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» Notife
Fecha: 11/09/2025 14:23
El humo de la noche anterior todavía parecía flotar en el aire cuando amaneció este jueves entre comentarios de lo sucedido. El incendio que se inició detrás del Hogar José Manuel Estrada dejó un saldo de tensión, sobresaltos y un barrio movilizado. Los 12 niños que viven en la institución pasaron horas de angustia, aunque —con ayuda de cuidadores y funcionarios— terminaron la velada en una improvisada pijamada que buscó convertir el miedo en juego. "El fuego explotó y volaban cenizas" Un vecino que vive en diagonal a la casa donde comenzaron las llamas reconstruyó los momentos de zozobra: —"Me llamó la atención que estaba la policía y veo que se había iniciado un incendio. Era un fuego importante, que fue avanzando y tomando árboles, hasta que explotó todo y empezaron a volar cenizas encendidas. Tuve que entrar con una manguera a mi casa, porque se me empezaban a prender las lonas y las hojas secas del techo", relató. Vecinos relataron cómo las brasas volaban e incluso alcanzaron sus viviendas. Ese mismo testigo recordó que la vivienda donde se inició el foco viene siendo motivo de quejas en el barrio. Es una vieja propiedad de una familia tradicional de Guadalupe, hoy casi abandonada, suele ser escenario de intrusiones, malezas sin control y robos. "Ya lo habíamos advertido varias veces", añadió el hombre. El refugio en medio del miedo Del otro lado de la calle, la preocupación fue otra: proteger a los 12 niños y adolescentes que residen en el Hogar Estrada. Vanina Orlando, su directora, relató que en un principio pensaron en evacuarlos hacia otro espacio. Sin embargo, tras la revisión médica del 107 y COBEM, se comprobó que ninguno había inhalado humo. Puede interesarte Daniela León, de la Secretaría de los Derechos de Niñez, explicó: —"Los chicos estaban angustiados, pero físicamente bien. Para tranquilizarlos, resolvimos armar una pijamada en el hall principal. Compramos helado, pusimos colchones y tratamos de transformar el susto en un momento de contención". Técnicos de la EPE repararon el tendido eléctrico dañado por las llamas. Durante la noche, la EPE repuso los cables caídos por el fuego y los bomberos continuaron las tareas preventivas. Sin heridos, pero con señales de alerta Aunque ninguno de los niños necesitó hospitalización, las autoridades confirmaron que uno de los bebés —que padece fibrosis quística— fue evaluado especialmente y no presentó complicaciones. La experiencia, sin embargo, dejó un fuerte llamado de atención. El siniestro había tenido un primer episodio en la mañana del miércoles, y por la noche volvió a desatarse con mayor intensidad. Para vecinos y responsables del hogar, la propiedad descuidada detrás del hogar es una bomba de tiempo que ya encendió la alarma comunitaria.
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