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» Diario Cordoba
Fecha: 15/09/2025 02:58
A Paco León (Sevilla, 1974) el gran público lo descubrió en aquel desternillante remedo de Raquel Revuelta que creó para Homo Zapping a principios de los dos mil. Ese espectador se enamoró años después de la ternura y la comicidad de ese yonqui rehabilitado que era el Luisma de la serie Aída. El cómico que es y que reivindica por encima de todo tuvo el mejor banco de pruebas para sus gags en estos dos personajes populares y queridos. Hoy, a sus 50 años, con una carrera amplísima como cómico, director y guionista -Arde Madrid, Kiki, el amor se hace, Sin instrucciones-, Paco destaca estos dos papeles, además de alguna de las películas de Carmina, como esa palanca que le sirvió para armar una trayectoria siempre inquieta y respaldada por el público. "Fueron los comienzos, se pusieron las semillas y ha germinado", valora sobre una carrera con la libertad creativa por bandera que recibirá en la noche de este domingo el Premio de Honor del South International Series Festival, que se celebra hasta el miércoles en Cádiz. El público agotó las entradas para el homenaje que se le rinde en el Gran Teatro Falla, con la proyección de un capítulo de la serie, en apenas 30 minutos, según ha contado Carles Montiel, director del certamen. A primera hora, centenares de personas lo han aclamado en La Caleta, el marco donde el festival enseña la mejor postal de Cádiz. "Es muy raro recibir premios, yo me siento vieja promesa y resulta que ya soy vieja gloria. Estoy en la quinta planta, me siento como en una bisagra, pienso vivir 100 años así que me quedan muchas cosas por contar", ha explicado el actor a los medios para reconocer el privilegio que supone este premio: "Me siento profeta en mi tierra, sobre todo, siendo un cómico, que son muy poco premiados". La comedia ha sido el motor de la carrera de este sevillano formado en esa cuna de actores que fue el Centro Andaluz de Teatro (CAT) de la Junta de Andalucía, desaparecido hace más de 15 años y donde se han formado algunos de los mejores intérpretes andaluces de su generación. Es muy raro recibir premios, yo me siento vieja promesa y resulta que ya soy vieja gloria Pero una comedia, precisa, "que esté rellena, que cuente cosas, con valores, la comedia es el mejor vehículo para contar las cosas. El apartamento es una comedia". Cuando descubrió que tenía una vis cómica se sintió, ha contado a la prensa, "como Spiderman cuando le pica la araña, con un superpoder". "Tenía un papelito muy pequeño en una obra de teatro, de camarero, no hablaba, pero cada vez que salía a escena el público se reía, era muy raro, como tener un poder, luego ya estudias, hay mucho de timing y de intuición... Lo de la risa y la comedia es una alquimia muy rara, que viene de muchos sitios, que no sabes por qué unas cosas funcionan y otras no." Y sobre todo aprovechar todo lo que se puede contar a través de la comedia: "Creo que tenemos más libertad de la que usamos, debemos aprovechar hasta el límite, hay que estirar los márgenes. Lo de la risa y la comedia es una alquimia muy rara, no sabes por qué unas cosas funcionan y otras no Y quizás aprovechar también mejor la rentabilidad de la risa "Cádiz es otro nivel, es la capital del ingenio, aquí no se ha profesionalizado, si se hubiera monetizado como yo lo he hecho esto sería Mónaco. Hay un ingenio superior a la media del mundo. Como decía Azcona, si ponemos el oído en la calle, en las conversaciones del autobús, las historias no se acabarían nunca. Yo soy muy defensor de lo popular como inspiración. Toda esa gente que va de intelectual que detesta lo popular por ser popular... me comen el nabo". Esta última frase, dice, aparece en la película Aída y vuelta con la que esta familia que habitaba las calles de Esperanza Sur regresa años después de la finalización de una serie que marcó una época y la carrera de su elenco: de Carmen Machi a Melanie Olivares, de Eduardo Casanova al propio Paco León, que se pone detrás de la cámara. Sin proyectos a la vista -al menos que quiera compartir en público-, Paco ha recordado su primer en pantalla: "En Canal Sur, al lado de Imperio Argentina, en una de sus últimas apariciones públicas, y con Manolo Zarzo". "Me voy viendo capaz de hacer cosas más oscuras y menos cómicas, pero quiero seguir conservando el espíritu de ese chaval que hacía monólogos en un bar de encima de una caja de Coca-Cola. Una vez lo hablé con Alex O’Dogherty. Tengo miedo a convertirme en un actor, en contra de lo que es un cómico. El cómico está siempre vivo, me gusta esa sensación de estar todavía en peligro". Paco León y el resto del equipo de 'Aída y vuelta', la película que dirige con los personajes de la serie. / Reyna / South Festival No ha querido desaprovechar la ocasión para reivindicar políticas culturales a las instituciones. "Invertir en educación y cultura siempre es rentable con el tiempo". Y aunque, a preguntas de la prensa ha reconocido que se le percibe como alguien comprometido, "eso exige mucha responsabilidad y compromiso, hay que usar la visibilidad de nuestra profesión con honestidad. Siempre voy a estar del lado de los derechos y la humanidad. Es muy difícil estar al margen de lo que ocurre en Gaza".
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