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Gualeguaychu » Reporte2820
Fecha: 21/09/2025 07:10
Cuando el destino puso a prueba su vocación de servicio, no dudó ni un segundo. El bombero de Gualeguay rescató a las cinco víctimas del choque frontal antes que el auto se prendiera fuego. La mañana del jueves pasado comenzó como cualquier otra para el sargento Lisandro Benedetti. Viajaba por la Ruta Provincial N° 16 cuando el destino lo convirtió en protagonista de una historia que habla del verdadero significado de la vocación de servicio. Eran poco antes de las 8 de la mañana cuando, cerca del kilómetro 25.5, en las proximidades de Cuchilla Redonda, se produjo un choque frontal devastador entre un Volkswagen Fox blanco y un Ford Ka rojo. La lluvia que caía en ese momento había vuelto traicionera la recta donde ocurrió el impacto. El momento decisivo Para muchos, presenciar una tragedia de tal magnitud podría generar parálisis o pánico. Pero no para Benedetti, integrante del Cuerpo Activo de Bomberos de Gualeguay, quien llevaba en su ADN el instinto del servicio. Sin titubear, dio aviso inmediato a sus colegas Bomberos Voluntarios de Larroque y se lanzó a ayudar. La escena: cinco personas heridas necesitaban asistencia urgente, y una de ellas había quedado atrapada en el asiento del acompañante del Volkswagen Fox, que comenzaba a ser devorado por las llamas. El tiempo se volvía el enemigo más cruel. Una carrera contra el fuego Sin contar con el equipamiento adecuado, enfrentándose a un fuego que avanzaba sobre el vehículo, Benedetti no calculó riesgos personales. Su única obsesión era sacar a esa persona de la trampa mortal en la que se había convertido el automóvil. La tarea era dificultosa y peligrosa. Cada segundo que pasaba, las llamas ganaban terreno. Pero la determinación del sargento encontró eco en otras dos personas que también se habían detenido en el lugar, y juntos libraron una batalla contra el tiempo y el fuego. Finalmente, lo lograron. La persona atrapada fue liberada, salvando su vida por apenas minutos antes de que el vehículo fuera completamente consumido por las llamas. Solo sufrió algunas quemaduras en las piernas, supo R2820. La tragedia dejó un saldo doloroso. El conductor del Ford Ka de 38 años y oriundo de Concepción del Uruguay perdió la vida, mientras que cinco trabajadores del frigorífico Domvil de Larroque, que viajaban desde Gualeguay como cada día, resultaron heridos y fueron trasladados de urgencia al Hospital San Isidro Labrador, y posteriormente al Hospital Centenario de Gualeguaychú. Pero en medio de la tragedia, brilló la luz de la solidaridad humana encarnada en Benedetti. Su accionar no fue casual ni improvisado; fue la manifestación natural de los valores que caracterizan a quienes han hecho del servicio a los demás su razón de ser. El sargento Lisandro Benedetti demostró que cuando la vida de otros está en peligro, no hay tiempo para dudas ni para excusas. Hay tiempo solo para actuar, para ser el ángel que alguien necesita en el momento más oscuro. Su heroica intervención fue destacada desde el cuerpo de Bomberos Voluntarios de Gualeguay con un sentido posteo. Ser héroe no se trata de buscar la gloria, sino de estar en el lugar correcto cuando alguien más lo necesita. Y el jueves pasado, en la Ruta 16, en el lugar correcto estaba Lisandro Benedetti.
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