perdiendo parte significativa de su patrimonio edificado" y apunta a la "insuficiente educación patrimonial". La defensa del patrimonio construido: la urgencia de una reglamentación efectiva *Por Guillermo Arrejoría La reciente intervención en la Casa Corbella pone de manifiesto la necesidad urgente de avanzar en la reglamentación de la Ordenanza de Protección de los Edificios Patrimoniales catalogados de nuestra ciudad. Asimismo, se torna indispensable incorporar a dicho marco aquellos inmuebles que, por sus valores arquitectónicos, históricos o culturales, aún no forman parte del inventario patrimonial, pero que merecen su inclusión para garantizar su preservación. El Código de Ordenamiento Territorial y Ambiental (COTA) ha establecido un capítulo específico referido a la Protección y Puesta en Valor del Patrimonio Histórico y Patrimonial, creando un Polígono Patrimonial dentro del cual coexisten edificaciones catalogadas y no catalogadas. Este instrumento normativo contempla la aplicación de indicadores especiales y criterios de flexibilización orientados a propiciar intervenciones respetuosas de los valores históricos y morfológicos de los bienes. A su vez, el COTA prevé la conformación de un Inventario y Catalogación del Patrimonio Construido (al que se sumara un registro previo establecido por el Decreto Municipal N.º 9018 y Decreto Provincial N.º 6676), al que se le asignaran tres niveles de intervención —integral, estructural y cautelar— y cuatro grados de intervención, según el grado de protección requerido. No obstante, estos avances normativos, nuestra ciudad continúa perdiendo parte significativa de su patrimonio edificado. Ello se produce bajo la mirada esquiva de la sociedad en su conjunto, producto de las presiones inmobiliarias, la falta de sensibilización ciudadana y la insuficiente educación patrimonial. Resulta alarmante observar intervenciones recientes que alteran gravemente la identidad urbana y el valor simbólico de nuestros edificios históricos: la fachada ennegrecida de la sala de juegos en el ex Hotel París, las aberturas celestes de la Casa Corbella, o la demolición de fachadas italianizantes para dar lugar a grandes vidrieras comerciales. Frente a estas acciones, es imperativo reclamar a las autoridades municipales la aplicación efectiva de las normativas vigentes y la pronta reglamentación de los instrumentos previstos. La protección del patrimonio construido no constituye un obstáculo al desarrollo urbano, sino una condición esencial para garantizar una ciudad con memoria, identidad y calidad ambiental. *Arquitecto especialista en Planificación Urbano Territorial y docente de la Universidad de Concepción del Uruguay.
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