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Concordia » Hora Digital
Fecha: 24/09/2025 09:59
Armar los equipos de Fórmula 1 de Red Bull para 2026 es un quilombo, una partida de ajedrez. El equipo principal de la bebida energética solo confirmó a Max Verstappen y falta ver quién le hará de compañero al tetracampeón del mundo y quiénes correrán en la filial, los Racing Bulls. Lo que hizo Yuki Tsunoda en el Gran Premio de Azerbaiyán le dio una vuelta de tuerca al panorama de Red Bull para 2026. Con Max Verstappen ya confirmado en Milton Keynes, la figura que viene pisando fuerte, Isack Hadjar (hoy en Racing Bulls), se perfila como una pieza clave para el futuro del equipo. La presión sobre los pilotos del semillero Red Bull, como Liam Lawson (Racing Bulls) y el mismo Tsunoda, se puso al rojo vivo, porque lo que hagan ahora puede ser decisivo para armar los planteles de la escudería principal y su filial, Racing Bulls, en los próximos años. El sexto puesto de Tsunoda en Bakú fue lo mejor que logró con Red Bull y la mejor actuación de un compañero de Verstappen desde el Gran Premio de Estados Unidos de 2024. Lawson, por su lado, llegó quinto, cerrando un finde redondo que, sin embargo, no termina de despejar las dudas sobre qué va a pasar con él. Según lo que publicó Last Word on Sports, con Laurent Mekies a la cabeza, la gestión del equipo trajo cambios importantes en cómo se deciden las cosas en Milton Keynes, aunque todavía no hay nada cerrado sobre quiénes integrarán la plantilla de pilotos para 2026. Lo de Tsunoda levantó después de Bakú, y tiene más chances de seguir en la parrilla el año que viene. La de Lawson, en cambio, parece más complicada, por más que anduvo bien. El quilombo de Red Bull es que les cuesta un montón evaluar a los pilotos después de hacerles movimientos como subirlo y después bajar a Lawson en 2025, lo que les complica un montón las valoraciones para la temporada que viene. Para Tsunoda, la falta de pruebas de pretemporada y un choque en Imola le complicaron la adaptación al RB21, dejándolo en desventaja con Verstappen. Además, por varios fines de semana, no tuvo el mismo fondo plano que su compañero, lo que le sumó problemas en circuitos bravos. Lawson, por su parte, tuvo que remontar el golpe anímico de que lo bajaran después de solo dos carreras, una situación que le pegó en su valor de mercado. Aunque Lawson anduvo mejor que Hadjar en varias pruebas antes del parate de verano, el podio de este último en Zandvoort lo valorizó y lo afianzó dentro del grupo de pilotos de Red Bull. Hoy por hoy, la presencia de Hadjar como titular para 2026 parece casi un hecho, pero falta ver en qué equipo va a correr, si lo suben a Red Bull o sigue en Racing Bulls. Para Tsunoda y Lawson, el final de 2025 va a ser clave: tienen que mantener un nivelazo para no quedar mal parados. Red Bull, por su lado, desmintió los trascendidos de que ya estaba decidido lo de Hadjar, insistiendo en que no tienen apuro en definir quiénes corren, aunque el pibe francés sigue siendo el favorito para acompañar a Verstappen. Lo que pase con Lawson depende mucho de si logra cerrar el año con resultados que llamen la atención, algo que podría bajarle un poco el copete al entusiasmo por Hadjar. La cosa se complica con Arvid Lindblad, a quien ven como el pibe más prometedor de Red Bull en la Fórmula 2. Pero su séptimo puesto en la tabla actual podría hacer que el equipo lo deje un año más en la categoría si Tsunoda y Lawson se afianzan. El análisis de Motorsport sobre lo que hizo Tsunoda en Bakú muestra que, si bien el japonés aguantó en sexto lugar las últimas vueltas, no estaba del todo conforme. Después de una parada en boxes a destiempo, Yuki volvió a pista delante de Lawson, pero este último aprovechó que sus gomas estaban a punto para pasarlo. El nipón contó que no se mandó una locura para no poner en riesgo la posición de los dos Red Bull frente a Lando Norris, pensando en el resultado de todo el equipo. Mientras tanto, el asesor de Red Bull, Helmut Marko, en una charla con ORF, tiró que en Bakú los tiempos de Tsunoda por momentos estuvieron cerca de los de Verstappen: “Sus tiempos por vuelta fueron casi como los de Max en algunas partes”. Pero el análisis fino de las vueltas con pista libre revela que, en 14 giros antes de parar, Tsunoda fue en promedio 0,542 segundos más lento que Verstappen, con una diferencia mínima de 0,226 segundos en la vuelta 35. El mismo Mekies bancó la actuación de Tsunoda como la mejor del año, destacando lo bien que anduvo tanto en la clasificación como en la carrera: “A veces estaba a dos, a veces a tres, a veces a cuatro, casi nunca a cuatro décimas de Max. Y Max les sacó una luz a todos con ese ritmo. Así que fue un ritmo muy bueno. Tenemos más tiempo. No vamos a esperar hasta Abu Dhabi, pero seguro tenemos unas carreras más antes de decidir”, le dijo a Sky Sports. El capo de Red Bull también remarcó que, a diferencia de antes, Tsunoda no tuvo que defenderse a lo loco de McLaren y Ferrari, sino que bancó la posición por lo que hizo él. El apoyo de Mekies marcó una diferencia en relación a cómo manejaba Horner las cosas. Según explicó Helmut Marko a Sky Sports, después del Gran Premio de Italia, el equipo le hizo cambios al RB21 para que Tsunoda se sintiera más cómodo, lo que le permitió al piloto japonés destrabar un mejor rendimiento, especialmente en las tandas largas. El compromiso de Tsunoda con mejorar el auto se vio claro cuando, después del Gran Premio de Hungría, se quedó sin vacaciones para laburar en el simulador de Red Bull en Reino Unido, según contó a The Race. Ese esfuerzo extra sirvió para encontrar soluciones técnicas que se vieron reflejadas en una mejora importante del RB21 en Bakú. Tsunoda reconoció: “Algo que cambié en el auto parece estar andando muy bien, y obvio que también hay unos ajustes en mi manejo que me esforcé bastante para mejorar”. El resultado de ese laburo se vio en cómo pudo aguantar a rivales como Lando Norris (McLaren) y Lewis Hamilton (Ferrari), aunque todavía no le da para alcanzar el ritmo de Verstappen. Mekies remarcó que Bakú fue la mejor carrera de Tsunoda con el equipo, tanto por el resultado como por el ritmo, y que para Red Bull era clave tener una carrera “limpia” de él. La competencia interna entre Tsunoda, Lawson y Hadjar sigue abierta, y la gente de Red Bull cree que esta rivalidad puede subir el nivel de todos sus pilotos. Las próximas carreras van a ser fundamentales para ver quién acompaña a Verstappen en 2026 y cómo se arma el equipo satélite.
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