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  • En Paraná, Prat Gay sugirió a Milei: “El programa económico necesita una visita al médico después de las elecciones”

    Parana » 2 Florines

    Fecha: 29/09/2025 07:27

    El exministro de Macri ve una “crisis de confianza” en el Gobierno y cuestionó que “el superávit fiscal está muy bien, pero no alcanza”. “Espero que el equipo económico y político reflexione sobre los cambios que hay que llevar adelante en el programa para que toda la economía sea sana y no haya este espejismo de pensar que porque un día bajó la inflación, estamos mejor”, expresó. Por Nahuel Amore Alfonso Prat Gay, exministro Hacienda de Mauricio Macri (2015-2016) disertó este jueves en la 21° Jornada de la Industria que organizó en Paraná la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER), donde manifestó críticas a las políticas macroeconómicas del gobierno de Javier Milei y sugirió revisar el programa económico tras las elecciones. “El superávit fiscal está muy bien pero no alcanza. En el mejor de los casos, es condición necesaria, pero seguro que no es condición suficiente. Eso quedó muy manifiestamente claro en la evolución de los mercados en la última semana”, cuestionó. Prat Gay aclaró que se refirió a los mercados porque es “el auditorio donde más se siente cómodo el presidente Milei y al que mas le habla”. “Es paradójico que el gobierno de la motosierra tuviera un riesgo país de más de 1.000 puntos y que se fuera a 1.500 puntos”, señaló, y aseguró que se trata de una “crisis de confianza” que “no está totalmente resuelta”. Acotó al respecto que el pilar de la gestión tiene “un único objetivo que es bajar inflación y casi una única herramienta que es el superávit fiscal”. “Todas las veces que hubo una crisis de confianza en el mercado de bonos en los últimos 20 años en la Argentina, sucedió durante gobiernos que defendieron el superávit fiscal positivo o cero. Es paradojal que haya crisis de confianza justo con un gobierno que cree en el superávit fiscal”, manifestó, y añadió que la pregunta es qué pasó del lado de los mercados y del lado de los votantes, a la luz de los resultados en provincia de Buenos Aires. Desde el punto de vista del mercado, observó: “O el mercado cree que no hay tal superávit fiscal. O el mercado cree que hay superávit fiscal pero es insuficiente por los vencimientos de deuda que no puede renovar. O el mercado cree que lo que hay de superávit fiscal no es sostenible en el tiempo. Alguna combinación de esas tres creo que explica que el riesgo país sea tan alto”, planteó. Del mismo modo, desde el lado de los electores, analizó: “Hay algo que no está terminando de cuajar de cómo ven a la Argentina los inversores y los votantes también. El mensaje de la elección de Buenos Aires es que puede o no estar bien el superávit fiscal, pero hay muchos bonaerenses que no están conformes con el diseño de la política fiscal o la manera en que se logró ese superávit”. Frente a ese escenario, Prat Gay consideró que existe una “sensación de fragilidad” política, fundamentalmente por la “ausencia de acuerdos para poder sostener eso en el tiempo”. Por lo tanto, sintetizó: “Esta crisis de confianza para un gobierno que puso en el altar el superávit fiscal nos tiene que hacer reflexionar porque ese mensaje no está llegando”. Macro y sector externo El segundo planteo del exfuncionario nacional apuntó a las variables que impactan en el nivel de actividad. “No compro esta idea de que la macro está bien y la micro está mal. Es casi como un oxímoron. Si la pyme está enferma, la macro no está sana. ¿De qué me sirve la estabilidad si la pyme se está fundiendo, si el trabajo o la producción no aumentan? El riesgo país te lo factura. Evidentemente la macro no estaba tan sana”, afirmó. En esa línea, reforzó: “Si la macro cierra con 40% de tasa de interés, no es una macro sana. Una vez que pasen las elecciones, espero que el equipo económico y político reflexione sobre los cambios que hay que llevar adelante en el programa para que toda la economía sea sana y no haya este espejismo de pensar que porque un día bajó la inflación, estamos mejor. La inflación sigue siendo del 2% mensual”. Acto seguido, aseguró que otros programas de estabilización lograron bajaron la inflación más rápido: “Pasaron más de 18 meses y todavía estamos lejos de una situación de estabilidad en los precios”. En tercer lugar, reflexionó sobre la importancia del sector externo. “Lo que hay que ordenar es todo, porque si no es como una mesa renga. Si resolví la más difícil, pero no las otras tres, no sirve para nada. Y lo que quedó de manifiesto es que es muy importante el equilibrio del sector externo, sobre todo para un país que tiene fuertes vencimientos de deuda en moneda extranjera -por su historia- y que no tiene acceso al mercado”, planteó. Para Prat Gay, la frase del ministro Luis Caputo de que iba a “vender hasta el último dólar”, generó tensión en el mercado. “Fue un detonante. Los