22/09/2025 20:00
22/09/2025 19:59
22/09/2025 19:56
22/09/2025 19:54
22/09/2025 19:53
22/09/2025 19:53
22/09/2025 19:52
22/09/2025 19:52
22/09/2025 19:52
22/09/2025 19:52
Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 22/09/2025 18:22
Concordia está llena de esculturas y monumentos distribuidos en plazas, parques y espacios públicos. Están ahí, a la vista de todos, pero poco se sabe sobre ellas. La reciente restauración de El Muchacho del Paraná, una obra de Lucio Fontana que durante años estuvo expuesta a la intemperie y hoy se exhibe bajo resguardo en el Museo de Artes Visuales, lo que abre la puerta a una reflexión más profunda sobre si existe algún registro que indique cuántas esculturas hay en la ciudad, quiénes fueron los autores y qué valor simbólico o cultural representan para la comunidad. Además conocer que se tiene en cuenta a la hora de seleccionar el lugar donde fueron colocadas, y qué tipo de mantenimiento reciben para garantizar su conservación. Desde Despertar Entrerriano conversamos con Hugo Musser, director del museo, para conocer el origen, el valor y el estado actual de estas piezas que forman parte del patrimonio artístico y cultural de la ciudad. Una ciudad con esculturas, pero sin inventario Aunque en Concordia hay muchas esculturas distribuidas en espacios públicos, desde el Museo Municipal de Artes Visuales señalan que actualmente no existe un área específica que se encargue de llevar un registro detallado ni de hacer un seguimiento formal del estado de estas obras. Según explicó su director, Hugo Musser: “desde el museo se realiza un trabajo informal en conjunto con el Consejo Asesor del Patrimonio y el Concejo Deliberante, pero considera que haría falta un taller de conservación municipal que no solo actúe cuando ya hay daño, sino que trabaje de forma preventiva, cuidando las obras todo el tiempo”. Musser también remarcó que estas piezas no son solo elementos decorativos, sino parte de la historia y del patrimonio artístico de la ciudad. Del taller al espacio público: el origen de las esculturas Sobre este tema el director explicó que muchas esculturas nacieron en el marco del Simposio Nacional de Escultura, que se realizó entre 2010 y 2016: “Durante esos encuentros, artistas de todo el país e incluso de otros como España, México y Chile, trabajaban en vivo y al aire libre para que la gente pudiera ver todo el proceso creativo. Después, las obras quedaban como donación a la ciudad”. Además Musser recuerda; “fue un momento muy especial, porque la comunidad podía ver cómo se hacía arte, cómo se pensaba una obra desde cero. No se trataba solo de belleza estética, sino de una apuesta fuerte a lo cultural y a lo social: hacer del espacio público un lugar de encuentro con el arte”. “También hay otras esculturas que fueron donadas por artistas locales o instituciones. Por ejemplo, el ‘Monumento a la Mujer’ fue una obra realizada por Ladislao Salvini, Teresita Blanco y Laura Fontán, que fue adquirida por la CTM y luego donada al municipio”, afirmó. Obras que cuentan la historia y emocionan a quienes las ven Según explicó Hugo Musser, muchas esculturas ya forman parte del paisaje y la memoria colectiva de Concordia. Mencionó, por ejemplo, el Monumento al Tango frente a la terminal —una pareja bailando bajo un farol, obra de Salvini—, y el Monumento al Principito, en el Parque San Carlos, que recuerda el paso de Saint-Exupéry por la ciudad. También destacó la Plaza 25 de Mayo como un punto clave, con obras como el Monumento a la Madre o el de San Martín a caballo. Advirtió que no alcanza con que las obras estén: “Falta inversión en conservación, buena iluminación, carteles que expliquen qué es cada obra y quién la hizo. Si no, se pierden”. Entre el deterioro y la restauración: la conservación pendiente “La realidad es que el mantenimiento es bastante escaso. Muchas de las esculturas creadas en los simposios están deterioradas o con daños visibles, y no hay un plan activo de conservación. Lo que falta es una política concreta que garantice que estas obras no se pierdan con el tiempo”, aseguró el director. Como contracara, Musser destaca el caso de El Muchacho del Paraná, una escultura de Lucio Fontana que estuvo durante años a la intemperie y terminó muy dañada. Con apoyo del municipio, fue retirada y restaurada para ser exhibida en el Museo de Artes Visuales, en una sala especialmente acondicionada que incluso puede apreciarse desde la calle; “Esa decisión fue clave. No solo por el valor de la obra, sino por lo que significa: que estamos entendiendo que estas esculturas son parte de nuestro patrimonio y que hay que cuidarlas”. Y cierra con una reflexión: “No es solo tenerlas ahí, hay que protegerlas, explicarlas y ponerlas en valor”. Fuente: Despertar Entrerriano.
Ver noticia original