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Parana » Uno
Fecha: 15/09/2025 05:00
El acto de cierre de los Jadar 2025 tuvo lugar en la ciudad de Rosario este domingo. Entre Ríos quedó quinto en el medallero. Con una cargada atmósfera de emoción, la ciudad de Rosario bajó este domingo por la noche el telón de los Juegos Argentinos de Alto Rendimiento (Jadar) 2025. En una edición inaugural que quedará marcada a fuego en la historia del deporte nacional, más de 2.500 atletas de todo el país —entre ellos una destacada delegación entrerriana— vivieron seis jornadas intensas de competencia, integración y celebración. La ceremonia de clausura, que se realizó en el Fan Fest de bulevar Oroño, entre Dante Alighieri y 27 de Febrero de Rosario, fue el broche de oro de un evento que unió deporte, inclusión, federalismo y espíritu olímpico. Allí se dieron cita autoridades nacionales, provinciales y locales, incluyendo al intendente de Rosario, Pablo Javkin; el presidente del Comité Olímpico Argentino, Mario Moccia; y el secretario del Comité Paralímpico Argentino, Gustavo Borro. En sus palabras de despedida, los dirigentes coincidieron en destacar la magnitud organizativa de los Jadar, la proyección internacional que el evento alcanzó y el legado que deja en términos de infraestructura y trabajo interinstitucional. La primera edición de estos Juegos, concebidos como un punto de partida rumbo al ciclo olímpico que culminará en Los Ángeles 2028, cumplió con creces su misión: ofrecer una plataforma de despegue para cientos de atletas argentinos. Entre Ríos, protagonista. En lo estrictamente deportivo, la provincia de Buenos Aires se quedó con el medallero general, reflejo de su habitual supremacía en diversas disciplinas. Sin embargo, la delegación entrerriana no pasó desapercibida: con una destacada actuación a lo largo de las seis jornadas, se ubicó en el quinto lugar del medallero, consolidando su posición como una potencia emergente en el deporte nacional. La delegación entrerriana se llevó un total de 44 medallas de los Juegos de Jadar 2025. Fueron 11 de Oro, 11 de Plata y 22 de Bronce. Para quedar quinto en el medallero. Primero fue la provincia Buenos Aires. Atletas de disciplinas como atletismo, natación, ciclismo y básquet adaptado dejaron en alto el nombre de Entre Ríos, acumulando medallas y, sobre todo, experiencia y roce de elite. Varios nombres comienzan a perfilarse como promesas olímpicas o paralímpicas, y los Jadar sirvieron como vidriera ideal para mostrar su talento. El medallero final. La provincia de Buenos Aires se consagró como la gran protagonista, dominando con contundencia tanto el medallero general como los de ramas olímpicas y paralímpicas, demostrando la fortaleza de su desarrollo deportivo. El distrito más grande del país y el que desembarcó en Rosario con la mayor delegación logró 84 medallas de oro, 86 de plata y 87 de bronce, para sumar un total de 257 preseas. Integración real. Uno de los hitos que marcaron esta edición de los JADAR fue la convivencia de disciplinas convencionales y adaptadas en un mismo evento. Por primera vez, atletas olímpicos y paralímpicos compartieron no solo los escenarios de competencia, sino también espacios de convivencia, premiación y visibilidad pública. En ese sentido, la ceremonia de premiación conjunta del hockey femenino y el básquet en silla de ruedas masculino fue uno de los momentos más emotivos de la noche. Acompañados por una ovación del público, los y las medallistas fueron reconocidos como verdaderos símbolos de la igualdad, la unión y la pasión por el deporte. La sedes. La provincia de Santa Fe, con Rosario como epicentro y Santa Fe capital y Rafaela como subsedes, fue la anfitriona perfecta para esta primera edición. Las ciudades mostraron no solo capacidad organizativa, sino también una fuerte conexión con el espíritu de los Juegos. Desde el primer día, los rosarinos “adoptaron” al evento, lo vivieron intensamente y lo despidieron con la nostalgia de quien sabe que presenció algo histórico. La frase del grupo Vox Dei, “que nunca acabaría… pero, sin embargo, terminó”, resonó en el Fan Fest al proyectarse en las pantallas gigantes un emotivo video resumen de los seis días de competencia, musicalizado con “Cambia, todo cambia”, la canción que ofició de emblema durante el certamen. El repaso de las ceremonias, las competencias, los abrazos, las lágrimas y las medallas fue seguido con atención y emoción por atletas, voluntarios y espectadores. Además de lo competitivo, los Jadar dejan una huella institucional y estructural: mejoras edilicias en instalaciones deportivas, una red de voluntariado que ya piensa en nuevos desafíos, experiencia organizativa de alto nivel y, quizás lo más importante, una fuerte articulación entre municipios, provincias, federaciones y comités olímpicos y paralímpicos. Este trabajo conjunto es una de las enseñanzas más poderosas que deja el evento. Lo remarcaron tanto Javkin como Moccia y Borro: “los Jadar no terminan acá, son el inicio de algo más grande”. El objetivo: consolidar un calendario regular de alto rendimiento nacional para los atletas.
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