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  • Jóvenes, salvajes y con sed de territorio: la banda de Julito o Pequeño J, detrás del triple crimen en Florencio Varela

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    Fecha: 26/09/2025 12:14

    Policiales Jóvenes, salvajes y con sed de territorio: la banda de Julito o Pequeño J, detrás del triple crimen en Florencio Varela Jueves, 25 de septiembre de 2025 Tras la aparición de los cuerpos descuartizados y torturados de Brenda (20), Morena (20) y Lara (15), los investigadores apuntan a una banda de la villa 21-24, de Barracas, con ramificación en el sur del Conurbano. El extremo grado de violencia de los crímenes de Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15) no necesariamente indica que sus asesinos pertenezcan a una gran y poderosa banda de narcotraficantes del crimen transnacional. Para los investigadores -que están tratando de resolver el caso en tiempo récord y con las elecciones encima-, más bien sería todo lo contrario. La principal pista apunta a un grupo de vendedores de drogas, tan jóvenes como salvajes, que usan la violencia para ganar territorio, método sumamente efectivo a la hora de aplastar competidores y subordinar peones. Morena Verdi (20), Brenda del Castillo (20) y Lara Morena Gutiérrez (15), las chicas de La Matanza asesinadas en Florencio Varela.Morena Verdi (20), Brenda del Castillo (20) y Lara Morena Gutiérrez (15), las chicas de La Matanza asesinadas en Florencio Varela. El dato es una mezcla (poco precisa) de buche de la calle y trascendidos carcelarios. En la olla de información sin demasiado anclaje también se señala que esta misma banda hace poco secuestró a un narco paraguayo y le cortó una oreja, como una manera de decir "acá mandamos nosotros". Lo concreto -y por ahora hay bastante poco de esto- es que el miércoles a la noche la Policía bonaerense -con una extensión de jurisdicción- entró a la villa 21-24, de Barracas, a buscar a un peruano del que, aseguran, sólo consiguieron saber que tendría unos 23 años, su nombre de pila y apodo: "Julito", también conocido como "Pequeño J". Fueron a la casa que les habían marcado y a un bar cercano, pero no lo encontraron. "Con semejante revuelo, lo más posible es que ya esté en Perú", se lamentó ante Clarín uno de los investigadores. No sería la primera vez que narcos de la zona sur de la ciudad -principalmente de la 1-11-14 del Bajo Flores, bajo la sombra del capo Marco Estrada Gonzáles, alias "Marcos"-, viajan a Lima hasta que se enfríe la causa en su contra. Como ya ocurrió con Rosario, donde lo que hizo estallar las estadísticas no fue la cantidad de droga secuestrada sino la sangre derramada, en las peleas por territorio, el triple crimen de Varela parece haber dejado al descubierto algo alarmante: la existencia de una banda poco conocida - que trabajó bajo radar o con complicidad-, sin demasiados antecedentes aun en la Justicia (o ninguno), que se proyecta desde la Capital hacia la zona de Lomas de Zamora y Florencio Varela. Lo que sorprende es la violencia descarada, lo brutal del supuesto "escarmiento" a las víctimas. Si se confirma que la sesión de tortura fue transmitida en redes a un grupo cerrado de 45 integrantes de la banda, estaríamos ante un hecho inédito. Y alarmante. La desaparición y los asesinatos El viernes por la noche, cuando las chicas no respondían y no regresaban a sus casas, los teléfonos de sus amigas y las redes sociales se inundaron con las fotos de las chicas buscando cualquier información respecto de su paradero. El sábado se radicó la denuncia en una comisaría, pero les dijeron que tenían que esperar 48 horas. Según pudo saber Clarín de fuentes de la investigación, la Policía bonaerense realizó un allanamiento en una propiedad ubicada en Río Jáchal y Chañar, en Villa Vatteone, partido de Florencio Varela. Allí se activaron por última vez las antenas de telefonía celular de una de las víctimas. Al llegar encontraron a dos jóvenes que estaban limpiando manchas en la pared. Se supo después, mediante la utilización del reactivo luminol, que eran de sangre. Fueron identificados como Daniela Iara Ibarra (19) y Maximiliano Andrés Parra (18). La Policía fue después a un hotel de la zona, donde detuvo a la mujer dueña de la casa y a un presunto narco peruano: Magalí Celeste González Guerrero (28) y Miguel Ángel Villanueva Silva (25). En el patio de la propiedad, se toparon con el horror: estaban los cuerpos de las víctimas, que fueron torturadas antes de ser asesinadas. El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso, sostuvo que "todo da cuenta de una venganza narco" y que "es una organización narco que las liquidó". Más tarde, sumó un dato estremecedor: "Toda la sesión de asesinato y tortura que fue transmitida en vivo por redes sociales y aparentemente la habrían visto 45 personas que forman parte de esa cuenta de Instagram". Jueves, 25 de septiembre de 2025

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