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La Paz » Politica con vos
Fecha: 21/09/2025 07:34
Con sueldos impagos desde junio y la planta cerrada, los trabajadores de la histórica fábrica de Firmat, Vassalli, anunciaron que el lunes volverán a presentarse en sus puestos. La UOM denuncia despidos ilegales y teme un vaciamiento empresarial. La crisis de Vassalli, la histórica planta de cosechadoras de Firmat, mantiene en vilo a toda la comunidad. Este viernes no hubo confirmaciones sobre la reapertura prevista para el lunes ni sobre el pago de la abultada deuda salarial que arrastran 288 familias desde junio. Ante ese escenario, los trabajadores resolvieron presentarse igualmente en la fábrica, pese a que permanece cerrada desde hace más de dos semanas. El conflicto se agravó con el envío de telegramas de despido a cinco empleados, cuatro de ellos delegados gremiales, lo que la UOM denunció como un intento de desafuero. Mientras tanto, los operarios acumulan meses de sueldos, aguinaldos y retroactivos sin cobrar, en un contexto de creciente deterioro económico que el sindicato intenta contener con bonos de ayuda alimentaria. La desesperación de los trabajadores se trasladó al espacio público. En los últimos días se registraron cortes parciales sobre la ruta nacional 33 y una multitudinaria movilización que reunió a más de 20 seccionales de la UOM junto a vecinos, comerciantes y familias. El “abrazo solidario” a la planta incluyó el canto del Himno Nacional, en un gesto que buscó reafirmar la unidad de Firmat frente a la crisis. “Estamos desesperados, hay familias que no tienen qué comer ni cómo pagar el alquiler. Los trabajadores van a volver el lunes a la fábrica porque lo único que queremos es trabajar y cobrar nuestros sueldos”, sostuvo Diego Romero, secretario general de la UOM Firmat. El gremio nacional se hizo presente con apoyo económico: cada operario recibió órdenes de compra por $150.000, a las que se sumó un bono adicional de $70.000 gestionado por la seccional local. Sin embargo, la ayuda apenas logra amortiguar la emergencia. La situación actual contrasta con las promesas realizadas en enero de 2024, cuando el empresario entrerriano Eduardo Marsó compró la compañía. En aquel momento anunció un plan de inversión de u$s4 millones y la producción de 50 cosechadoras en el primer semestre de 2025. La realidad fue muy distinta: durante todo 2024 solo se completaron 20 unidades y, desde mediados de este año, los salarios comenzaron a pagarse en cuotas y con retraso. Hoy la deuda equivale, según la UOM, a más de $3 millones por trabajador. A pesar del parate productivo, la empresa mantiene activa su cuenta oficial de Instagram, donde promociona planes de financiación de cosechadoras como si la producción continuara normalmente, lo que genera aún más bronca entre los trabajadores. La ausencia de señales por parte de la familia Marsó alimenta las sospechas de un posible vaciamiento empresarial. En el sindicato y en la ciudad temen que el cierre prolongado o la falta de inversión escondan un plan para trasladar activos o quedarse solo con la marca, dejando a Firmat sin su planta emblema y a cientos de familias en la calle. De cara al lunes, los operarios se presentarán en la fábrica como gesto de resistencia. Pero el futuro sigue marcado por la incertidumbre: sin reapertura, sin salarios y sin respuestas de la empresa, la convicción de trabajadores y vecinos es que la lucha será larga y que solo la presión sindical y comunitaria podrá evitar la desaparición de Vassalli. (Infogremiales)
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