dólares son un recurso escaso. Los puedo usar para defender el peso o pagar la deuda. En cualquier caso, se trata de un tema del sector externo. Si el sector externo no está ordenado, la economía no está ordenada y el equilibrio fiscal tampoco alcanza. Hace falta una visión más holística, más amplia y esperemos que después de las elecciones haya un foco puesto en todos los casilleros frágiles de la economía que heredó Milei, que son prácticamente todos”. “Si creemos que tenemos una sola vara, un solo instrumento y un solo objetivo, no estamos entendiendo la complejidad de la situación económica que se vive todos los días”, sostuvo, y remató: “La salud del programa económico necesita de una visita al médico con alguna urgencia después de las elecciones”. Acumulación de reservas Moderado por Diego Coatz, director Ejecutivo de la Unión Industrial Argentina (UIA), se le consultó por cómo construir una política cambiaria previsible y evitar movimientos bruscos del dólar. “Necesitás un stock de reservas que te haga de amortiguador frente a estos procesos que se dan en la Argentina naturalmente por nuestra historia. Cada dos años hay que estar convalidando lo que se hizo, por falta de credibilidad de tantos años. Gestionar la cosa pública y económica es bastante más complejo”, respondió. Sobre ese punto, reforzó: “Hay que comprar un seguro y es acumular reservas. El foco del programa económico fue bajar la inflación a cualquier costo. El costo fue descuidar las reservas porque hoy tenés el mismo número de reservas negativas que cuando asumió Milei. Y eso que hubo un bonus track de casi 20.000 millones de dólares del blanqueo, un rescate del Fondo y ahora del Tesoro. Hasta que no tengamos stock de reservas importantes, parecido al de Brasil, Uruguay, Chile o Perú, respecto del PBI o de los agregados monetarios, vamos a estar complicados”. En otro orden, reflexionó sobre el desafío de generar mayores exportaciones en el país y “evitar caer en el estrangulamiento externo”. Sin embargo, aclaró que no será inmediato. “Están los dólares listos debajo de la tierra”, afirmó respecto de proyectos como Vaca Muerta, pero señaló que falta poner en marcha las inversiones. Al mismo tiempo, observó que el desafío se complejiza al proyectar el crecimiento de las importaciones frente al crecimiento de la actividad económica. “Estamos lejos de tener tema resuelto. Falta además agregar infraestructura y un esquema macroeconómico que sea sostenible en el tiempo”, afirmó, y añadió: “Es muy difícil administrar la política cambiaria y monetaria sin reservas”. Por otro lado, analizó: “Hay dos cuestiones centrales para el año que viene, si me pongo en los zapatos del gobierno. La primera es demostrar que se pueden renovar los vencimientos de deuda lo más temprano posible y ahí ayudó un montón el Tesoro americano. Y lo segundo es que ese rebote económico que se insinuó el año pasado se transforme en algún momento en crecimiento porque te da más apoyo popular a las reformas que quieren llevar adelante”. Actividad y reformas pendientes El economista advirtió además que “la economía este año no está creciendo”. “La variación interanual es el arrastre del año pasado. Pero lo más preocupante es que tanto la industria como la construcción en julio de este año estaban por debajo del nivel de noviembre del año pasado. Con esos números, entendés algunos resultados electorales”, consideró. Desde esa perspectiva, dijo que la elección de Buenos Aires puede ser “una buena noticia para el gobierno”. “Espero que la reacción del gobierno sea interpretar la realidad desde otro lugar. No la de ‘me merezco el premio Nóbel porque bajé la inflación al 2%’, sino que ‘todavía tengo mucho que remar porque falta que esto se traslade a beneficios concretos para todos los votantes. Sin ese beneficio, el riesgo por otra oportunidad desperdiciada es muy grande’”. El exfuncionario consideró que el Gobierno debe “recalibrar” su programa con una estrategia política que asegure un mejor armado en el Congreso, pensando en las reformas pendientes. “La reforma que no tiene consenso, no tiene valor”, opinó, y subrayó: “Argentina necesita un programa de desarrollo que ponga el centro y el norte en el trabajo, la producción, las pymes y que sea suficientemente consensuado para que no tengamos que estar con esto en la boca cada dos años cada vez que hay elecciones”. Finalmente, Prat Gay reflexionó sobre los desafíos en materia tributaria para bajar la presión impositiva en los tres niveles de Estado. Entre otros puntos, advirtió por la incidencia de los Ingresos Brutos y pidió que al menos las provincias “deberían hacer un esfuerzo y cumplir con no cobrar de más por encima de las alícuotas que hay existen”. Sobre este tema, alertó que el peso de los impuestos afecta el valor de las exportaciones. “Esto pone a la Argentina en un pie de desigualdad feroz frente a nuestros competidores de la región”, expresó.

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