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  • El padre de los hermanos argentinos secuestrados por Hamas: “Estoy partido al medio”

    » TN corrientes

    Fecha: 21/09/2025 05:16

    Mundo El padre de los hermanos argentinos secuestrados por Hamas: “Estoy partido al medio” Sábado, 20 de septiembre de 2025 A Itzik Horn aún le queda un hijo secuestrado en la franja de Gaza. El otro fue liberado. En 1994 se salvó por 5 minutos del atentado a la AMIA y ahora dice: "Queremos de vuelta a todos los rehenes". El 18 de julio de 1994, Itzik Horn (73) vivía en Buenos Aires y tenía una reunión en la AMIA. Fue a tomar el subte en Villa Crespo, donde vivía, y se perdió el que pasaba porque era la hora pico y estaba lleno de gente. Decidió esperar el de atrás. Por esa demora, llegó a la estación Pasteur cinco minutos después y, cuando las puertas se abrieron para bajar, se escuchó una explosión tremenda. “Todavía estábamos abajo y tembló todo”, recuerda Itzik ahora, en una mañana calurosa en Tel Aviv, frente al enviado de Clarín. “Empecé a caminar hacia la AMIA, donde debía haber estado cinco minutos antes, y alguien me dice: “Parece que explotó una estación de servicio”. Yo dije “no, esto es otra cosa”. “Sigo caminando, cruzo a un policía y le pregunto si sabía lo que había pasado. Me contesta: “¿No se enteró? ¡Los judíos volaron a la mierda!”. “Llegué, vi ese desastre y me puse a trabajar en los escombros. Eitan, mi hijo menor, tenía en ese momento siete u ocho años y me vio trabajando allí, en los escombros de la AMIA”. Eitan está ahora secuestrado por Hamas. Es uno de los 48 rehenes que mantiene el grupo terrorista en la franja de Gaza, desde donde ayer publicó una foto a la que llama “una imagen de despedida, al inicio de la operación militar (israelí) en la ciudad de Gaza”. Los rehenes están secuestrados desde el 7 de octubre de 2023, hace 715 días. Esa acción dio inicio a la guerra en la franja de Gaza que recrudece en estos días. Además de Eitan, los secuestradores también se llevaron a su hermano Iair, que fue liberado a principios de año. Así quedó el kibutz Nir Oz tras el ataque de Hamas, hace dos años. EFEAsí quedó el kibutz Nir Oz tras el ataque de Hamas, hace dos años. EFE “En cuanto empezaron a sonar las alarmas pensamos que era algo habitual… pero nos sorprendió porque lo que hizo Hamas fue traicionar. Morder la mano de los que les dieron de comer. Tenían mapas de todos los kibutz de aquí (en la zona de Nir Oz, al sur de Israel). Hubo gente que pasó información durante años. Gente de Gaza que trabajaba en Israel y se atendía en nuestros hospitales”. -¿Cómo le dieron la noticia de que habían secuestrado a sus dos hijos? - Después del desconcierto inicial, lo que se imaginan es poco. Me llamaron y me dijeron “sus hijos están desaparecidos”. Para un argentino de mi generación, que te digan que tus hijos están desaparecidos es una puñalada en el corazón. -¿Se lo dijeron por teléfono? - En un momento vinieron a verme y era una delegación con un asistente social y varias personas. Yo cuando los vi venir me dije “ésta no es una buena noticia”. Entonces los recibí y les dije: Díganme la verdad, ¿están vivos o muertos? Me dijeron “están secuestrados” y yo pegué un grito. Suena extraño pero fue una especie de alivio dentro de la tragedia, porque eso significaba que estaban vivos. Iair entró con 120 kilos y salió con 70. Eitan tiene una enfermedad rara en la piel y su familia teme por su situación. -¿Usted confía en el gobierno israelí y en las negociaciones para liberar a los rehenes? -Yo confío en la sociedad israelí, y con eso te digo todo… Y en cuanto a las negociaciones, creo que en este momento no hay… -¿Que le pareció el fallido ataque de Israel en Qatar para matar a líderes de Hamas que participaban allí de una reunión? -No me gustó. Creo que el ataque de Israel en Qatar fue una marcha atrás para la negociación por los rehenes. Itzik Horn, padre de dos rehenes secuestrados por Hamas.Itzik Horn, padre de dos rehenes secuestrados por Hamas. Itzik tiene zapatillas negras, medias grises, jean, una gorra negra con una cinta de luto amarilla, que es el color que se usa para recordar a los rehenes. Y una remera blanca con la cara de Eitan que dice “Devuélvanme a mi hijo ya”. Tiene manos grandes que mueve cuando quiere enfatizar algo. Brazos con manchas oscuras en la piel y un leve temblor en la mano derecha. En la muñeca izquierda lleva una cinta roja. Habla pausado y seguro. “Escucho las manifestaciones en todas partes y quiero decir que estoy totalmente a favor de la cuestión humanitaria en Gaza. Sin ninguna duda. Ahora, permítanme esta pregunta por favor: ¿Los rehenes no tienen derechos humanos? ¿Ya se olvidaron de ellos?”. “Yo no tengo idea de cuántos justos quedan en Gaza, pero no quiero que paguen justos por pecadores. No todos son iguales, y eso hay que tenerlo en cuenta”. -¿Cómo fue el reencuentro con Iair, su hijo liberado? -El jueves 2 de febrero me trasplantaron de un riñón y el 4 el helicóptero llevó a Iair al lugar donde estaba internado. Nos encontramos seis y media, siete de la tarde y después de que nos abrazamos y esas cosas bueno, nosotros tenemos un humor muy particular. Lo vi tan flaco y le dije: “Creo que se pasaron de rosca con la dieta”. Si yo no tuviera sentido del humor, me cortaría las venas con una criollita… Abajo, muy cerca del edificio donde funciona el centro de familiares, hay una plaza con juegos infantiles que dan a una arboleda donde cuelgan retratos de los rehenes en Gaza. Los autos que recuerdan a los rehenes pasan con banderas amarillas por las calles de Tel Aviv. Y sillas del mismo color en las plazas y a los costados de las rutas, como un símbolo de espera. Sillas vacías. -¿Cómo fue el cautiverio de Iair? -Mucho no puedo contar. Sólo que un día el Ejército bombardeó el túnel donde estaban los rehenes y hubo derrumbes. Se empezaron a perder adentro de los túneles y Eitan, en shock y agotado, se cansó, se sentó y le dijo a su hermano: “Ya está bien para mí, andá vos”. El hermano lo cargó y lo llevó hasta el nuevo lugar donde los condujeron. Iair hace lo que puede desde que volvió. Físicamente está con nosotros pero su mente no. Yo ahora estoy partido al medio. Nos faltan los 48 secuestrados, los que viven y los que no. Y los queremos de vuelta todos. -Pasaron 715 días desde el secuestro… ¿qué se imagina haciendo dentro de 715 días? -Comiendo un asado con mis hijos, mis nietos y, ojalá, viendo a Atlanta. Sábado, 20 de septiembre de 2025

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