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Parana » Inventario22
Fecha: 25/09/2025 11:47
La Tierra en crisis: siete de los nueve límites al borde del colapso Un nuevo informe científico advierte que la salud de la Tierra atraviesa una crisis inédita: los océanos también entraron en zona de riesgo Fecha/Hora: 25/09/2025 08:49 Cód. 108563 Tiempo de lectura: 3.4 minutos. La salud de la Tierra atraviesa su momento más crítico. El Planetary Health Check 2025, publicado por el Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK), confirma que siete de los nueve límites planetarios fueron sobrepasados. La novedad es la inclusión de los océanos, que se sumaron este año a la lista de sistemas alterados. Los límites planetarios son parámetros científicos que miden hasta dónde pueden resistir los procesos naturales sin perder estabilidad. El concepto, desarrollado en 2009, funciona como un "análisis de sangre” de la Tierra. Cuando los indicadores se corren de la zona segura, aumentan los riesgos de cambios irreversibles. “El movimiento va en la dirección equivocada: el océano se vuelve más ácido, los niveles de oxígeno caen y las olas de calor marinas se multiplican. Esto afecta desde la pesca costera hasta el clima global”, advirtió Levke Caesar, codirector del Planetary Boundaries Science Lab. La biosfera y el clima, en rojo El deterioro de la biosfera, que incluye la biodiversidad terrestre y marina, es uno de los puntos más graves. La extinción de especies avanza más rápido que la capacidad de recuperación de los ecosistemas. Según la Lista Roja de la UICN, una de cada cinco especies de mamíferos enfrenta riesgo de desaparición. El cambio climático acompaña esa tendencia. Las concentraciones récord de dióxido de carbono elevan la temperatura global y llevan al forzamiento radiativo —el calor extra atrapado en la atmósfera— a niveles que ya se consideran de alto peligro. “Más de tres cuartas partes de los sistemas de soporte de la Tierra están fuera de la zona segura. La humanidad empuja más allá del espacio operativo estable y aumenta el riesgo de desestabilizar el planeta”, alertó el director del PIK, Johan Rockström. Químicos y fertilizantes fuera de control El informe también señala la sobrecarga en los flujos biogeoquímicos, producto del uso intensivo de fertilizantes y la ganadería. El exceso de nitrógeno y fósforo altera los suelos, contamina aguas subterráneas y genera “zonas muertas” en lagos y mares. En paralelo, se registran impactos por las llamadas nuevas sustancias: plásticos, pesticidas y químicos industriales que se dispersan sin control. “Miles de compuestos ingresan al ambiente cada año sin pruebas suficientes. Una sola sustancia puede generar un problema global”, advirtió Boris Sakschewski, otro de los autores principales. Agua dulce y uso del suelo El consumo desmedido de agua en agricultura, industria y ciudades, sumado al impacto del clima, altera la humedad del suelo y multiplica sequías e inundaciones. Más del 20% de la superficie terrestre ya muestra desvíos severos. A esto se suma la presión sobre el uso del suelo. La deforestación y la expansión urbana redujeron la cobertura forestal global a menos del 60%, muy por debajo del umbral seguro del 75%. Si cae por debajo del 54%, advierten los científicos, la degradación podría ser irreversible. Océanos en riesgo Por primera vez, los expertos confirman que la acidificación oceánica pasó al terreno del peligro. Desde la era industrial, el pH de la superficie marina cayó un 0,1, lo que equivale a un aumento de entre 30% y 40% en acidez. Corales, moluscos y organismos diminutos que sostienen la cadena alimentaria ya muestran señales de daño. La oceanógrafa Sylvia Earle lo resumió de forma contundente: “El océano es el sistema de soporte vital del planeta. Sin mares sanos, no hay planeta sano. Ignorar esta alarma es arriesgar los cimientos de nuestra vida”. Dos buenas noticias en medio de un diagnóstico crítico En contraste con las siete señales rojas, dos límites siguen dentro de la zona segura. La contaminación por aerosoles disminuye a nivel global, aunque aún persiste en Asia y América Latina. Y la capa de ozono continúa recuperándose gracias al Protocolo de Montreal, que prohibió los clorofluorocarbonos. Estos avances demuestran, según los expertos, que la acción política coordinada puede revertir crisis ambientales. “El diagnóstico es grave, pero no inevitable. La ventana para cambiar de rumbo todavía está abierta”, sostuvo Rockström.
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