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Colon » El Entre Rios
Fecha: 23/09/2025 06:31
1. Los gobiernos que atravesamos desde 2016 y sus números en materia de desempleo 2. El desempleo en cifras: cuándo estuvimos mejor… y cuándo estuvimos peor la desocupación descendió al 2 por ciento. Las perspectivas a futuro son poco alentadoras. Atención Esta imágen puede herir su sensibilidad Ver foto Compartir imágen Atención Esta imágen puede herir su sensibilidad Ver foto Compartir imágen 3. El retroceso reciente y la uberización de la economía (2024–2025) Atención Esta imágen puede herir su sensibilidad Ver foto Compartir imágen Atención Esta imágen puede herir su sensibilidad Ver foto Compartir imágen 4. Lo que viene: señales nacionales y locales de alarma La pérdida de más de 16.000 empleadores Atención Esta imágen puede herir su sensibilidad Ver foto Compartir imágen el país perdió más de 236.000 trabajadores formales. Atención Esta imágen puede herir su sensibilidad Ver foto Compartir imágen la tasa de actividad se redujo al 39,1%, la más baja entre todos los aglomerados urbanos del país La tasa de empleo, en apenas 37,0%, confirma que de cada 100 personas en edad de trabajar solo 37 tienen un puesto elevó a 98,6% la probabilidad de recesión en los próximos meses 5. El desafío de Concordia: recrear las condiciones del 2% con empleo de calidad los relatos pueden emocionar, pero es el trabajo real el que sostiene a las familias, mueve la economía local y da de comer. En apenas dos años, Concordia pasó de un récord de empleo a un escenario marcado por el freno de la obra pública, el cierre de pequeñas y medianas empresas, la caída de las ventas en los comercios, la suba de la desocupación y la expansión de trabajos precarios. Las estadísticas deben leerse sin fanatismos: ningún gobierno crea ni destruye empleo por sí mismo, es la economía la que marca el rumbo. Solo con datos ciertos y oficiales puede comprenderse cómo evoluciona el trabajo y qué condiciones necesitamos reconstruir para recuperar el empleo digno.La evolución del desempleo en Concordia debe leerse en paralelo a los cambios políticos y económicos que marcaron al país y la provincia.con Gustavo Bordet como gobernador y Enrique Cresto como intendente, la ciudad sufrió el impacto de la crisis cambiaria de 2018. Ese año, el desempleo en Concordia superó el 13 por ciento, mientras la actividad y el empleo se contrajeron.con Gustavo Bordet como gobernador y Enrique Cresto como intendente, la pandemia de 2020 golpeó con fuerza y llevó la desocupación en Concordia a casi el 16 por ciento, el valor más alto de toda la década. Desde 2021 comenzó una recuperación que se sostuvo en 2022 y alcanzó su mejor momento en 2023, cuando la ciudad mostró los índices más favorables de empleo en diez años.Concordia alcanzó un hecho histórico. En el cuarto trimestre, el desempleo se redujo al 2 por ciento, un piso inédito en al menos diez años.con Rogelio Frigerio en la provincia y Francisco Azcué en la intendencia, la tendencia se revirtió. En el primer trimestre de 2025, el desempleo en Concordia subió al 7,6 por ciento y en el segundo trimestre se ubicó en 5,40 por ciento (INDEC).Los indicadores oficiales del INDEC permiten ver con nitidez los momentos críticos y los de mayor fortaleza en Concordia:• Peor momento (2020, pandemia): el tercer trimestre de 2020 fue el más crítico: la desocupación trepó al 13,1 por ciento y el empleo se desplomó.• Otro pico negativo (2018, crisis financiera): el desempleo se mantuvo alto, con valores de 8 a 7 por ciento en la primera mitad del año.• Mejor momento (2023, pospandemia): la recuperación se consolidó trimestre a trimestre y alcanzó un hito histórico en el cuarto trimestre, cuando• El retroceso (2024–2025): tras el cambio de gobierno, los indicadores volvieron a deteriorarse. En 2024 la desocupación osciló entre 4,2 y 5,5 por ciento. En 2025, el primer trimestre marcó 7,6 por ciento y el segundo trimestre cerró en 5,40 por ciento.Tras el histórico 2 por ciento de desempleo alcanzado a fines de 2023, Concordia ingresó rápidamente en un ciclo de retroceso. Desde comienzos de 2024, la desocupación volvió a crecer de manera sostenida: cerró el año entre 4,2 y 5,5 por ciento y alcanzó el 7,6 por ciento en el primer trimestre de 2025, moderándose luego al 5,40 por ciento en el segundo trimestre.La respuesta de muchos trabajadores y familias fue abrir pequeños comercios o inscribirse como monotributistas. El salto de habilitaciones comerciales de 1.420 en 2023 a 2.192 en 2024 —un incremento del 54,4%— ilustra esta dinámica. Sin embargo, lo que a simple vista podría interpretarse como un signo de vitalidad económica fue en realidad unocupaciones individuales, de baja