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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 11/09/2025 08:45
La experiencia en terapia intensiva llevó aKari Cobham a replantear su visión sobre el liderazgo y el autocuidado (karicobham.com) El día después del cumpleaños número 78 de mi madre, cuando los bordes frescos del otoño se asentaban sobre Atlanta, la llevé en avión a Washington, D.C., con mi hermano, quien la llevaría de regreso a Trinidad después de su visita anual prolongada con sus nietos aquí... Un día después, estaba en la unidad de cuidados intensivos luchando por mi vida. Mientras una reacción entonces desconocida a un antibiótico libraba su guerra interna, mi cuerpo comenzó a apagarse. Estaba acostumbrada a ser fuerte tanto en el trabajo como en casa, siendo madre soltera de dos hijos neurodivergentes. Entonces, todo se desmoronó rápidamente. Como directora fundadora de becas en The 19th News, me estaba preparando para anunciar nuestra próxima cohorte y organizar un retiro —varios días intensivos de talleres, comunidad y creación de redes— para lanzar su año en nuestra sala de redacción cubriendo género, política y políticas públicas. Sentía una profunda responsabilidad de fortalecer la carrera profesional de quienes históricamente han sido excluidos de las salas de redacción en Estados Unidos. Le envié un mensaje a mi equipo desde la sala de emergencias para decirles que estaría ausente y los actualicé de manera intermitente, pero no tenían idea de que cuando me llevaron a la UCI apenas consciente, mi presión arterial estaba peligrosamente baja, ni cómo luchaba por cada respiración mientras el líquido llenaba mis pulmones. La historia ilustra cómo una crisis de salud puede transformar la perspectiva sobre el trabajo y la vida personal (Imagen Ilustrativa Infobae) Sobrevivir me obligó a reflexionar sobre cómo lidero, cómo vivo y los hábitos laborales poco saludables que solía seguir —ser la primera en llegar, la última en irme, trabajar con tos persistente, tomar aviones a pesar del agotamiento—. Durante años, sentí la obligación de rendir y de mantener a mi familia, a menudo a expensas de mi propio bienestar. Pero con el tiempo, aprendí que el verdadero liderazgo significa confiar en tu gente y construir una cultura en la que nadie se sienta obligado a darlo todo por el trabajo o sacrificar su salud para demostrarlo. En esos días de incertidumbre en el hospital, los plazos dejaron de importar. Tuve que recurrir a mi propia comunidad para que estuvieran presentes para mí y mis hijos, y confiar en mi equipo para poder concentrarme en sanar. Después de todo, no era mi primera vez en la UCI: a finales de mis veinte sobreviví a un derrame cerebral y ahora vivo con múltiples enfermedades crónicas. Esta vez, tuve la oportunidad de hacer las cosas de manera diferente: El liderazgo y la cultura organizacional importan Nunca estuvo en duda que debía tomarme el tiempo para sanar. Antes había trabajado en situaciones imposibles: presentándome en un trabajo anterior menos de un mes después de mi derrame cerebral, aún aturdida por los medicamentos, o regresando apenas seis semanas después de una cesárea a mi trabajo en televisión para gestionar las redes sociales durante el juicio de George Zimmerman en 2013. Esta vez, la directora ejecutiva de The 19th fue la primera en enviarme flores, nuestro equipo de operaciones de personal extendió mi licencia médica remunerada y fui apoyada por colegas mientras me reincorporaba al trabajo semanas después. Por primera vez, sanar significó tener el espacio real para hacerlo. Confiar en tu equipo La confianza establece una base para la responsabilidad compartida y la acción empoderada. Esa confianza permitió que mi equipo avanzara con seguridad en mi ausencia, tomando decisiones y apoyándose mutuamente. Como ya habíamos invertido en comunicación clara, documentación y delegación, todos sabían las prioridades, dónde encontrar recursos y a quién contactar para recibir apoyo. En mi anterior trabajo en televisión, intenté gestionar desde la sala de emergencias —algo poco saludable para mí e insultante para las personas capaces a las que lideraba—. Esta vez, mis colegas lideraron el anuncio de la beca y prepararon el retiro sin mí. Cultura con el ejemplo Trabajar en noticias puede consumirte. Pasé años volando hacia desastres naturales y comunidades sacudidas por la tragedia, con mi teléfono siempre vibrando con alertas de noticias. Lo que aprendí entonces fue que el equipo tomaba ejemplo de mí. Si me presentaba a trabajar enferma o enviaba correos fuera de horario, asumían que eso era lo esperado. ¿Qué intentaba demostrar al llevarme al límite? ¿Que los hábitos insostenibles eran el precio del éxito? No quería eso para ninguno de nosotros. Con dos hijos pequeños y una vida más allá del trabajo, tenía la responsabilidad de modelar la cultura que quería crear. La documentación es autocuidado Parte de esa cultura es no ser la única guardiana del conocimiento. Uno de los mayores actos de cuidado es la documentación. Con demasiada frecuencia construimos procesos en nuestra cabeza o los guardamos en documentos o hilos aleatorios de correo. Pero la vida sucede: la gente se enferma, toma licencias, cambia de trabajo. Documentar los flujos de trabajo y compartir el acceso permite que tu equipo avance sin problemas, evitando cuellos de botella y el agotamiento. Señala que confías en ellos con el mapa, no solo con la misión. Si las cosas se desmoronan en tu ausencia, eso es una señal de advertencia. Como líderes, nos lo debemos a nosotros mismos y a quienes trabajan con nosotros construir sistemas que puedan sostenerse, incluso cuando necesitamos sentarnos. Ser generoso con el reconocimiento He tenido malos jefes y he tenido grandes jefes que me inspiraron a liderar de manera diferente. Siempre quiero que mi equipo se sienta respetado y valorado, y que sepa que creo en su capacidad de ser productivos y humanos a la vez. ¿Cómo podría capacitar a las salas de redacción en resiliencia y autocuidado y no crear ese espacio yo misma? Cuando regresé después de la hospitalización, me propuse reunirme con colegas para expresar gratitud y orgullo, y compartir esos sentimientos ampliamente. Ha sido un tiempo difícil y aterrador, pero he aprendido que el verdadero liderazgo no se trata de lo que cargas sola, sino del equipo que has construido y la confianza que has cultivado en el camino. *Kari Cobham es la directora fundadora de becas en The 19th News. Es una escritora galardonada con más de dos décadas de experiencia en periodismo y está trabajando en un libro que vincula su enfermedad crónica con el trauma generacional sufrido por las mujeres de su familia (Danielle Chiotti, Upstart Crow). Vive en Atlanta con sus dos hijos, sus dos gatitos y una colección de máquinas de escribir antiguas. (c) 2025, Fortune
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