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  • Cómo sumar semillas de sésamo a la alimentación diaria para potenciar el bienestar

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 25/09/2025 08:50

    El sésamo contiene ácidos grasos insaturados que colaboran en el control del perfil lipídico (Imagen Ilustrativa Infobae) Las semillas han ganado espacio en la alimentación actual por su valor nutricional y su impacto positivo sobre distintas áreas de la salud. Su tamaño pequeño permite sumarlas fácilmente a distintos platos, y su concentración de nutrientes las convierte en aliadas tanto en la cocina diaria como en la prevención de diversas enfermedades. ¿Puede el sésamo ayudar a controlar el colesterol? El potencial de las semillas de sésamo en el control del colesterol ha sido foco de investigaciones. Según la Cleveland Clinic, el sésamo concentra lignanos y fitoesteroles, dos familias de compuestos vegetales implicadas en la reducción de la absorción intestinal del colesterol y en la modulación de su síntesis dentro del organismo. En ensayos controlados, el consumo diario de aceite de sésamo en dosis de entre 3,5 y 4,5 gramos durante al menos dos meses estuvo asociado con descensos en los valores de colesterol LDL y triglicéridos, además de incrementos leves en el colesterol HDL. El consumo regular de sésamo fortalece huesos, músculos y sistema inmunológico por su perfil nutricional (Imagen Ilustrativa Infobae) Sin embargo, la misma Cleveland Clinic advierte que los resultados todavía no son uniformes: mientras algunos trabajos demostraron beneficios claros, otros no detectaron diferencias sustanciales, sobre todo cuando el sésamo se suma como añadido y no reemplaza a otras fuentes grasas menos saludables. En este sentido, los expertos consideran necesario ampliar la evidencia clínica en más poblaciones para determinar su efecto real a largo plazo sobre los lípidos sanguíneos. Valor nutricional: un perfil vegetal completo El análisis de la Harvard T.H. Chan School of Public Health subraya que las semillas de sésamo reúnen múltiples nutrientes clave para la salud. Se diferencian de otras semillas por su cantidad de proteínas vegetales, además de aportar calcio, magnesio, fósforo, potasio, hierro y zinc, en una combinación que fortalece huesos, músculos y sistema inmunológico. El sésamo contiene una proporción elevada de ácidos grasos insaturados —principalmente oleico y linoleico— que colaboran en el control del perfil lipídico. La presencia de fibra soluble e insoluble favorece la saciedad, regula el tránsito intestinal y contribuye a la estabilidad de la glucemia. Entre sus componentes destacan los antioxidantes sesamina y sesamolina, que cumplen funciones antiinflamatorias y colaboran en la protección celular frente al daño oxidativo. La fibra del sésamo favorece la saciedad, regula el tránsito intestinal y estabiliza la glucemia (Imagen Ilustrativa Infobae) Beneficios comprobados en la salud La Mayo Clinic detalla que el consumo frecuente de semillas de sésamo muestra ventajas en diversas áreas específicas, basadas en evidencia científica: Salud ósea. Su alto contenido de calcio, magnesio y fósforo ayuda a mantener y fortalecer la masa ósea, con especial utilidad en etapas de crecimiento y prevención de osteoporosis. Regulación de la glucosa. El magnesio y las fibras presentes en el sésamo contribuyen al control de los niveles de azúcar en sangre, siendo un recurso útil en la prevención y el abordaje de la diabetes tipo dos. Defensas e inmunidad. El zinc es fundamental para el buen desempeño del sistema inmunológico, mientras la vitamina E protege a las células del efecto de los radicales libres. Cuidado de la piel y el cabello. Por su aporte de zinc y vitamina E, el sésamo favorece la integridad de la piel, ayuda en procesos de regeneración y fortalece el cabello. Salud digestiva. La combinación de fibras estimula el tránsito intestinal y ayuda a prevenir el estreñimiento. Cómo sumar sésamo a la alimentación diaria La facilidad de uso es una de las claves de la popularidad del sésamo. Para maximizar la absorción de sus nutrientes, la Harvard T.H. Chan School of Public Health recomienda consumirlo molido o en pasta, ya que la semilla entera puede no ser digerida por completo. El sésamo puede incorporarse fácilmente a panes, ensaladas, yogures y rebozados, pero debe usarse con moderación por su aporte calórico (Imagen Ilustrativa Infobae) Cómo incorporar sésamo a la mesa: Espolvorearlo sobre panes o tostadas integrales durante el desayuno o la merienda. Agregarlo a ensaladas, arroces, vegetales salteados o pastas para sumar textura y sabor. Mezclarlo con yogur, frutas frescas y granola en desayunos o snacks. Usarlo como parte de la mezcla de rebozados caseros para milanesas o medallones de vegetales. Es fundamental recordar que el sésamo, aunque contiene grasas saludables, también aporta una cantidad significativa de calorías. Por eso, se aconseja incorporarlo en pequeñas cantidades y dentro de una dieta variada y equilibrada. Semillas pequeñas, grandes aportes Las semillas de sésamo logran sumar valor nutricional en preparaciones habituales, gracias a su perfil de proteínas, fibra, minerales y antioxidantes. Incorporarlas de forma regular es una manera simple y efectiva de diversificar la dieta y cubrir necesidades clave para la salud ósea, digestiva, metabólica e inmunológica. Aunque la evidencia sobre su impacto específico en los niveles de colesterol aún se encuentra en revisión, existe acuerdo en que el sésamo —integrado con moderación y variedad— representa un aporte beneficioso para el bienestar general y la calidad de la alimentación diaria.

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