rentabilidad, sin aguinaldo ni vacaciones, que apenas permiten subsistir. Como advierte Alejandro Bercovich,En 2025 esa válvula de escape se debilitó: hasta agosto solo hubo 1.333 habilitaciones, un 10% menos que en 2024. Con menos refugios disponibles, la desocupación reapareció con fuerza. El mercado laboral de Concordia entró de lleno en lo que especialistas describen como un proceso deun esquema fragmentado, basado en trabajos inestables, desprotegidos y de bajos ingresos, donde el empleo formal retrocede y la inseguridad laboral se convierte en norma. En palabras de Alfredo Zaiat,Mientras a nivel nacional el empleo asalariado se reducía, otra curva siguió el camino inverso: la de los monotributistas independientes.El crecimiento sostenido de los trabajadores independientes muestra que miles de personas no encontraron lugar en el empleo formal y se volcaron al autoempleo de subsistencia. Lo que en los gráficos aparece como un aumento de actividad refleja en realidad una, con trabajos fragmentados, sin estabilidad ni derechos. En Concordia, este fenómeno se confirma con el salto de habilitaciones comerciales, que funcionaron como refugio precario frente a la falta de empleo estable.A nivel nacional, el ajuste económico golpeó de lleno en la base empresarial. La cantidad de empleadores se redujo de forma constante entre fines de 2023 y mediados de 2025, lo que refleja el cierre de miles de empresas en todo el país.significa que detrás de cada número hay comercios, talleres y pymes que bajaron la persiana. En ciudades como Concordia, donde la matriz productiva depende de estas unidades pequeñas y medianas, este proceso se traduce directamente en menos trabajo registrado y más precariedad.El impacto sobre los asalariados fue inmediato: la contracción empresarial derivó en una caída masiva del empleo registrado. En apenas un año y medio,Eso significa menos sueldos con aguinaldo, menos aportes jubilatorios y menos obra social. En Concordia, esta tendencia nacional se tradujo en la multiplicación de changas y empleos inestables que no alcanzan para sostener el consumo ni la vida cotidiana de las familias.El 5,4% de desempleo registrado en Concordia en el segundo trimestre de 2025 por el INDEC puede dar la impresión de una mejora, pero en realidad refleja una situación mucho más delicada, pues, lo que significa que una parte importante de la población directamente quedó fuera del mercado laboral., quedando claro que la disminución de la desocupación no obedece a la creación de empleo como en 2023 -cuando la ciudad había tocado un piso histórico del 2% con alta participación laboral-, sino al retiro de miles de concordienses que dejaron de buscar trabajo y desaparecieron de la estadística.Estos números nacionales no son aislados: forman parte de un deterioro general que impacta en toda la economía argentina. El telón de fondo es un contexto macroeconómico cada vez más adverso, con señales claras de recesión.Hasta mediados de noviembre de este año, no existirán datos oficiales del desempleo del tercer trimestre de 2025, pero los indicadores adelantados ya anticipan un escenario de retroceso.La Universidad Torcuato Di Tella, por ejemplo,, un nivel que en la práctica equivale a admitir que la economía se encamina a una contracción. La industria nacional retrocedió nuevamente en agosto y ya está casi un 20% por debajo de sus máximos históricos.En el plano industrial, Martín Rappallini —presidente de la Unión Industrial Argentina— advirtió:, y señaló el freno en la construcción, el textil, el calzado y el metalmecánico,En el frente macroeconómico, economistas de renombre remarcan que el apretón monetario, la caída del consumo y las tensiones cambiarias conforman un cóctel que empuja a la contracción en la segunda mitad del año.Las señales de recesión también se reflejan en indicadores concretos del consumo. De acuerdo con la consultora Scentia, en agosto el consumo masivo retrocedió 1,9% respecto de julio y las ventas en supermercados se desplomaron 5,1% interanual, confirmando la pérdida de poder adquisitivo de los hogares. La Fundación para el Desarrollo Eléctrico (FUNDELEC) informó que el consumo eléctrico cayó 3,7% interanual en agosto, el nivel más bajo desde 2021. Estos números nacionales se traducen en supermercados y almacenes con ventas cada vez más reducidas y en industrias y comercios que consumen menos energía porque trabajan a media máquina. Ambos indicadores muestran con claridad que la contracción golpea de lleno tanto al consumo cotidiano como a la actividad productiva de la ciudad.El consumo interno cayó un 3,2% en agosto, de acuerdo al Índice de Consumo de la Universidad de Palermo. Su decano, Gabriel Foglia, explicó:La Confederación Argentina de la Mediana Empresa informó una baja interanual del 2,6% en las ventas minoristas de pequeñas y medianas empresas, y el presidente de la Cámara Argentina de Comercio, Mario Grinman, sostuvo:Ese diagnóstico merece una crítica: llamar “ficticio” al consumo de 2023 no explica por qué fue tan alto ni reconoce que, más allá de su sustentabilidad, se trató de un mercado interno fuerte que sostuvo empleo, ventas y actividad y fue ese dinamismo el que permitió que Concordia alcanzara el histórico 2% de desempleo en el cuarto trimestre de 2023. Desconocerlo es ignorar que miles de familias trabajaron y los comercios vivieron su mejor temporada en una década.En Concordia, el Centro de Industria y Comercio advirtió que la caída de ventas esy que la situación esy los comerciantes señalan con claridad dónde golpea más la crisis: supermercados y almacenes que registran ventas cada vez más pequeñas, con clientes que recortan productos básicos; corralones de materiales que sufren la parálisis de la construcción y la retracción de la obra privada; locales de indumentaria y calzado que acumulan mercadería sin rotación y aplican rebajas para sostener ventas mínimas; y gastronomía que atraviesa noches con mesas vacías y reducción de personal.Ese mapa muestra que la crisis no es un número abstracto: es la realidad diaria de la ciudad, es la madre que en el supermercado deja productos en la góndola porque no le alcanza; es el albañil que ya no consigue changas porque la obra está parada; es el comerciante de ropa que mira vidrieras llenas y cajas vacías; es el dueño de un bar que cierra más temprano porque no entran clientes.Con este telón de fondo, y tras pasar del 2% (4ºTrimestre del 2023) al 7,6% (1ºTrimestre del 2025) y bajar al 5,40% (2ºTrimestre del 2025) por las consecuencias expuestas, las perspectivas para el tercer trimestre anticipan un nuevo aumento de la tasa de desocupación. La confirmación llegará en noviembre, pero la tendencia ya está marcada: consumo debilitado, sectores industriales claves paralizados, comercios en alarma y dirigentes empresarios que reconocen públicamente el freno. Todo converge en una conclusión ineludible: Argentina está al borde de una recesión y Concordia será una de las ciudades más golpeadas, con más desempleo, más cierres de negocios y más pobreza.El cuarto trimestre de 2023 dejó un hito: Concordia tocó el 2 por ciento de desempleo, algo cercano al pleno empleo. Ese logro no surgió de discursos ni percepciones, sino de hechos concretos: obra pública activa, consumo en movimiento y pequeñas y medianas empresas funcionando que generaron trabajo real.El cambio de rumbo en 2024 mostró la otra cara. Con la paralización de la construcción, el cierre de empresas y la caída del poder de compra, el desempleo volvió a crecer y alcanzó el 7,6 por ciento en el primer trimestre de 2025, moderándose a 5,40 por ciento en el segundo trimestre. Lo que parecía progreso se transformó en precariedad: más monotributistas de subsistencia, más changas y menos empleo estable.Aquí resulta iluminador el aporte de, Premio Nobel de Economía en 2002, quien en su obrademostró que los seres humanos no decidimos siempre en base a datos objetivos, sino que nuestras percepciones y emociones condicionan la forma en que entendemos la realidad. En política, como recuerda, esas percepciones se transforman en relatos que generan adhesión aun cuando los hechos los contradicen y sin lugar a dudas, Milei ha sabido capitalizar esa bronca social construyendo una narrativa de ruptura.Pero Concordia muestra el límite de esas percepciones:, pues pasar de 2 por ciento a más de 7 por ciento en apenas un año significa miles de hogares sin ingresos suficientes, jóvenes sin horizonte y comercios que no logran abrir sus persianas. Ningún relato puede ocultar esa realidad.La comunicación de una campaña electoral puede girar en torno a promesas y consignas atractivas, pero los gobiernos terminan siendo juzgados por hechos. La gente quiere sentir mejoras concretas en su vida cotidiana: empleo, ingresos, seguridad. En la política de la red, el espectáculo puede ser seductor, pero no reemplaza lo esencial: comer, pagar las cuentas, sostener a la familia. El mensaje de un gobierno no puede reducirse a recortes y sacrificios; también debe ofrecer horizontes de futuro, sembrar trabajo, cuidar la vida y generar oportunidades. De lo contrario, la narrativa se desvanece frente al dato duro de una olla vacía.La política puede alimentarse de emociones, pero una ciudad no se sostiene con relatos: se sostiene con empleo digno, estable y con derecho y esa es la verdadera prueba que enfrenta Concordia y el desafío ineludible para quienes gobiernan. Porque
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